¿Nueva recesión en España? antecedentes y consecuencias
Un fantasma del pasado vuelve a asomarse en el horizonte económico, un eco que resuena en las calles, los mercados y las empresas de nuestro país. ¿Habrá una nueva recesión en España? Esta es la gran pregunta que ronda por los círculos financieros y por las comunidades de emprendedores.
En el mundo económico, una recesión se define como un período de decrecimiento general en la economía durante varios meses. Se caracteriza por caídas en el PIB, el ingreso real, el empleo, la producción industrial y las ventas al por mayor y al por menor.
Con respecto a este tema, el pasado tiene muchas lecciones que enseñarnos. Los antecedentes nos hablan de diferentes ciclos de expansión y contracción en la economía, que parecen ser inherentes a la naturaleza del sistema en el que vivimos. Por tanto, para comprender mejor lo que podría estar en camino, debemos mirar hacia atrás y estudiar ciertos patrones que se repiten de forma continuada.
No obstante, no todo es historia y datos numéricos. Las consecuencias de una recesión se sienten en la vida cotidiana de la gente. Una gran cantidad de trabajos pueden estar en juego, los ahorros pueden disminuir y la sensación de incertidumbre limita el consumo y el emprendimiento.
¿Qué es una recesión económica?
Para entender bien en qué consiste una recesión económica, lo ideal es que primero hablemos de ciclos económicos, los cuales son las fluctuaciones naturales de la economía entre períodos de crecimiento (expansión) y períodos de recesión (contracción).
Entonces, una recesión es un período de tiempo, normalmente con una duración de un mínimo de seis meses, donde se produce una disminución general en la actividad económica. Se analiza mediante indicadores económicos como el Producto Interno Bruto (PIB), el empleo, la inversión en bienes de capital y el poder adquisitivo de las familias.
¿Cómo se traduce esto en la vida real? En una recesión, por ejemplo, veremos a más personas perdiendo sus trabajos y menos inversión por parte de las empresas en la renovación de sus sistemas productivos. Seguramente, también notes que las familias gastan menos en sus compras.
No obstante, no todas las recesiones son iguales. Algunas son breves y relativamente suaves, mientras que otras son largas y causan un gran perjuicio a la economía de un determinado país. En cualquier caso, la idea es entender este fenómeno, no temerle, porque es algo con lo que hay que convivir y para lo que como ciudadanos podemos estar preparados.
¿Qué antecedentes de recesión hay en España?
Si tuviéramos que retroceder en nuestra historia reciente, podríamos decir que uno de los periodos más difíciles fue entre 2008 y 2014, período que estuvo marcado por una crisis financiera en la que España fue protagonista.
¿Recuerdas aquella época? Fue un periodo que comenzó con la crisis financiera mundial y se agravó en 2012, cuando España se encontró incapaz de rescatar su propio sector financiero y tuvo que solicitar un paquete de rescate de 100 mil millones de euros al Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM).
La causa principal de la crisis en España fue la burbuja inmobiliaria y un crecimiento insosteniblemente alto del PIB. El sector inmobiliario y de la construcción estaban en pleno auge, generando enormes ingresos fiscales que mantenían el superávit de ingresos del gobierno español, a pesar del fuerte aumento en el gasto, hasta 2007.
El superávit disfrazaba la creciente deuda hipotecaria de las familias españolas, que llegó a 650 mil millones de euros en el segundo trimestre de 2005, continuando su crecimiento al 25% por año entre 2001 y 2005. Unos años más tarde, en febrero de 2009, España, junto con otras economías europeas, entró oficialmente en recesión.
Después de algunas medidas de austeridad y reformas, España logró salir de esta recesión prolongada y profunda en 2013, y su economía comenzó a crecer una vez más, pero a pesar de la vuelta al crecimiento económico, la tasa de desempleo se mantuvo en un nivel históricamente alto superior al 20% hasta la primavera del 2015.
¿Por qué hay riesgo actualmente de que España entre en recesión?
En el caso de España, hay una serie de elementos específicos que se han alineado y podrían desequilibrar la balanza económica. Uno de estos es que se puede estar produciendo una nueva burbuja inmobiliaria.
Cuando los precios de la vivienda aumentan de forma desmedida, llega un momento en que la burbuja estalla y los precios caen en picado. De producirse esta situación, sin duda generará una serie de problemas económicos, como ya lo hizo en la crisis financiera de 2008.
Por otra parte, esta la cuestión del poco crecimiento económico. España es el país de la Unión Europea que más dificultades está teniendo para recuperar los niveles de producción previos a la pandemia. Además, también somos líderes en paro juvenil.
Además, la economía española depende en gran medida del sector financiero. Si este sector se ve amenazado o debilitado, puede arrastrar al resto de la economía con él. Teniendo en cuenta la situación actual con la guerra de Ucrania, los mercados no están precisamente con mucha confianza.
La realidad es que vivimos en un mundo globalizado y las economías de los distintos países están muy conectadas. Así que si las economías de los socios comerciales de España entran en recesión, como ya ha hecho Alemania, también afectará negativamente a la economía española.
¿Qué hacer si España entra en recesión?
Si eres empresario, es muy posible que debas ajustar tu modelo de negocio para adecuarte a la nueva realidad económica, lo que puede significar adaptar tus productos o servicios, o buscar nuevas formas de llegar a tus clientes.
Si eres un trabajador, debes adquirir nuevas habilidades para mantenerte activo en el mercado laboral. Especialmente relacionadas con el mundo tecnológico que es el que mayor cantidad de ofertas de trabajo realiza día a día.
Para los inversores, una recesión no parece precisamente el mejor momento para invertir. Siempre hay miedo de que los precios de los activos y las acciones sigan bajando. No obstante, recuerda que en cualquier mercado, lo que baja generalmente vuelve a subir.
Por tanto, una recesión puede ofrecer la oportunidad de invertir a precios muy bajos, con la esperanza de obtener ganancias cuando la economía se recupere.