Qué es un derivado

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¿Estás interesado en ampliar tus conocimientos en el mundo de las finanzas y quieres saber más de ciertos conceptos? ¿Crees necesario estar al corriente de cierta información para poder tomar mejores decisiones en situaciones concretas relacionadas con tu economía? En este artículo hablaremos exactamente de qué es un derivado y de todo lo que has de saber sobre él. Esta palabra se refiere al compromiso financiero del valor, mediante otro valor del activo que se subyace. En otras palabras, carece de valor, ya que va a depender del otro activo con el que se encuentra vinculado. Un contrato derivado no es algo que sea nuevo, ya que desde hace muchos años sirve para equilibrar un intercambio de servicios o vienes a nivel global. No obstante, la presencia de estos ha crecido sustancialmente debido a que ha restado importancia a esas distinciones existentes de una moneda con otra o de los diferentes sistemas contables. Esto hacía imposible o muy difícil las transacciones entre los usuarios.

En un derivado financiero, no es imperativo que dicho vendedor de ese contrato esté en posesión del activo. Puede facilitarle la cantidad de dinero necesaria a la persona que compra y así proceda a su adquisición. Otra manera es otorgar a ese comprador un contrato derivado más. La función de este derivado financiero es garantizar una inversión y especular. Así, en el caso de que un operador quiera especular en él, es posible que obtenga beneficios si su precio para la compra no es superior al precio de ese activo subyacente. Un ejemplo para que lo comprendamos mejor es el siguiente:

Queremos adquirir un contrato de futuro en relación con el activo con valor de 500 euros. Cuando este contrato finaliza, ese activo aumenta el valor hasta llegar a los 550 euros. Esa subida de 50 euros sería nuestro beneficio. Otra posibilidad es ganar con una caída en cuanto al precio para la venta de ese activo elegido. También sirven para cubrir o disminuir el riesgo inherente a cualquier operación a un corto plazo que pueda ser modificado por una fluctuación en su precio. derivado

Derivado

No hay solamente una categoría que engloba al derivado financiero. Podemos encontrarnos con muchos tipos, pero los tres más populares y utilizados son : Futuros (Futures), Permutas (Swaps) y Opciones (Options). En su mercado, se mueven cifras muy importantes que superan el millón de dólares. Su tamaño se debe a la gran variedad de derivado disponible para un activo (producto básico, acciones, bonos o monedas. Durante el 2.016, se informó de un hecho muy notable que nos da idea de la importancia de este mercado. La suma de contratos negociados derivados superaba a la cifra de 20 mil millones. El continente asiático estaba a la cabeza, con el 36% de ese volumen. Toda Europa contaba con el 20%, mientas que Norteamérica poseía un 34%, muy cerca de Asia.

En la actualidad, este mercado está diferenciado en dos partes:

– Over The Counter, con las siglas OTC. Otro nombre que reciben es el derivado extra bursátil. Se trata del contrato llevado a cabo de manera directa y privada. No tiene una cotización en bolsa y, generalmente, lo utilizan los bancos dedicados a invertir.
– Intercambios. Cuentan con una cotización en bolsa y la mayoría de los usuarios son inversionistas pequeños. En cuanto al contrato, es público y las condiciones podemos ver que están previamente acordadas.

Si estamos interesados en saber cómo trabajar siendo trader profesional, es beneficioso empezar a invertir a edad temprana. No quiere decir que dediquemos todo nuestro dinero a ello. Primero se ha de cumplir con nuestra responsabilidad financiera y necesidades básicas. El sobrante, puede estar destinado a cualquier interés propio.

Desventajas del derivado financiero

En ocasiones, muchos expertos son críticos con este tipo ya que sostienen que traen al mercado cierta volatilidad. A lo largo de la historia, la sociedad ha acusado a las personas que especulan por tener demasiada ambición en determinadas circunstancias. Cuando, por desgracia, ocurre un suceso trágico que provoca el incremento de ciertos activos necesarios para la vida, siempre hay alguien que se frota las manos. Al especular sobre un activo, el precio puede cambiar debido a esa acción y suele tener como consecuencia una burbuja de especulación. Esta burbuja provoca que un valor intrínseco del activo supere al precio en un mercado de circunstancias normales.

Al explotar esa burbuja de especulación, los resultados para el mercado son contundentes. Tanto que puede tener un gran impacto negativo en economías de todos los países. Un claro ejemplo que nos ayuda a comprender este concepto y además muy reciente fue la burbuja inmobiliaria creada en Estados Unidos y su distribución por Europa. España ha sido uno de los países más afectados, al «abrazar» toda tendencia con origen norteamericano. Hay miles de puntos de vista dados por diferentes expertos y una conclusión compartida; era evitable.

