Trucos psicológicos para disparar tus ventas
Vender es todo un arte, pero para nadie es un secreto que el detonante de las ventas está en los juegos mentales en los que puedes hacer caer a las personas que llegarán a ser tus clientes. Quizás alguien está en búsqueda de un producto básico, o tienen algún caprichito por ahí que ha visto de oferta y no quiere dejar pasar; en todo caso, te presentaremos los trucos psicológicos más infalibles para disparar tus ventas.
No se trata de despertar en la gente este tipo de compra impulsiva en la cual todo lo quieren meter en el carrito; sin embargo, aunque no lo parezca, muchos de los productos que eliges no los necesitabas o ni si quiera tenías idea de que existían.
Todo esto tiene mucho que ver con los mecanismos mentales que dirigen tus acciones de compra; porque, aunque parece que cuando compras es porque así lo has decidido, no lo es realmente. Desde luego, nadie te obliga a comprar nada directamente, pero en cada contexto tu impulso de comprar es guiado por tu inconsciente.
Actualmente, el neuromarketing se ha encargado de estudiar todas estas manifestaciones y de diseñar estrategias de ventas basadas en las acciones que tomamos inconscientemente cuando vamos a elegir algún producto. Sin embargo, las empresas de la vieja escuela, los verdaderos guerreros en tema de ventas de toda la vida ya se sabían estos truquitos y los han aplicado siempre.
Tu mente está muy bien programada por tus preferencias y prioridades y, si no lo sabías, todas las páginas web, tiendas online, tiendas físicas y demás centros de venta están diseñados para captar clientes según esos dos criterios.
No te vamos a mostrar fórmulas milagrosas para que multitudes te compren tus productos; pero sí te vamos a explicar unos cuantos universales de psicología que puedes utilizar para que tus clientes piquen el anzuelo o por lo menos se interesen por la carnada que estás lanzando al mercado.
Haz que tus productos parezcan escasos
Si despiertas en las personas la urgencia de comprar debido a la escasez tendrás unas ventas de locura. Pareciera tonto, pero frases muy trilladas como “cupos limitados”, “últimos con descuento”, “el precio más bajo del año”, “edición especial” o “disponibles solo por esta semana” siguen funcionando muy bien.
También, colocar poca cantidad de artículos en stock puede crear la sensación de urgencia al consumidor. Esto le agrega un valor especial a tu producto o servicio; lo cual llama mucho la atención y hace que sea casi irresistible para los interesados. Por ejemplo, un truco infalible son los descuentos por pronto pago; es decir, si la persona paga antes del tiempo indicado o si es uno de los primeros en reservar o en pagar el producto o servicio le ofreces un descuento.
El miedo a perder el descuento o la oferta hará que las personas que realmente estén interesadas tomen acción con más rapidez de lo que te puedes imaginar. Por ejemplo, objetos como piedras preciosas y ciertas obras de arte se valoran más por causa de la escasez que hay de ellas; por tanto, en las subastas se logran vender con mayor rapidez, aunque tengan un alto precio.
Hacer sentir a tu cliente que el producto o servicio que le ofreces es algo exclusivo y especial siempre va a ayudarte a crear una noción de escasez. Esto psicológicamente despertará en las personas una ansiedad por comprar rápidamente.
Ofrece opciones o reemplazos irresistibles
Cuando le explicas al cliente todos los beneficios de comprar tu marca y creas un ambiente de escases; pero aún así no toman acción, quizá sea que ese producto o servicio en específico les parezca muy costoso. La idea no es rebajar los precios, porque vas a desvalorizarte; entonces, ¿qué puedes hacer? Ofrecer opciones o reemplazos irresistibles.
Por ejemplo, coloca como primera opción el producto o servicio bandera que quieres ofrecer, e inmediatamente, ofrece también una segunda opción que tenga menos beneficios pero que sea más económica. Esto puede llegar a convencer al posible comprador en caso de que tu primera opción no pueda adaptarse a su presupuesto.
En caso de que tu producto se agote, no dejes de ofrecer un reemplazo, porque entonces el cliente puede sentirse decepcionado si no le brindas una opción para solucionar sus necesidades. Presentar alternativas es un viejo truco que nunca falla.
