Cómo usar la blockchain para acabar con la corrupción

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Introducción

La utilidad de la tecnología blockchain va mucho más allá de las criptomonedas. Aunque es cierto que el principal uso que se le está dando a la existencia de la cadena de bloques es la de crear activos financieros con los que especular, lo cierto es que el potencial de este avance tecnológico no se encuentra ni mucho menos limitado a la creación de activos con los que comerciar e intercambiar valor. Usado correctamente se trata de una herramienta muy interesante con el que controlar la corrupción.

Existe una enorme controversia sobre si Bitcoin y las demás criptomonedas son o no activos que tienen valor intrínseco. Como activos financieros que son se puede debatir si las monedas digitales tienen más o menos valor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo que da su valor a las criptomonedas, aunque sea de forma especulativa por el momento, es la tecnología que se encuentra detrás de cada proyecto.

De este modo podemos tener claro que independientemente del valor en el que cotiza un activo digital basado en la blockchain, la propia cadena de bloques y sus posibilidades es lo que despierta el interés de los inversores, no la moneda criptográfica en si.

¿Cómo puede evitar la tecnología blockchain la corrupción?

Una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía, sobretodo en los países de América Latina y el sur de Europa es la corrupción de las entidades financieras y los Gobiernos. Bitcoin nace como alternativa al sistema financiero actual, concretamente tras la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008.

En principio la moneda digital por excelencia fue concebida para luchar contra el dinero fiduciario y devolver el control del dinero a las personas. Además, el protocolo informático que hace posible su existencia tiene otros muchos usos que pueden combatir la corrupción y que vamos a analizar en este artículo. La blockchain se puede utilizar para todo aquello en lo que se busque almacenar información de forma descentralizada e inalterable. Actualmente existen muchos tipos de criptomonedas y sus características ofrecen distintas soluciones.

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Control de las personas del sistema financiero

La principal manera que tienen las criptomonedas en particular, y la tecnología blockchain en especial, es la de ofrecer a los usuarios un sistema de transferencia y almacenamiento de valor gratuito, internacional y que no está controlado por ninguna institución o gobierno. Es la propia red la que se regula sola siguiendo un protocolo de consenso mediante algoritmos.

Cuando las personas ganan dinero, deben depositarlo en una entidad financiera que les ofrece un servicio de almacenamiento. El problema es que los tenedores reales del dinero es la propia entidad. Las personas no son realmente dueñas del dinero. Si alguien duda de esto, puede informarse sobre lo acontecido estos últimos años en Argentina y en Chipre.

A todo lo anterior hay que sumarle la existencia de la llamada expansión cuantitativa. Una triquiñuela para tapar los agujeros y los problemas económicos que tiene como principal consecuencia negativa la devaluación de los ahorros de las clases medias. La tecnología blockchain permite la creación de activos, como Bitcoin, cuya oferta monetaria es limitada y no puede ser manipulada, y donde las transacciones son transparentes para todo el mundo.

Transparencia en los gastos públicos

Las personas pagan impuestos. Luego con ese dinero que el Estado ingresa se realizan los presupuestos. Pero los contribuyentes no tienen realmente la certeza que cuando dinero se ha ingresado y a donde va a ir dirigido.

La cadena de bloques funciona como un sistema de contabilidad público distribuido. Por tanto si los Estados añaden la tecnología a su gestión monetaria se podría crear un sistema en el que los fondos se gestionaran de forma transparente. Cualquier contribuyente podría consultar a que partida se destinan los fondos y la corrupción sería identificada inmediatamente sin posibilidad de ocultación.

Información histórica en la blockchain

La blockchain no permite solo el intercambio de activos financieros. También el de todo tipo de archivos que contengan información. Gracias a una cadena de bloques, se podrían almacenar los hechos históricos para la posteridad. La red no tiene caducidad ni limitación en su capacidad. Seguirá existiendo mientras haya al menos un nodo que la soporte.

De esta forma se podría guardar información relevante para el futuro, por ejemplo en el campo científico, evitando posibles pérdidas de información debido al paso del tiempo o por intereses personales o políticos. Es decir, con la tecnología blockchain se puede también evitar que la corrupción modifique el criterio científico o el conocimiento de los hechos históricos.

Donaciones y ONGs

Aunque no hay que poner en duda el trabajo que realizan las ONGs, ha habido casos de corrupción incluso dentro de las organizaciones para ayuda humanitaria. De hecho este es el principal argumento que utilizan muchas personas para no realizar donaciones, que el destino de los fondos es incierto.

Para este tipo de organizaciones sería más que recomendable la creación de una criptomoneda y la búsqueda de financiación mediante cripto activos. Así los donativos quedarían todos registrados en un libro contable que cualquier donante puede consultar. Existiría la seguridad de que en caso de no destinarse el dinero a los fines prometidos,  por ejemplo desviando fondos a una cartera personal, las personas que contribuyen con la ONG lo sabrían de inmediato y podrían tomar las medidas correspondientes.

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Elecciones

En los países democráticos y en general, en todos aquellos en los que se celebran elecciones, los sistemas de votación son algo anticuados. La entrega de votos se realiza en papel y el recuento de forma manual. En numerosos países se duda de la fiabilidad de este tipo de sistema. Además con los avances tecnológicos de hoy en día se podría hacer perfectamente elecciones mediante plataformas digitales.

A este respecto la blockchain serviría como medio de evitar la corrupción. Esto es atribuible tanto a los gobernantes como de los propios votantes. Un votante malintencionado con amplios conocimientos de informática podría manipular o duplicar votos.

Para evitar esto la cadena de bloques ofrece en su protocolo la posibilidad de crear contratos inteligentes con los que se podría controlar la verificación personal, y  se podría evitar la corrupción ya que todos los votos quedarían registrados en el registro público, de tal forma que cualquier persona podría comprobar si hay votos duplicados o si existen algún otro problema. Además el recuento es automático. No es necesario para que las personas voten más que un ordenador y un software. Esto implica además un ahorro notable para la administración, además del incremento de seguridad y transparencia.

Conclusión

Hemos analizado cuáles serían los posibles usos que tiene la blockchain para evitar la corrupción. Sin embargo, la posible utilización de esta tecnología no se queda aquí y va mucho más allá. Aún se encuentra en una de sus primeras fases de evolución. Prácticamente todo puede estar conectado a una blockchain que asegure su transparencia y su autenticidad.

Gracias a esta tecnología, es posible que el futuro la humanidad no necesite de ningún tipo de organismo regulador. La cadena de bloques permite que la regulación se realice de forma automática. Siempre serán más fiables las matemáticas que la voluntad de las personas. Independientemente de que a una persona quiera o no invertir en criptomonedas, debe ser consciente de las ventajas que ofrecen. La forma en la que las sociedades se relacionan tendrá grandes cambios. No es solo un nuevo sistema financiero. Es una tecnología que puede cambiar el propio concepto de civilización tal como lo conocemos. También puede ser un refugio en la próxima crisis económica.

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