Si miramos toda la historia, cada ciertos años se repite un hecho trágico que provoca subida de precios y regulación. Se puede pensar que está todo planeado o provocado de manera consciente para que eso pase. O simplemente es fruto de nuestra mala gestión en los años anteriores. Cuando nos recuperamos de esa crisis, empezamos a tener hábitos que nos llevan a otra en el futuro. Existen personas que siguen la corriente y caen con la sociedad y otros que se anticipan a esos momentos difíciles y toman precauciones o sacan ventaja. Un ciudadano medio, normalmente, no tiene los recursos para anticiparse o tomar medidas previas.

Ventajas del derivado financiero

Una de las ventajas que podemos obtener es que podemos proteger nuestros intereses. Al tener esta cobertura, que es un sistema que reduce las pérdidas en diferentes posiciones, aseguramos salvar una parte. El motivo de esta posibilidad es que un producto derivado nos permite más flexibilidad que si operamos de manera directa con ese activo que subyace.

Si invertimos de la manera tradicional, se procede a la apertura de una posición a largo. En ella, se adquiere el activo que esperamos que experimente un crecimiento en el valor. Sin embargo, con un derivado, podremos especular en otros mercados con un precio a la baja, a través de abrir nuestra posición en corto.

Ciertos derivados tienen un margen para operar. En otras palabras, únicamente poseen un porcentaje de ese valor respectivo a su posición de cara a percibir ese riesgo total en el mercado. Con un uso total del valor en operación se calcula el beneficio. Si esa operación son llevadas a cabo con éxito, la ganancia aumenta considerablemente. El riesgo es que el mismo efecto se produce con las posibles pérdidas. Es por este motivo que es clave analizar la operación, su valor total y en su parte negativa el potencial.

A continuación, hablaremos de las características de los derivados y entraremos en detalle sobre algún tipo. Si estamos empezando a formarnos y queremos saber más de este sector, es recomendable rodearse de profesionales y aprender de manera gradual. Entrenar nuestra mente y obtener la experiencia necesaria son dos factores que deberíamos tener antes de dar ese paso. Además, existen programas virtuales que simulan la realidad con los que podemos practicar, hasta que estemos preparados. Puede que la posible recompensa sea muy atractiva y parezca una gran oportunidad, pero también hemos de fijarnos si el resultado se da en otra dirección y qué consecuencias tiene.

derivado

Características

Para identificar este producto debemos fijarnos en si:

  • Suele cotizar en el mercado bursátil, aunque es posible que lo haga en un mercado sin organización.
  • El precio y su modificación va a depender de ese activo subyacente.
  • La inversión al inicio es prácticamente inexistente o muy pequeña en comparación con otras opciones de inversión.
  • Su liquidación se corresponde a una determinada fecha.

Como ya hemos descrito antes, el derivado se trata del producto financiero que tiene un precio basándose en otro precio de un activo diferente. En este apartado detallaremos dos de las tres categorías que hemos mencionado al principio.

– Opciones. Cuando se invierte en este tipo, se procede al desembolso de una cantidad determinada que no suele ser significativa. Aquí, estamos operando con un riesgo menor en comparación con futuros. En caso de que esa operación salga mal, las pérdidas están limitadas a esta cantidad que hemos invertido de manera previa. Sin embargo, al hacernos con beneficios, sí que cabe la posibilidad de que no tenga límite alguno.
– Futuros. No se invierte ninguna cantidad de dinero para su adquisición. A cambio, nos comprometemos a pagarlos. Es un elevado riesgo que puede reperctur en grandes ganancias.

Si hacemos una comparación rápida, quizás sea más atractivo el segundo. Hemos leído que no invertimos nada y que podemos hacernos ricos con facilidad, o al menos es una conclusión que podemos sacar. Nuestra atención puede ir a este punto de manera inconsciente, por eso mismo hay que enfocarnos también en lo negativo. Adquirimos un compromiso de pago y podemos tener pérdidas. En cambio, la otra opción, parece la más inteligente. El punto clave es que podemos limitar esas pérdidas a la cantidad que hemos desembolsado. Un buen inversor no se deja influenciar por los posibles beneficios de manera ciega, sino que evalúa las posibilidades y reduce los riesgos en cada operación.

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