Principio de no compensación – ¿Qué es?

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En España, la contabilidad de cada empresa, compañía o sociedad se encuentra regulada y organizada por el Plan General de Contabilidad (PGC), más conocido como plan contable. Éste brinda a los profesionales del sector las pautas imprescindibles e indispensables para realizar los registros contables de acuerdo a esta norma legal.

En el marco del PGC, se encuentran los principios contables, de suma necesidad para la elaboración de la información financiera y para interpretar todos los datos contables. Éstos son de obligado cumplimiento.

Los principios contables son aquellos principios que debe cumplir la contabilidad con el propósito de que las cuentas anuales indiquen la fiel imagen del patrimonio, de la situación económica y financiera y de los resultados de una empresa.

Según estable el plan contable, el logro de esa fiel imagen se consigue a través del empleo y práctica de los requerimientos y principios contables.

Los 6 principios contables vigentes a día de hoy son: principio de empresa en funcionamiento, principio de devengo, principio de uniformidad, principio de prudencia, principio de importancia relativa y principio de no compensación. Hoy nos centraremos en éste último.

¿Qué es el principio de no compensación?

ejercicio contable

Para comprender este principio contable, lo primero es entender el significado de compensación. Según la Real Academia Española (RAE), la palabra compensación tiene muchas acepciones. Pero la que nos interesa es la que significa: “modo de extinguir obligaciones vencidas entre personas que son recíprocamente acreedoras y deudoras, que consiste en dar por pagada la deuda de cada uno por la cantidad concurrente”.

El término compensación se utiliza con frecuencia en el ámbito de las finanzas y de la economía en general, como en los negocios. A grandes rasgos, el principio de no compensación establece el impedimento de compensar unas cuentas sobre otras.

Es decir, establece que en ningún caso se pueden compensar, por un lado, cuentas de activo y de pasivo en el balance general, y por otro lado, los ingresos y los gastos en la cuenta de pérdidas y ganancias.  Estas partidas se han de evaluar de forma independiente y separada.

Esto es así debido a que la contabilidad de una empresa debe reflejar la situación real de ésta, por tanto, no se puede compensar saldos de cuentas que pueden parecer complementarias para conseguir el saldo final. De compensarse, daría lugar a un ocultamiento o encubrimiento de la información verdadera y de la realidad de la compañía.

En definitiva, no se puede compensar lo que se debe con lo que nos deben como empresa.

Características del Principio de no compensación

Una de las particularidades del principio de no compensación es que todas las cuentan han de estar representadas tal y como son, con su naturaleza esencial. Esto significa que debe figurar su saldo real en el momento preciso.

Solo así se cumple fervientemente con el propósito del principio de no compensación: plasmar la circunstancia financiera tal y como es sin que los resultados y el estado de cuentas se vean alterados parcialmente.

Excepciones del Principio de no Compensación

Como hemos visto, el principio de no compensación prohíbe compensar unas cuentas con otras. Sin embargo, de existir alguna norma que especifique la compensación de dos cuentas, esta excepción solo tendrá lugar para dichas cuentas. Y sólo se aceptará si lo expresa así alguna normativa. En el resto de casos, no se aplicará esta salvedad y se representarán independientemente.

Importancia del Principio de no compensación

suspensión de pago

Si se compensaran todas las cuentas, se perdería información de valor (tanto para la empresa como para acreedores, accionistas y socios, entre otros) que no se vería reflejada en las cuentas anuales. Esto puede causar que no se muestre la imagen real de una compañía, ni de sus bienes, situación financiera, etc. Aquí radica la importancia del principio de no compensación, en el que se busca evitar a toda cosa que las cuentas anuales dejen de realizar la función para la que fueron concebidas.

Ejemplo de casos en el que se aplica el Principio de no compensación

Este es un ejemplo de caso donde se aplica el Principio de no compensación. La empresa X dedicada a la creación de material deportivo, pide un préstamo al Banco A. Éste se lo concede. Por éste anticipo de dinero, la empresa tendrá que pagar periódicamente unos intereses asociados a la deuda. Éstos se liquidaran directamente a través de su cuenta bancaria, en la que también figuran intereses por mantener ese dinero en la cuenta, es decir, por un depósito bancario realizado.

En este caso, figurarán dos saldos originados por intereses. Pero estos intereses no pueden se pueden compensar, ya que uno aparece como un gasto y el otro como un ingreso, y de hecho, aparecerán de forma independiente.

Otro ejemplo sería: empresa B tiene en su balance un saldo determinado en la cuenta de proveedores, es decir, de pasivo ya que esta cuantía refleja cantidades pendientes de pago por servicios recibidos o compras realizadas. Esta empresa en su cuenta de clientes también tiene cantidades pero pendientes de cobro por algún servicio prestado o por una venta que ha realizado.

Si tiene 6.000€ en saldos pendientes de pago y 8.000€ en saldos pendientes de cobro, compensando las cuentas quedarían 2.000€ a favor de la empresa, quedando los pagos a 0€. Pero si se hace esto se distorsiona el estado contable de la empresa, ya que, tiene facturas de pagos sin saldar a pesar de que la cuantía en cobros sea superior. De ninguna manera puede aplicar el Principio de no compensación.

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