Comprobante financiero – ¿Qué es?
¿Estás al tanto de todos los tipos de documentos que tu actividad o empresa necesita para su correcto desarrollo fiscal? ¿En términos de contabilidad y para llevar un exhaustivo control de tus finanzas empresariales, te gustaría tener un conocimiento avanzado? Si es así, este artículo te será de gran interés, ya que hablaremos exactamente de qué es un comprobante financiero. Para cumplir con nuestra responsabilidad financiera, primero hemos de saber qué necesitamos al respecto y proceder a su correcto desempeño. En este aspecto, la figura del asesor tiene una gran importancia para la vida de nuestra empresa y su rendimiento. Si ya es difícil y complicado crear una empresa con una idea que funcione, añadimos la tarea de la gestión. Aunque generemos una gran cantidad de ingresos, no podemos dar por hecho que estamos ganando una suma importante de dinero. Por muchos clientes que tengamos y productos que nos compren.
Para saber si una empresa es realmente rentable, hemos de fijarnos en los gastos mensuales y en unos factores concretos. Al mismo tiempo que conseguimos establecer una cantidad mínima de facturación, hemos de hacer la otra mitad de nuestro trabajo. Se trata de reducir los gastos al máximo, que es en ese apartado donde se generan los propios beneficios reales.
Por ejemplo, si nuestra empresa factura unos 10.000 euros al mes, pero tenemos de gasto 9.000 euros, el beneficio es de 1.000 euros. Si conseguimos reducir esos gastos a 6.000 euros, ya estaríamos ganando una suma importante. Si nos fijamos, no hemos incrementado la facturación, pero sí nuestros ingresos. Una parte de esos gastos que se generaban puede ser una contabilidad mal llevada. Es por este motivo que debemos conocer los documentos importantes que nos van a ayudar a controlar las finanzas. Con o sin asesor, debemos de asegurarnos que esta mentalidad esté presente.
Qué es un comprobante financiero
Un comprobante financiero, en lo que a la contabilidad respecto, es la documentación acreditativa de venta y compra entre ambas partes. Esta operación se puede tratar de una mercancía o un servicio, previo acuerdo. La factura correspondiente, como norma general nos permite comprobar el pago. Aunque también se encuentran en esta categoría el recibo del honorario o las liquidaciones de compra.
Como podemos suponer, es un documento clave que debemos tener a nuestra disposición. Para comprobar financieramente un hecho, únicamente contaremos con esta prueba. De esta manera, demostramos que la persona que recibe el servicio contratado o la mercancía adquirida ha efectuado el pago correspondiente.
Este comprobante contable es un documento con gran trascendencia para toda organización. Al margen de si trabajamos en el ámbito privado o público, es clave llevar un registro organizado de toda transacción en la empresa. Es en esta base informativa sobre la que respaldamos un estado financiero. A su vez, haremos un conveniente seguimiento de dicho estado que tiene nuestra empresa y de su proyección en cuanto al futuro crecimiento. Al mismo tiempo, gracias a este documento, podemos hacer un seguimiento de flujos correspondiente a toda área de la empresa. También conoceremos los datos del dinero que se ha ingresado y del gasto generado durante cada una de las etapas en un proceso operacional.
Gracias al constante avance de la tecnología, ya nos podemos despedir de cualquier libro físico. En su lugar, tenemos a nuestra disposición el software contable que nosotros elijamos, en función de nuestras necesidades. En ellos, se deja una constancia electrónica verificando cualquier hecho económico acaecido en la compañía a lo largo de un ejercicio contable. Así, cualquier operación puede ser ordenada, codificada y clasificada de forma segura, rápida y eficaz. Estas herramientas nos garantizan una gran cantidad de ventajas.
Comprobante financiero y características
Un comprobante de un pago tiene una naturaleza financiera. Es originado por la existencia de cualquier obligación comercial formada por dos partes actuando por iniciativa propia. Se emite este tipo de documento contable cuando se produzca una transacción. En esta operación mercantil una parte proporciona un servicio o bien a la otra parte, con el derecho al cobro establecido de manera previa. En lo que a legalidad se refiere, es obligatorio la conversación de estos documentos. De esta forma, podremos acreditar el IRPF soportado, el IVA, etc. Para ello, en todo tipo de comprobante financiero ha de aparecer:
- Qué comprobante se está emitiendo. En la parte superior del documento aparecerá el nombre de ese documento. Es la parte más importante, ya que según que nombre le demos o qué comprobante emitamos, puede tener validez o no.
- La fecha exacta de esa transacción y el origen.
