Definición de contratar

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¿Quieres saber qué significa exactamente la palabra contratar en el mercado laboral? ¿Deseas estar en conocimiento de todos los derechos y deberes que tenemos en una contratación? Aunque estamos acostumbrados a firmar contratos, ya sea como cliente o como trabajador, poco sabemos de ellos. En este artículo hablaremos de la definición de contratar. Es importante que seamos conscientes del significado de esta palabra y, sobre todo, de la acción. Si bien puede depender del significado y el apartado en el que se realiza el contrato, la acción de contratar es la misma. Dicha acción significa llegar a un acuerdo para intercambiar un servicio por una cantidad estipulada, dentro de unas condiciones pactadas. En líneas generales, es una especie de acuerdo en el que aceptamos tener una relación con la otra parte. Este acuerdo queda reflejado en un contrato a fin de poder resolver conflictos laborales que puedan surgir en situaciones.

También puede que nos interese saber cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo o cómo hacer un contrato de aprendizaje. En un ambiente laboral, estas aptitudes y conocimientos nos facilitarán cualquier contratación. Si hablamos de la acción de contratar en un entorno laboral, nos referimos a las empresas. Estas hacen las contrataciones a fin de contar con los trabajadores para una determinada labor. La situación se suele formalizar dándole vida en forma de contrato, en el que se redactan las cláusulas y las condiciones pertinentes. Existe una obligación a cumplir, de ambas partes los acuerdos alcanzados en dicho documento. En el siguiente aparatado hablaremos de los tres tipos de contratos que hay y qué significan, en cuestión de acuerdos. Es importante saber qué estamos firmando y qué hay redactado en ese acuerdo, ya que deberemos cumplir con nuestra parte en el plazo acordado. Un contrato es una gran responsabilidad.

contratar

Contratar y tipos de contrato

Los contratos personales. En este tipo de documentos, las personas pueden ser tanto personas físicas como personas jurídicas. Deben tener la capacidad de cumplir con las condiciones pactadas, sin tener que otros terceros tengan que tomar parte. Las cláusulas han de estar del todo claras y redactadas. Como todos los contratos, se pueden plantear situaciones en las que el contrato pueda ser interrumpido por cualquier parte. Esto se debe hacer siempre cumpliendo con las condiciones estipuladas.

Los contratos reales. Se dan cuando hay una prestación de un servicio concreto y la compensación pertinente dependiendo del beneficio gracias a dicho servicio prestado.

Los contratos formales. En este tipo de contratos hay una presencia de un profesional, como puede ser notarios o testigos. Son contratos más estrictos, en los que prácticamente no quedan detalles en el aire.

Cuando se firma un contrato, se da por hecho que hay un consentimiento por ambas partes. Esta condición tiene que darse siempre, sino el acuerdo estaría anulado. Dicho documento ha de tener también un objetivo final, que podrá ser cualquier cosa sobre la que se llegue a un acuerdo. El último factor es la causa de la celebración del contrato y nunca debe ser simulada o fingida.

Hemos de tener claro estos tipos de contratos y ver cuál es el idóneo para nuestro deseo y situación. Un contrato es un acuerdo vinculante legal, por lo que hay que ser cautos respecto a cualquier firma. Hay muchos profesionales que nos pueden ayudar, tanto en la redacción, como en el desarrollo y la firma. Quizás hemos normalizado demasiado, de una manera descuidada, el hecho de firmar un contrato. Hemos de darle la importancia que realmente tiene, ya que debemos respetar todos los términos aceptados. De lo contrario, podemos tener problemas con el cumplimiento del mismo.

qué es contratar

Consejos

Contratar, estemos en la parte que estemos, es una gran responsabilidad. Ante un contrato, debemos de darnos tiempo para pensar y tomar una decisión tranquila. Actuar impulsivamente puede ser muy negativo para nuestro beneficio y no habrá marcha atrás. Para ello, si tenemos cualquier tipo de dudas, es aconsejable consultar con un profesional. Dependiendo el sector, podremos recurrir a un profesional u otro, contando su especialidad. Su aportación es clave, ya que velará por nuestros intereses para que no nos encontremos «atados» en una situación incómoda. En muchas ocasiones, supone la diferencia entre un gran contrato o un contrato que podría ser un grave error.

Hay que tener también precaución en los actuales contratos que se hacen por teléfono. Esta «moda» la suelen hacer las compañías telefónicas o de cualquier otro servicio para el hogar. Consiste en una grabación en el que nos van leyendo las condiciones y respondemos afirmativamente a cada pregunta. La ventaja, obviamente, es la comodidad. A pesar de ella, hay muchas desventajas. Por ejemplo, no nos da tiempo a pensar ni tenemos una copia del documento en nuestro poder. Lo más importante en el contrato es hacerse con una copia del mismo, ya que si no estaremos muy desprotegidos.

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