Autónomos que cotizan por la base mínima

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¿Estás pensando en darte de alta como trabajador autónomo, pero no sabes qué categoría te corresponde o cómo deberías hacerlo? ¿Te surgen dudas respecto a los gastos que deriva esta opción laboral y quieres saber más sobre los posibles costes? Este artículo te será de gran interés, ya que hablaremos, concretamente, de los autónomos que cotizan por la base mínima.Existen muchas dudas y quejas de los pagos requeridos para el autónomo medio, ya que son excesivos para sus recursos. Una de las medidas, para paliar estos gastos a los que una persona ha de hacer frente, es cotizar menos. En muchas ocasiones, y sobre todo mirando al largo plazo, termina resultando muy perjudicial para nuestros intereses en el futuro. A la gran mayoría no les queda otra alternativa que elegir la cotización por la base mínima, dado las posibilidades. A lo largo del texto hablaremos de las posibles desventajas.

En referente a pensiones y asuntos de salud, hay consecuencias directas al descantarse por la base mínima. Se calcula una cifra superior al 90% de trabajadores autónomos, sin llegar a la edad de 47 años, que cotizan por esta base. De todos los autónomos, sin contar la edad, un 86% cotiza por esta base mínima. Exactamente, la cifra obtenida en el año 2019 era de casi mil personas. Esto nos permite sacar varias conclusiones como:

  • El autónomo, al margen de la cantidad de ingresos, es libre de elegir la base para cotizar.
  • Cuando supera la edad de 47 años no tienen la posibilidad de cotizar mediante una base que sea superior a 2.052 euros (año 2019).

El panorama, hoy en día, para la persona que quiera emprender no pinta muy bien. No sólo cuenta con los obstáculos ya inherentes a esta opción profesional, sino que hay de añadir los «impuestos» por el estado. Todo ello hace que un autónomo termine por desistir en el intento de emprender.

base mínima

Autónomos cotizan por base mínima

En el año 2019, esta cuota de cotización mínima del trabajador autonomo estaba en 283,30 euros por mes. Dejando al margen las bonificaciones a las que pudiera optar un autónomo, dadas sus circunstancias. Por ejemplo, la popular tarifa para nuevos autónomos de 50€, que tuvo gran éxito en cuestión de altas y promoción de empleo. Sin bonificaciones, pagar la cifra de 283,30 euros cada mes no es poca cosa. Si empezamos a sumar todos nuestros gastos fijos de cada mes, esta cifra no nos facilita para nada nuestro trabajo. Mas aún, si miramos el sueldo medio que los trabajadores autónomos tienen en España, el cual es demasiado bajo para todo lo que pagan.

La media, una vez calculadas las cotizaciones para la SS (Seguridad Social) y los impuestos, el trabajador autónomo cobra 10.000 euros al año. Esta media ha sido publicada por nuestra Agencia Tributaria. Como podemos ver, es menos de 1.000 euros al mes. Mucha gente puede pensar que es más que muchos de los sueldos de asalariados, y estaría en lo cierto. Pero, si ponemos en la balanza las horas de trabajo de un autónomo, sus obligaciones o su inversión, seguramente estemos de acuerdo en que es una cifra muy baja. Tampoco es suficiente para un empleado, pero si el autónomo tiene menos beneficios, tiene menos dinero para sueldos.

Siendo conscientes de los problemas a los que se enfrenta un emprendedor y sabiendo que pueden elegir la cantidad a cotizar, es comprensible que elijan la mínima. Aún teniendo en cuenta las consecuencias que esta decisión pueda tener, a muchos no les queda otra alternativa. Para elegir una base superior, necesitarían la ayuda del Gobierno. Con una rebaja en las cuotas o impuestos, podrían cotizar más y contratar a más empleados. O mejorar las condiciones.

Las prestaciones

En cuanto a acceder a una prestación por enfermedad, nos encontramos que no es tanta dicha «ayuda». Al cotizar por esa base mínima, aunque nuestros ingresos sean elevados, no tenemos una gran cantidad. En el caso de que nos pongamos enfermos y no podamos trabajar, pasaremos a solicitar dicha baja. Aunque no esté bien protegido, tenemos ese derecho como trabajador autónomo que está cotizando. Para saber cuánto nos corresponde, contamos con los siguientes cálculos:

  • Por una contingencia común. Se percibe un 60% de nuestra base reguladora, en el transcurso de los 21 primeros días. A partir de esa fecha, se pasará a un 75%. Pasándolo a números exactos, y habiendo elegido una cotización mínima, estaríamos cobrando poco más de 600 euros al mes. Esta cantidad es si pedimos una baja por motivo de enfermedad.
  • Por una contingencia profesional. En este caso, percibimos directamente un 75% respecto a nuestra base reguladora. En términos numéricos, la cantidad sería de 708 euros cada mes.

