Por qué las monedas estatales pierden valor

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Introducción

Seguro que alguna vez has escuchado de un abuelo, padre, o incluso por uno mismo (dependiendo de la edad del lector) que antes la vida era mucho más barata. En los años 70 por ejemplo, un padre de familia podía ganar unas 20.000 pesetas (unos 120 Euros) en promedio en España. Con unos precios infinitamente inferiores a los actuales y una presión fiscal bastante más baja, con ese sueldo la familia podía mantenerse, irse de viaje una vez al año, y ahorrar algo de dinero o permitirse algún capricho. Este ejemplo es válido para cualquiera de las monedas estatales del mundo. Si esa familia hubiera ahorrado todos los meses, por ejemplo, un 10% del total de sus ingresos, hoy con el paso de los años y el cambio de moneda, todos esos ahorros guardados durante años apenas harían incrementar la riqueza de esa familia.

Incluso en el caso del Dólar americano, la moneda de refugio mundial, los efectos del paso del tiempo se ven reflejados en la capacidad adquisitiva de las familias. Una persona debe ganar cada vez más dinero si quiere mantener su calidad de vida. Esto se debe, entre otros factores, a la inflación y la flexibilización cuantitativa. dos conceptos que están muy relacionados entre si aunque no son directamente consecuencia uno del otro.

monedas estatales

¿Por qué las monedas estatales cada vez valen menos?

Comúnmente se tiene la apreciación de que los precios no dejan de subir. La vida se hace cada vez más cara y se necesita más dinero para poder tener un nivel de vida óptimo. Tanto es así que en épocas de crisis como la recientemente vivida en España, la tasa de desempleo es muy alta y tener un trabajo no garantiza a ciertas personas según su lugar de residencia y su situación familiar vivir por encima del considerado como umbral de pobreza. A este respecto es importante entender, que la razón por la que los precios suben no es porque los productos y servicios aumenten de valor, sino porque el dinero cada vez vale menos.

El dinero fiduciario y el abandono del patrón oro

El dinero fiduciario emitido por los Gobiernos y Bancos centrales no está respaldado por ningún bien material. Por eso obtiene ese nombre porque su valor depende exclusivamente de la fe y carece de valor intrínseco. Cuando estas entidades imprimen dinero lo que ocurre es que aumenta la cantidad de papel moneda que hay en circulación, y por tanto al haber más dinero para intercambiar bienes y servicios, el dinero cada vez vale menos. En un mundo ideal y maravilloso se podría imprimir dinero ilimitado y que todas las personas fueran ricas, pero en la realidad del planeta en el que vivimos los bienes y servicios son escasos y requieren de esfuerzo y tiempo para ser realizados. Es por esto que existen mercados como Forex, que comercian con el cambio de cotización entre las distintas divisas del mundo.

La depreciación del Dólar

El Dólar estadounidense se debilita cada vez más con el paso del tiempo. Con las demás monedas fiduciarias ocurre lo mismo, pero al ser el Dólar la moneda de refugio mundial es también de alguna forma el escaparate de esta caída. Tanto es así que en los últimos 80 años esta moneda estatal ha perdido casi un 95% de su valor. Además, desde que el Dólar fue desvinculado del patrón oro por el presidente Richard Nixon en 1971, ha perdido el 80% de su valor, y desde la entrada del siglo XXI ha perdido un 35%. La razón es bien sencilla, la reserva federal no ha dejado de imprimir más y más dólares para hacer frente a sus deudas.

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El IPC y el poder adquisitivo

El IPC son las siglas de «Índice de precios al consumidor. Explicado de forma sencilla este índice nos indica el estado de la inflación y por tanto de la pérdida de poder adquisitivo. Según los datos del IPC, el Dólar estadounidense en la década de los 80 valía más del doble que en la actualidad.

Esto significa que si una persona ahorró en Dólares durante toda su vida, en la actualidad sus ahorros en monedas estatales valdrían menos de la mitad que en el momento que empezó a ahorrarlos. Para el resto de monedas estatales de los demás países del mundo ocurre lo mismo. Se usa el Dólar como referencia pero hay países que han sufrido un incremento del IPC llevado por malas políticas monetarias mucho más grande.

Conclusión

Con el paso del tiempo y las repetidas crisis y malas políticas monetarias las personas se ven en la necesidad de buscar refugio para sus ahorros en épocas de crisis. Saber invertir y diversificar nuestros ahorros es una forma de que ese dinero que tanto nos ha costado ganar conserve su valor en el tiempo.

Las monedas estatales no solo no conservan su valor en el tiempo sino que están condicionadas por las decisiones buenas o malas del gobierno de turno. Aunque para nosotros el valor de las monedas estatales parezca ser estable, es en la cotización entre estas divisas y su relación con otros activos escasos como el Oro o ahora el Bitcoin donde vemos su valor real. Por desgracia las personas no suelen ser consciente de todo esto hasta que repercute directa y drásticamente en sus bolsillos.

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