Descuento por pronto pago – ¿Qué es?
¿Estás al cargo de una empresa o eres un trabajador autónomo y te cuesta demasiado que el cliente pague la totalidad de la factura? ¿Quieres una nueva estrategia que incite a que dicha deuda se complete? En este artículo hablaremos de qué es un descuento por pronto pago y de todo lo que deberías saber sobre él. Como se puede suponer, a casi cualquier empresa le interesa que el cliente se haga cargo del importe total de la factura rápidamente. Una táctica que está teniendo un gran efecto para con el cliente, es la siguiente. El proveedor de un servicio o bien fija el precio, pero a la vez da otra opción. Hace una rebaja o descuento en ese precio total de la factura al cliente que pague en ese plazo. El porcentaje puede variar a estimación oportuna de la empresa y posterior aceptación del cliente en cuestión.
En resumen, es un pacto al que llegan el comprador y vendedor, ofrecido por este último, que beneficia a los dos. El cliente paga menos y el vendedor recibe antes el dinero. En nuestro Real Decreto del año 2.007 se contemplan ese descuento por pronto pago que se puede aplicar a PYMES (Pequeña y Mediana Empresa). Mediante dicho decreto, aprobado por el PGC (Plan General de Contabilidad) para las PYMES, se marca el asiento contable como herramienta para el registro correcto de esos descuentos aplicados.
Hay varios términos de cierta relevancia que aconsejamos saber, ya que os ayudarán a comprender mejor su funcionamiento:
- Importe de descuento. Se refiere a esa cantidad del descuento cuando se ha aplicado su tasa.
- Tasa de descuento: Ese porcentaje del descuento por pronto pago aplicado a la factura.
- Plazo para el descuento. Es el tiempo establecido y acordado por ambas partes en el que dicho descuento tiene validez.
Descuento por pronto pago
La regulación española establece que, en caso de no fijar ningún plazo para ese descuento, nuestro cliente ha de abonar la factura. Una vez que haya empezado a disfrutar ese servicio o haya recibido el bien, tendrá que pagar a lo largo de los 30 días siguientes. En caso de haber establecido un plazo determinado, el tiempo cuenta desde que la factura electrónica es recibida por nuestro cliente. No se puede pasar de 60 días naturales para dicho pago.
La ley nos garantiza como clientes ese plazo en el que hemos de saldar la deuda con nuestro proveedor en menos de 30 días. Al mismo tiempo, el proveedor tiene la posibilidad de optar por motivar ese pago de factura más rápido. En este caso, es este descuento por pronto pago. Muchos negocios se estancan o han de cerrar por las facturas pendientes de cobro que tienen y no son capaces de recolectar. Antes de llegar a esta situación, podemos optar por esta vía y no enfrentarnos a este problema. Es cierto que un pequeño porcentaje lo estamos «regalando», aunque peor sería no cobrar nada. Además, como proveedor podemos jugar con el margen y seguir obteniendo beneficios después del descuento. Por no decir que reducimos considerablemente el riesgo de que se produzca un impago; la peor situación para una empresa.
En otros aspecto, estamos ofreciendo a nuestros clientes una mejor oferta, que da lugar a un mayor consumo e incremento de nuestros beneficios. Es aquí donde nos acordaremos de ese pequeño descuento y de su alta rentabilidad.
El plazo para aplicar el descuento y su tasa se encuentran entre ciertos valores. Es aconsejable para el comprador y vendedor elegir los más beneficiosos para ambas partes. Es muy recomendable que quién pueda aplicar este descuento por pronto pago, por lo menos valore todas las posibilidades.
Cómo se calcula
Si hemos incluido este descuento en nuestra factura, se ha de calcular en base al importe bruto correspondiente a esa factura. Este descuento es parte de dicha base imponible que determinará la aplicación del IVA. Una de las ventajas para el cliente es que se ve reducida la cantidad total a pagar y su IVA soportado.
Puede que también nos interese saber otras formas de incentivar el pago total de nuestros servicios o productos. Mediante descuento por un volumen concreto o rappel, por ejemplo. Es esa rebaja que se hace al cliente que supere una cantidad de producto determinado. Por ejemplo, si compramos una botella, nos saldrá a su precio público. En cambio, si compramos 200 botellas, lo habitual es que obtengamos un descuento.