Relativiza el valor de tus productos o servicios
Quizá tu producto o servicio en realidad es algo costoso. En ese caso, tienes que darle un valor agregado relativizando los posibles gastos de tu cliente. Por ejemplo, frases como “invertir con nosotros te sale más barato que una hamburguesa de Mac Donalds”, “Gana mucho invirtiendo lo que gastas en una taza de café” o “No vuelvas a gastar más en tal o tal cosa utilizando mi producto”
Esta manera de presentar los beneficios al consumir si elige tu marca se enfoca en los resultados y no en el precio, con el fin de desviar la atención de tu potencial cliente del tema monetario. Además, hace que tu producto parezca mucho más accesible de lo que puede ser en realidad e incluso le da un valor agregado que es el ahorro.
Justificar muy bien el precio de tu producto es un truco muy bueno para convencer. Si la gente percibe tu producto desde el valor y no desde el precio no lo va a pensar mucho para tomar acción y comprarte. Aun así, si todavía no pican la carnada, puedes ofrecer un descuento, pero solo luego de haberle dado valor a tu producto relativizando el precio; de lo contrario, desvalorizarás tu producto y hasta podrán llegar a desconfiar de los beneficios que les has presentado.
Demuestra la calidad de tus productos o servicios
La calidad es muy importante, por lo cual dejarla bien demarcada es básico para disparar tus ventas. Por ejemplo, un truco muy usado es indicar que tus productos tienen tal o cual sello de calidad de instituciones autorizada.
Si eres un abogado o un médico, deja que tus clientes conozcan tus títulos o pon a la vista tus credenciales profesionales. Esto es muy importante porque tiene que ver con generar confianza en el cliente respecto a la calidad que estás ofreciendo. Igualmente, si ofreces productos déjales saber que estos están cumpliendo con los estándares europeos que legalmente exige el rubro del mercado en el cual los estás ofreciendo.
Actualmente, un estándar de calidad que está muy de moda es todo lo que es amigable con el ambiente: lo biodegradable, lo natural, lo vegano, lo orgánico, lo ecológico, lo inclusivo, lo étnico y lo tecnológico.
Lo importante es que demuestres cierta certificación de calidad por parte de una entidad que sea reconocida como agente de autoridad en tu rubro con algún sello o aval. Por ejemplo, el Codex Alimemtarius o la ISO; para que el consumidor tenga alguna garantía de que tus productos están siendo controlados tanto en producción como en distribución.
Se la imagen de tu producto o servicio
Pareciera algo trillado, pero es que se trata de una verdad irrefutable: quien compra tu producto te compra a ti y quien contrata tus servicios te contrata a ti como ser humano. Por lo tanto, conviertete en la imagen de tu marca, no desconciertes la expectativa que tiene tu cliente de ti.
Por ejemplo, si vas a un nutricionista y te consigues que el que te atiende es una persona obesa ¿qué pensarías? Otro ejemplo, si vas a inscribirte en un gimnasio porque quieres bajar de peso y tu entrenador o entrenadora tiene sobre peso ¿cómo te sentirías? Ahora bien, no malinterpretes, que no tienen nada que ver con discriminación a las personas con sobre peso.
Si vas a invertir en una academia para aprender a conducir; no te va a gustar si notas que el carro personal del instructor tiene varias abolladuras por choques ¿cierto? Pues pasa lo mismo con los productos que ofreces. Si vas a vender dentífricos, enjuague bucal e hilo dental y tus clientes sienten que traes mal aliento seguramente huirán espantados y nunca comprarán tus productos.
Por esta razón, trata de armonizar tu imagen con tu marca, haz que la gente vea en tu vida el resultado que has obtenido utilizando o consumiendo tu producto. Esto no es un secreto, el testimonio personal es un truco muy antiguo de persuasión para disparar tus ventas.
Ensalada de trucos
Si en verdad quieres ver resultados a la velocidad de un parpadeo, el mejor truco es utilizar todas estas estrategias de manera combinadas con el mismo producto, pero en diferentes campañas. Por ejemplo, en una primera campaña te enfocas en la escasez y en proyectar la imagen de tu marca para vender por exclusividad; en una segunda campaña del mismo producto puedes hacer publicidad enfocándote la relativización del precio resaltando la calidad.
Haz de tus estrategias de marketing una ensalada de trucos; con ello, las personas no se van a aburrir de ver siempre la misma cara de tus productos o servicios y además los estás dando a conocer a detalle. Ya verás cómo puedes tener impresionantes resultados con solo poner en practica este modelo de dos campañas que te hemos dado.
Si conoces algunos otros truquitos de marketing para presentar tus productos o servicios y dispara tus ventas déjalo en los comentarios. Tu experiencia es valiosa para nosotros y para todos los que están indagando más sobre este tema.