- Una descripción breve del producto o servicio.
- La cantidad de esa operación para el reconocimiento de la misma y su concepto.
- Datos personales completos. Debemos de presentar está información en el documento, tanto de la persona que emite esa factura como del que la recibe.
Actualmente disponemos de plantillas para los diferentes tipos de documentos contables que una empresa ha de manejar. Con esta herramienta reducimos el riesgo de cometer algún error en casi toda su totalidad. No es nada profesional, de cara al cliente, enviarle un comprobante financiero erróneo y tengamos que volver a reenviar. O peor aún, enviarle el de otra persona, con la información tan sensible que puede tener.
Comprobante financiero y tipos
Como hemos mencionado anteriormente, nos podemos encontrar con diferentes comprobantes financieros. Estos están legislados y clasificados para saber qué tipo de transacción verifica. Los más populares dado su uso son:
– Comprobante para inicio. Al margen de que pertenezcamos a la primera o segunda categoría de contribuyente, es el principal comprobante para tributar que la compañía obtiene. Con este documento se certifica un estado económico correspondiente a esa entidad, en su momento de constitución. A partir de aquí es cuando se inicia la actividad comercial.
– Comprobante de los ingresos. Conocido como comprobante de pagos o caja general, es un documento que registra cualquier detalle en una transacción económica. Independientemente de que se haya efectuado con cheque, efectivo o cualquier otra forma de cobro. Esos ingresos se corresponden a operaciones como préstamos, aportación capital de inversionistas, anticipo del cliente o ventas, por ejemplo. Los datos de estos movimientos contables han de estar registrados conforme a la ley. En resumen, todo dinero que entre como ingreso, ha te contar con el respaldo pertinente.
Si queremos llevar nuestra contabilidad al día y ordenada, hemos de numerar consecutivamente los recibos de la caja. Otros datos a clasificar y disponer por un determinado orden son la razón social, el nombre, la fecha, la descripción o la firma. Si somos conscientes de la importancia del balance de situación en tu contabilidad, tendremos gran parte de nuestro trabajo hecho. Para saber cómo puede un emprendedor llevar su contabilidad, a parte de contratar a un asesor, podemos fijarnos en referentes empresariales que conozcamos. Estos pueden ser personas cercanas y locales o personas populares con cierto reconocimiento mediático y profesional.
Estos últimos suelen publicar libros contando su experiencia y cómo han llevado la gestión de su negocio. En cuanto a las decisiones que han tenido que tomar, también entran en la mentalidad y la actitud idónea para conseguir una determinada meta. Es lo que conocemos como ‘coaching empresarial’ que tantos seguidores está teniendo en los últimos años. Este fenómeno se debe al deseo del emprendedor de marcar la diferencia.
Más tipos
– Egresos y su comprobante. Se trata de un soporte de contabilidad que garantiza la existencia de un desembolso. Esa cuantía monetaria específica puede ser por adelanto de salarios, anticipos, pago a los proveedores u otra categoría de gasto que pueda tener una empresa. Cuando gestionamos un negocio, es fundamental hacer un seguimiento al detalle de cualquier gasto correspondiente a la actividad de la empresa. Además, hemos de disponer de los dichos comprobantes.
– Comprobante de traspaso. Este tipo de documento no tiene que ver con ningún egreso o ingreso en fondos. Más bien, se encarga de registrar movimientos de cualquier recurso propio de nuestra empresa. Dichos movimientos engloban los traspasos entre distintas cuentas bancarias, traslado de una caja a otra, etc.
– Comprobante nominal. En cuanto al pago que se efectúa para los empleados de una empresa, han de ser soportados por este documento. Dicho pago está formado por distintos valores como seguridad social, salario y deducción. Viene respaldada en su planilla correspondiente a la nómina. En ella, podemos ver una información completa del trabajador.
– Comprobante de crédito y débito. La nota del débito se usa para hacer el cargo de un valor superior a la cuenta del cliente. El motivo suele ser por un error o alguna incomparecencia en cuanto a liquidar una factura. Mientras que el crédito se encarga de registrar toda devolución o rebaja de cualquier mercancía no liquidada en facturación.
Las diferentes categorías de los comprobantes financieros que hemos visto anteriormente son los más utilizados y conocidos por cualquier empresa. Para tener una contabilidad ordenada, es preciso trabajar con total transparencia, rigurosidad y detalle. Cuando se trata de información sensible y clave para otros procesos financieros, hemos de guardar cierto rigor. Sin contar también la imagen que damos al cliente, cuando le emitimos cualquier tipo de documento.