Por si fuera poco, nunca mejor dicho, a este dinero que recibimos se le restaba la cuota que pagamos como autónomo de manera mensual. Es decir, en mejor de los casos 50€ y por lo general 283,30 euros. A partir del año 2019, se estableció que solamente se pagaba la cuota correspondiente al primer mes de baja. Ya en el segundo mes nos liberamos de ese gasto a asumir, aliviando un poco más la situación del trabajador. No es que solucione por completo el problema que hay con la poca cobertura respecto a las bajas, pero nos mejora un poco la situación.
En la actualidad, se sigue trabajando e intentando mejorar las condiciones del trabajador autónomo. Hemos de decir que este tipo de cambios no pueden ser de golpe, ya que afecta a la economía de manera directa. Lo más lógico es que, de manera gradual, este tipo de emprendedores vayan ganando derechos.

Las pensiones

Una fuerte preocupación que los autónomos comparten con el resto de los ciudadanos es el tema de la jubilación. Si bien la baja por enfermedad puede evitarse a base de esfuerzos, ya que es normal que alguna vez estemos mal, la jubilación no. Tarde o temprano, esta situación se dará en el final de nuestra carrera profesional. La duda o triste certeza de muchos es saber cuánto les va a quedar de pensión para disfrutar el resto de sus vidas.

Para hacernos una idea de qué tipo de pensión nos quedará, hemos de tener en cuenta que el cálculo corresponde a nuestros 15-25 últimos años cotizados. El amplio rango de esta cifra se debe a que es progresiva. Se inición la cuenta en el año 2.012 (calculando la pensión teniendo en cuenta los 15 últimos años) y terminará en el año 2.022. Una vez llegados a este año, se calculará con los 25 últimos años de nuestra cotización para saber la cuantía de nuestra pensión.
Por ejemplo, si un trabajador autónomo se jubila en el año 2.016, la pensión que le corresponde se calculará contando sus 19 últimos años de cotización. Si decide jubilarse en el año 2.017, se tendrá como base para dicho cálculo los 20 últimos años, y así de manera sucesiva.

Si nos resulta un poco complicado de calcular o de saber, siempre se puede simplificar hablando en términos generales. Sacando la media de la pensión que corresponde a un autónomo, estaríamos hablando de unos 610 euros a recibir cada mes. No es ni mucho menos una jubilación digna, ni está cerca de serlo. Se han dado casos de autónomos cuyos beneficios eran elevados. Pero al cotizar por la base mínima, la pensión terminó siendo muy baja. Bien es cierto que cotizando por una base más alta tampoco es que nuestra pensión sea digna o suficiente.

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Posibilidades del trabajador autónomo

La solución es tan sencilla como utópica, en algunos casos. Con el objetivo de, en el futuro, tener una pensión más alta o una mayor prestación si estamos de baja por motivo de enfermedad, podemos cotizar por los ingresos que realmente tenemos. Varias asociaciones compuestas por autónomos recomiendan este camino, ya que a la larga es más beneficioso. Los motivos de elegir una cotización mínima pueden ser diversos. Se habla de que no están concienciados. Otros por falta de recursos y seguramente, la mayoría, por pocos ingresos o muchos impuestos.

Una estrategia de muchos trabajadores en régimen de autónomo es aumentar su cotización al estar en las puertas de la jubilación. Esta táctica se antoja insuficiente, ya que desde el año 2.012 se está ampliando el período de cotización mínimo. La conclusión que podemos sacar es la siguiente, elegir pagar más ahora o cobrar menos en un futuro. Difícil decisión, mas aún pasando un período tan inestable como el actual. Por desgracia, a mucha gente no le queda otra que  trabajar estando jubilado.

 Una posible solución es la ley para autónomos del año 2.017. Se trata de dar flexibilidad a los autónomos, en cuanto a elegir la base para cotización. Tienen la posibilidad de cambiar dicha base en cuatro ocasiones por año. Gracias a ello, contando con los períodos de mayor facturación, podrá elegir una base mayor. Cuando pase por una mala temporada o los meses en los que la facturación baja, puede reajustar esa base eligiendo una cotización mínima. Con esto, se intenta dar al autónomo un poco de aire para que pueda optar a una mejor jubilación, pudiendo adaptarse a los ingresos de cada momento. No es una solución definitiva, pero sí nos permite planear el retiro.

Otro tema que nos puede interesar es saber cómo solicitar el paro de autónomo.

 

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