Paraíso fiscal. Definición, características y ejemplos
El término paraíso fiscal está muy presente en los debates sobre política económica en la actualidad. En muchas ocasiones no se usa de forma correcta ya que se tiene alguna intencionalidad ideológica o despectiva.
Hoy en día se entiende por paraíso fiscal prácticamente a cualquier lugar donde se paguen menos impuestos de los que se pagan en otro Estado o región con el que se entra en comparación. No obstante, esto es poco preciso y no entra dentro de la correcta definición de este concepto.
Tampoco un paraíso fiscal tiene porque ser un país pequeño o con un clima tropical. Esto es más bien un estereotipo que se ha ido forjando con el paso del tiempo.
Por todo lo anterior, en este artículo nos hemos propuesto definir de forma algo más precisa desde el punto de vista de la educación financiera que es un paraíso fiscal, así como hablar sobre sus características para saber identificarlos.
¿Qué es un paraíso fiscal según el diccionario económico y la OCDE?
Explicado de forma sencilla, un paraíso fiscal es todo aquel territorio en el que los ciudadanos pueden residir teniendo muy pocas obligaciones fiscales. Es decir, el régimen tributario existente es muy poco estricto o casi nulo.
Como es lógico, inevitablemente se entra en comparación, ya que se está hablando de un valor que no es absoluto. ¿Qué se consideran pocos impuestos? ¿Cuál sería el margen adecuado para estipular cuándo un lugar tiene un régimen tributario favorable para los ciudadanos?
La visión que se tenga en este punto variará notablemente según varios factores. En primer lugar, la ideología que tenga esa determinada persona, en especial con respecto a su opinión sobre los servicios públicos otorgados por el Estado. En segundo lugar, la consideración internacional y los países con los que se entre en comparación.
No es de extrañar por tanto, que haya diferentes listas de paraísos fiscales, en los que aparecen países distintos. Esto depende del organismo o el Estado que realice esta lista, normalmente tomando como ejemplo un valor de tributación que consideran ellos mismos como el mínimo, por debajo del cuál se considera un territorio como paraíso fiscal.
Por tanto, no se puede dar una definición exacta sobre que es un paraíso fiscal, pero si se pueden identificar según sus características. Como norma general, entenderemos como paraíso fiscal a todo territorio en el que se paguen pocos impuestos.
El concepto de pocos impuestos que tenga cada uno será diferente, pero de manera internacional se puede medir en que países se paga más o se paga menos. De esta forma, depende de cada cuál donde establecer el límite.
Las características que debe tener un paraíso fiscal
Para que se pueda incluir a un determinado territorio dentro de esta categoría es necesario que por lo menos, cumpla una serie de condiciones. De no ser así, se estaría confundiendo la definición económica con la intencionalidad ideológica. Estas características serían las siguientes:
- Existe una muy limitada carga tributaria para las empresas o incluso esta puede ser inexistente. Por lo general, no se pagan impuestos o estos solo los pagan los ciudadanos y no las empresas. Por tanto, no existe algo como el impuesto de sociedades o este es enormemente bajo en comparación al del resto de países de su entorno.
- Existe una transparencia con respecto a la titularidad empresarial y del capital bastante baja. Se protege el anonimato y el secreto bancario.
- La Ley permite que los ciudadanos y sus capitales estén protegidos a la intromisión sobre sus actividades por terceros países.
- Se ofrecen ventajas a las personas o empresas que depositen capital incluso cuando no son residentes o no tienen allí su domicilio fiscal.
En los paraísos fiscales, además, los regímenes tributarios suelen ser diferentes para los ciudadanos residentes y para los inversores extranjeros. El objetivo es atraer el capital de estos últimos para conseguir que inviertan en el país o depositen allí su dinero.
Las sociedades mercantiles Offshore
Una sociedad Offshore, se define como aquella que está formada a través de profesionales legales en un país en el que el propietario no es residente.
Se trata de sociedades empresariales que son legales pero que se utilizan en muchas ocasiones de forma ilegítima. Están por ello muy vinculadas a la existencia de paraísos fiscales ya que tienen el objetivo concreto de eludir impuestos.
También hay que distinguir entre lo que sería evadir impuestos, que es no hacer frente a una obligación de pago de los mismos y la elusión, que hace referencia a utilizar los vacíos o imprecisiones legales para no tener que pagarlos.
Lo primero es ilegal y supone un delito, lo segundo es legal y se realiza a través de abogados y personas expertas en el tema, que conocen bien la Ley y saben cuáles son sus cabos sueltos.
Es decir, no todas las sociedades Offshore tienen porque tener la intención de ocultar alguna actividad ilegal, pero a menudo se vinculan a estas.
La doble tributación
Cada vez es más habitual que un mayor número de personas obtengan ingresos desde distintas partes del mundo.
Por lo general, estas personas deberán pagar impuestos en el lugar donde residen. No obstante, existe una excepción, mediante un convenio bilateral entre los países, para evitar que un mismo impuesto tenga que ser afrontado dos veces.
Esta es una estrategia que se utiliza de manera común para pagar impuestos en un país en el que estos sean más bajos, aunque habitualmente se reside en un lugar en el que estos sean bastante más altos.
Algunos ejemplos de paraísos fiscales
Como hemos comentado, diferentes países u organizaciones estatales pueden tener y de hecho tienen, diferentes países en su lista de paraísos fiscales. Como ejemplo, vamos a enumerar los que están considerados de esta manera por la Comisión Europea:
Anguila, Dominica, Samoa Americana, Guam, Palaos, Panamá, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes, Vanuatu, Fiyi y Seychelles.
Como seguramente habrás notado, no aparecen algunos de los países que habitualmente se nombran o consideran como paraíso fiscal, como por ejemplo Suiza o Luxemburgo. Esto es un claro ejemplo de como esta consideración puede variar enormemente dependiendo de quien elabore la lista.