Qué es la volatilidad y cómo afecta a los mercados
La volatilidad es un elemento constante en los mercados financieros. Según las características de cada mercado esta puede ser mayor o menor. En este artículo vamos analizar todo con respecto a la volatilidad y su relación con el riesgo.
Como introducción, hay que destacar que a todos los inversores la volatilidad es algo que les ofrece un gran respeto. De hecho, es uno de los motivos principales por los que una persona puede decidir si entrar o no en un determinado mercado.
Por ejemplo, el mercado de las criptomonedas, tiene una volatilidad muy alta. Esto es una gran ventaja porque ofrece grandes rentabilidades, pero, también, sino si tiene una estrategia de trading adecuada, puede suponer también grandes riesgos.
Cuanto más conservador es el perfil del inversor, más miedo suele tener a las variaciones bruscas en los mercados. Por tanto, personas que inviertan de una forma más conservadora siempre preferirán activos con una menor volatilidad. Por el contrario, la alta volatilidad es siempre adecuada para las personas que les guste el riesgo y sentir la adrenalina propia de los mercados.
¿Qué es la volatilidad aplicada a los mercados financieros?
La volatilidad, en su sentido puramente económico, se refiere a una estadística que se puede calcular mediante una fórmula matemática. No obstante, desde un punto de vista teórico, sin número de por medio que puedan dificultar su comprensión para aquellos que no sean expertos en materia financiera, se puede definir de la siguiente manera:
Hablamos de volatilidad cuando nos referimos a la variación en su valor de cotización de un determinado activo financiero con respecto a un período de tiempo determinado.
Explicado de una forma más sencilla, el concepto de volatilidad se refiere a cuanto a variado el precio de una acción, un metal precioso, una criptomoneda o cualquier otro activo entre dos fechas concretas (una inicial y una final).
Siguiendo este razonamiento, cuando mayor sea la variación de precio del activo en un período de tiempo más corto, mayor es la volatilidad. Por el contrario, si el activo financiero que se está estudiando requiere de grandes períodos de tiempo para tener variaciones considerables en su valor de cotización, tendrá una volatilidad baja.
La diferencia entre volatilidad y riesgo
Es bastante común confundir estos dos términos. La razón es que cuando la volatilidad es muy alta, también suele existir un gran riesgo de perder una gran cantidad de dinero en poco tiempo (también de ganarlo), aunque se trate de una pérdida impermanente.
No obstante, la volatilidad tiene una doble cara, porque tiene un alto potencial tanto de generar grandes pérdidas como de generar altos beneficios. A los inversores que les gusta operar en espacios de tiempo pequeños, lo que se conoce como trading intradía, les suele gustar mucho los activos con una alta volatilidad. Estos activos, operados de la forma correcta, pueden ofrecer una gran rentabilidad en muy poco tiempo.
Por otra parte, cuando se habla de riesgo, no se habla realmente de la volatilidad en el sentido de que pueda haber grandes cambios en el valor de cotización de un activo en un período de tiempo pequeño, tal como hemos analizado en el apartado anterior.
Por el contrario, cuando se habla de riesgo, se está haciendo referencia al hecho de que las acciones de una empresa o un determinado activo pueda o no quebrar. Es decir, desaparecer borrando todo el capital que se ha invertido, o al menos, un gran parte del mismo.
Por ejemplo, el oro es una inversión cuyo riesgo es prácticamente nulo, puesto que se trata de un activo que lleva usándose como reserva de valor por más de 5000 años. Sin embargo, las acciones de una empresa nueva que aún no ha encontrado su hueco en el mercado, pueden tener un amplio potencial, pero también un gran riesgo derivado.
Los diferentes tipos de volatilidad
La volatilidad no es un concepto único e inequívoco. Existen diferentes tipos que se pueden analizar por separado atendiendo a sus características y las situaciones en las que se produce. Principalmente, se pueden destacar cuatro tipos de volatilidad en los mercados financieros:
- Volatilidad en el precio (valor de cotización). Esta se produce de forma concreta cuando hay una fuerte variación entre la oferta y la demanda en un período de tiempo determinado, normalmente pequeño.
- La volatilidad histórica del activo. En la que se analiza los valores de volatilidad que ha tenido un activo a lo largo de su vida dentro del mercado. Esta puede variar de forma significativa dependiendo de la situación macroeconómica y las condiciones materiales, políticas y sociales.
- Las propiedades del mercado con respecto a su variación en los precios. En la que se tiene en cuenta la variación de los precios que tienen un mercado en su conjunto, no un activo concreto que se opere dentro del mismo.
- La que se produce de forma implícita al activo. La que es normal dentro de las características de propio mercado, por sus propias propiedades o la variación que se produce de forma natural entre la relación de la oferta y la demanda.
Su importancia en la psicología a la hora de invertir
El perfil psicológico del inversor es muy importante para definir a que niveles de volatilidad es capaz de estar expuesto. En este sentido entra el juego el concepto de dinero tranquilo y dinero nervioso.
El dinero tranquilo es aquel que no se necesita en el día a día para los gastos corrientes. Por tanto, es capaz de soportar una mayor volatilidad sin entrar en pánico.
Por el contrario, el dinero nervioso no será capaz de soportar grandes variaciones en el precio. Será habitual que este tipo de inversores no tengan paciencia y salgan del mercado en pérdidas.
La psicología es algo que se debe entrenar también de forma independiente al tipo de capital y el tipo de mercado en el que se invierta. Es probablemente el aspecto más importante para ser capaces de soportar la volatilidad propia de los mercados.
Estudiar la variación en los precios antes de invertir, es una buena opción para dormir tranquilo cuando se introduce capital dentro de cualquier mercado.