¿Podría la red de Bitcoin usar energía renovable?

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¿Te preocupan las consecuencias a nivel energético o ambiental que se puedan dar por el Bitcoin? ¿Te gustaría saber qué opciones son las más utilizadas? En este artículo hablaremos de si podría la red de Bitcoin usar energía renovable. Al analizar con detenimiento la utilización del algoritmo para consenso de prueba de trabajo, se puede llegar a pensar en el coste energético provocado por las criptomonedas. La más popular y la que más éxito ha tenido, Bitcoin, ha sido muy criticada por los efectos que provoca para nuestro medio ambiente. Sin duda, es el peor lado de esta industria y nueva tecnología. Como toda actividad, al experimentar un crecimiento muy importante, deja consecuencias. Esta criptomoneda ya ha cambiado negocios, puede modificar gobiernos o nuestra interacción social, perjudicando al planeta. Es por ello que toda esa electricidad consumida, «ensucia» los grandes beneficios que nos aporta.

Quienes reconocen estas consecuencias negativas para el medio ambiente, quieren buscar una forma de respetar el planeta. De hecho, Ethereum, está buscando la forma de modificar el mecanismo de consenso de su red por otro sistema ya testeado en otros redes conocido como Prueba de Participación. Esta decisión reduce considerablemente su consumo de energía en la red. Mientras que Bitcoin y otras criptomonedas han decidido no cambiar su postura. En cambio, piensan que realmente se soluciona con otras vías con las que se pueda conseguir energía verde.

Fuentes de energía limpia

A continuación, podemos ver algunas alternativas tecnológicas compuestas de la energía renovable. Estas diferentes vías son ideales para que toda la industrial del blockchain siga creciendo de manera correcta. Con ello se conseguiría que la minería y su profesión sea a la vez rentable y respetuosa con el planeta.

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Geotérmicas

Esta energía está considerada globalmente como una fuente de energía respetuosa para nuestro planeta. La planta energética y su huella de carbono es casi insignificante. El origen proveniente de varios recursos naturales, se sustituyen de manera natural. Es por este motivo que se le clasifica como una fuente energética renovable.
Como opción es una gran alternativa para quien necesite una menor electricidad. La energía eólica o solar, sin embargo, únicamente puede ser útil en situaciones concretas.

Respecto al beneficio, si la comparamos con otras fuentes, su forma de proveer tiene más consistencia. No depende de un factor que pueda tener difícil control, como puede ser el viento o el Sol. En Islandia, por ejemplo, se puede contar con una energía a buen precio sin ninguna consecuencia para el planeta.

Un problema, o quizás el más importante de todos, es la ubicación en la que se podría instalar este recurso energético. Tanto Filipinas como Islandia son capaces de controlar una tercera parte respecto a su demanda energética. Además, un proyecto en el que se plantee la construcción de una planta energética de este calibre tiene un coste muy elevado. Situándose el precio entre los $2 y los $7 millones para extraer energía geotérmica con la capacidad aproximada de 1 megawatt.

La energía solar

Esta tecnología renovable es la más popular y utilizada. La razón es que su coste ha bajado desde el año 2013 en un 60%. Un panel comercial cuenta con un gasto de, aproximado, $0,07 por cada kWh. Su energía, que proviene de dicha fuente, para un uso genérico se encuentra en exactamente $0,06 por cada kWh. El cálculo muestra que a finales del año 2018, su capacidad pasaba la cantidad de 500 GW. Esto equivale a un 2,8% respecto a la demanda de energía mundial. Para el año 2023, la estimación es que esa capacidad se supere dos veces. Por si fuera poco, en el año 2050 se espera que sea la mayor fuente eléctrica.

Un punto en contra es que el rendimiento está directamente relacionado con la polución y el clima. Al tener un día con nubes, su capacidad disminuye casi a la mitad. Además, en el caso de necesitar más potencial, se ha de construir más paneles. El problema es cuando no contamos con el espacio suficiente.

Hidroeléctricas

Una planta energética que sea hidroeléctrica usa la energía que se origina en el flujo perteneciente al agua y se transforma en electricidad. Es una vía muy segura, ya que se encuentra en los primeros puestos de antigüedad. La primera planta que se instaló fue en 1879, situada en las conocidas cataratas del Niágara.
Respecto a las ventajas, podemos contar con dos. El primero es que tiene un coste bajo y el segundo su flexibilidad. Su mantenimiento es barato, haciendo que cualquier inconveniente financiero se vea reducido al trabajar con un proyecto de gran escala o se utiliza prolongadamente. No solamente generan mucha energía, sino que hacen rentable a esa represa.

El otro punto a favor es que se puede construir en varios lugares y variando el tamaño. Esto dependerá de la necesidad geográfica de ese lugar y los requisitos para la producción de energía. Un punto clave en contra es la destrucción del entorno local. Para empezar, se ha de obstruir el río, causando daños a esa fauna local, si el proyecto no se hace de manera cauta. Para eso, se deben realizar de manera periódica los pertinentes informes del impacto ambiental. Así, se logrará prevenir estos problemas.

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Desechos

Seguramente no sea la forma más elegante en lo que a recursos se refiere, pero sí es una muy válida opción. El proceso es usar los desechos orgánicos para conseguir energía. Este tipo se puede clasificar en dos tecnologías; la no térmica y la térmica. En las plantas de esta última se incinera esos desechos orgánicos para conseguir calor. Este calor sirve para que se genere el vapor que se conduce a las turbinas que van a producir electricidad. Mientras que en las no térmicas se optan por bacterias que se nutren de los desechos y generan gas metano. Este gas y su condición de inflamable hace que se pueda quemar para conseguir esa electricidad en los generadores que están alimentados por el combustible.

Un obstáculo que podemos tener es la cantidad necesaria y constante para obtener esos desechos orgánicos. Como solución, siempre pueden existir acuerdos entre las localidades para obtener suministro. Esta solución tiene doble beneficio, ya que se termina con el inconveniente de la basura y además se obtendría la materia prima necesaria para el funcionamiento de la planta.

Conclusión

Toda forma o elección de recursos tiene su desventaja y ventaja, ya sea por el costo, por la dificultad o por impacto medioambiental. Si nos interesa esa electricidad para una granja de minería de Bitcoin, existen soluciones pero no muy útiles. Puestos a elegir, las mejores opciones son la energía eólica o solar, si queremos sustentarnos. Esto no es óbice para que no exista esa posibilidad de mudar a otra ubicación en la que contemos con esa infraestructura preparada.Es por eso que en Islandia se pueden ver a las grandes compañías de minería sacando beneficio de estas circunstancias con los recursos previamente dichos.

Por lo tanto, si queremos dotarnos de recursos óptimos, hemos de analizar todos los aspectos y necesidades propias. En cuestión de posibilidades económicas y factores geográficos, se ha de tener en cuenta tanto las desventajas como los puntos a favor. Este análisis de los datos nos puede llevar a tomar una decisión acertada que derivará del resultado de ese producto o servicio.

Mientras tanto, otros sistemas de consenso están apostando fuerte por la posibilidad de mantener las redes descentralizadas sin un alto costo energético. No obstante estos protocolos aún no están probados en el tiempo como si lo está el de Bitcoin.

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