Un descuento por pronto pago es negociable, independientemente de si se ha realizado la factura o no. Esta negociación puede afectar al proceso para el cálculo, ya que podría ser distinto. En cuanto a la cantidad a pagar neta, no varía. La correspondiente fórmula para este cálculo del descuento por pronto pago añadido a nuestra factura es:
- Tasa del descuento X importe bruto = Descuento por pronto pago
- Descuento por pronto pago – importe bruto = Importe después del descuento.
Para calcular ese importe, como podemos ver en la fórmula anterior, se aplica su tasa a ese precio original del servicio o bien. El cliente, cumpliendo con lo acordado, salda esa deuda en 15 días (el plazo establecido para el descuento). Esto ha provocado que esa cantidad que estaba pendiente se redujera al 98%. Ese 2% es el descuento que el cliente ha conseguido. Si el plazo se viera superado, el cliente estará obligado a abonar la factura con el importe sin descuento alguno. Para cumplir con nuestra responsabilidad financiera, en este caso, debemos saber cómo calcular un descuento de una forma correcta.
Ventajas del descuento por pronto pago
Si algo es infalible a la hora de atraer o provocar cierto interés en la economía es la palabra descuento. Traducida en nuestro cerebro es oportunidad, y las oportunidades no se dejan escapar. Aunque ahorremos poco dinero, es más que nada. Al ser una compra que realizamos igualmente, ganamos ese pequeño porcentaje. Pero no solamente los clientes salen beneficiados.
– Beneficios que obtiene el proveedor. Queriendo aprovechar la oportunidad de ese descuento, el cliente saldará la deuda en el tiempo estimado. Esto reduce de una manera muy clara el tiempo de pago por parte del comprador. No solamente no acumularemos facturas sin abonar, también dispondremos de ese dinero. Para la gestión de un negocio, el flujo de caja es muy importante. De nada valen las facturas pendientes de cobro cuando tenemos obligaciones para pagar en unos plazos establecidos.
El dinero que hemos conseguido en menos tiempo podremos emplearlo en invertir en nuestro negocio, mejorarlo o tener un colchón para cualquier imprevisto.
Se reduce el riesgo de tener que afrontar una futura pérdida mayor. Ese pequeño descuento es una pérdida inferior, si lo comparamos con las otras consecuencias que se pueden dar.
– Beneficios obtenidos por el comprador. En una sola operación el ahorro que puede suponer este descuento no tiene un gran impacto en nuestra economía. Que sea un pequeño porcentaje no quiere decir que no sea una buena oportunidad, ya que ese dinero podemos utilizarlo para otras necesidades. Además, si hacemos un cálculo de cuanto dinero nos podemos ahorrar a lo largo de doce meses, seguro que saldría una cantidad muy atractiva.
Tanto es esa cantidad que, a veces, sale rentable pedir un crédito al banco para pagar la factura en ese plazo. Para esta operación, hemos de fijarnos que el crédito tenga una tasa del interés menor por parte del vendedor.
Otra ventaja importante que se da es una relación más estrecha entre vendedor y cliente.
Consejo
Como hemos señalado anteriormente, resulta beneficioso acudir a nuestra entidad bancaria y afrontar el pago con la ayuda de un préstamo. Ese crédito pedido a un corto plazo, nos permite no dejar escapar esa oportunidad que nos ha ofrecido el proveedor. Al margen de que seamos particular o comerciante, esta operación puede ser beneficiosa para nuestros intereses. Para ello, se ha de hacer un análisis completo y una comprobación exhaustiva. El interés ofrecido por el banco, en muchos casos, no es muy alto. Esto permite que la operación mantenga su rentabilidad. A continuación, expondremos un ejemplo para visualizarlo:
Se le ofrece al comprador una factura con importe de 50.000 euros. Al mismo tiempo se le da otra opción; un descuento del 2% si hace el pago durante los próximos 15 días. En este caso, hemos de calcular cuánto es ese 2% y analizar si nos conviene. Al cumplir con las condiciones del vendedor, nos ahorraremos 1.000 euros. Es una cantidad importante y puede que se trate de una compra que tengamos que hacer tarde o temprano. La gran duda es si se trata de una mala o buena operación:
Buena operación. El coste de nuestro crédito bancario es menos que la rebaja ofrecida en ese descuento. Si pedir un crédito para abonar esa factura nos cuesta menos de esos 1.000 euros, es una buena operación.
Es posible que, hablando de facturas, también nos interese saber cómo recuperar el IVA de una factura impagada. En el caso de que seamos autónomos o empresarios, por desgracia, es una situación que conocemos demasiado bien. Ante un impago y sus correspondientes e inefectivas reclamaciones, podemos recuperar ese IVA que nos toca pagar.