Actualmente, gracias a los efectos económicos causados por la pandemia los procedimiento administrativos para suspender o reducir el contrato su trabajadores es una realidad latente. Esta medida es beneficiosa desde el punto de vista de la prevención futura del desempleo. En otras palabras, con el ERTE podrás seguir conservando tu puesto de trabajo.
El Covid-19 se ha convertido rápidamente en una amenaza letal para el ser humano. Se ha cobrado la vida de miles de personas alrededor del mundo. Algunos lo atribuyen a un castigo divino, otros piensan que se trata de una estrategia para desestabilizar la economía mundial; mientras que hay quienes opinan que fue un virus creado en un laboratorio para reducir la población mundial.
Sin importar cuál haya sido el origen de este virus, ha causado grandes estragos que afectan y seguirán afectado la vida de millones de personas, quienes, además de lidiar con las cotidianidades, tienen que despedirse, prontamente, de seres queridos y evitar ser el próximo contagiado.
Por supuesto, entre las cotidianidades se encuentra el tener que trabajar para proveer para los miembros de la casa, ya que se siguen teniendo la necesidad de comer y pagar los servicios, entre muchos otros gastos adicionales. Pero, ¿cómo trabajar en medio de estas circunstancias? ¿Cómo trabajar y guardar la cuarentena al mismo tiempo?
En realidad, puede parecer una tarea casi imposible de llevar a cabo. Sin embargo, algunas empresas han ideado la manera de que sus empleados sigan trabajando desde casa, para no parar la economía del país. No obstante, existen trabajos que son netamente presenciales, ¿qué medidas se deben tomar en esos casos?
Es aquí donde entra en juego el ERTE. Se trata del Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Si hasta ahora no habías escuchado hablar de este término, en los próximos días notarás que se va haciendo cada vez más popular, en vista de las circunstancias mundiales de la actualidad.
Pero, ¿qué es el ERTE? ¿Cuál es su función e importancia? ¿qué otra cosa debes conocer sobre este Expediente de Regulación Temporal de Empleo? ¿En qué se relaciona contigo? Lo estaremos viendo en este breve artículo.
Los empresarios y trabajadores deben ir adaptándose a la transformación de todo los sistemas a la nueva normalidad. Ya no habrá una vuelta atrás, esta crisis nos demuestra que es momento de cambiar el orden de las cosas y los patrones de conducta sin poder elegir el pasado.
El teletrabajo, los negocios digitales y las telecomunicaciones serán el núcleo de cualquier empresa futura. Por lo tanto, los que deseen mantenerse activos y no sufrir mucho en este nuevo orden mundial, deberá tomar en cuanta los medios tecnológicos como herramienta fundamental para mantenerse en un puesto de trabajo.
El futuro ha llegado, la crisis sanitaria y económica abrió paso a una nueva manera de vivir en el mundo; pero sobre todo, una nueva forma de existir como empresa. Ahora bien, la formación continua en temas tecnológicos hará la diferencia entre las empresas para llegar a ser realmente competitivas y poder costear los gastos de producción; eso incluye la mano de obra.
Realmente el cambio era inminente, la pandemia solo aceleró el proceso de inserción a todos los ciudadanos a las nuevas estructuras laborales. Ánimo, que es un salto evolutivo.
¿En qué consiste el ERTE?
Se trata de un procedimiento administrativo mediante el cual un empresario puede suspender o reducir el contrato de trabajo de sus empleados, pero de forma temporal. Se puede realizar este trámite en algunas circunstancias específicas.
Por ejemplo, a fin de responder a causas económicas, organizativas o de producción causados por algunos hechos de fuerza mayor. Esta medida se toma para causar la exención de pago de la compañía hacia los trabajadores, ya que no los puede asumir por sí misma. Sin embargo, seguirá pagando las cotizaciones a la Seguridad Social.
Otras razones que llevan a aplicar esta medida son causas técnicas, es decir, cambios en los métodos de producción. También cambios en los sistemas y los métodos de trabajo del personal o las variaciones en la demanda de los productos o servicios que la empresa se encarga de comercializar.
Asimismo, es importante aclarar que las personas que se vean afectadas por el procedimiento, seguirán estando vinculadas con la empresa, pero sin cobrar su sueldo ni pagas extras ni vacaciones, mientras se esté en suspensión temporal y, por lo tanto, reversible. Lo que quiere decir que se trata de una medida que permite seguir conservando tu puesto de trabajo, pero solo eso.
Pero, ¿cómo sobreviven los trabajadores dentro de esta suspensión? Quienes se han visto afectados por esta medida, pueden solicitar el paro laboral, solo si han logrado cotizar más de 360 días o en caso de que sus rentas no sobrepasen el 75% del salario mínimo interprofesional.
No obstante, solo la empresa tiene la potestad de aplicar la suspensión de los contratos o la reducción de las jornadas trabajo e informar sobre el asunto a los representantes legales de los trabajadores y a las autoridades laborales.
De esta última idea se desprende lo siguiente, hay diferentes tipos de ERTE. Lo que sí tienen en común es que son temporales. Pueden aplicarse así:
- La suspensión de la actividad laboral por completo, por lo que la empresa cesa totalmente sus actividades.
- La reducción de la jornada laboral, la cual puede ser de 10% como mínimo y 70% como máximo. Pero, hay que aclarar que, dentro de esta reducción, la parte de la jornada que se deja de trabajar y, por tanto, de cobrar, es posible complementarla al solicitar la prestación por desempleo que corresponde a la parte proporcional que se deja sin trabajar.
¿Qué más necesitas saber sobre este procedimiento? ¿Cómo se tramita un ERTE? ¿Qué pasos hay que seguir para que sea válido?
¿Cómo se tramita?
Puesto que es un asunto de mucha importancia, es necesario que conozcas cuál es el procedimiento para que se lleve a la práctica:
- Lo primero que se debe hacer es crear una mesa de negociación. En ella debe haber un bando que represente a la empresa y uno, a los empleados.
- Cuando se haya comunicado a los trabajadores la intensión de poner en marcha el ERTE, ellos tendrán 15 días para conformar una comisión negociadora.
- Esta comisión se encargará de establecer un calendario de reuniones, como mínimo deben ser dos. Y, en cada una de ellas, se levantarán actas que deben ser firmadas por todos los asistentes.
- En caso de que se llegue a un acuerdo, la empresa debe notificar, tanto a los empleados como a la autoridad laboral, la decisión de suspender o reducir los contratos, en un plazo mínimo de 15 días.
- Sin embargo, si los trabajadores no están de acuerdo, pueden reclamar ante los tribunales, durante 20 días hábiles después de la notificación del ERTE.
- Si el juez falla a favor de los empleados, la empresa se verá en la obligación de readmitir a todos los trabajadores a sus puestos y, no conforme con ello, abonar la diferencia de sueldo que no se pagó mientras se llevaba a cabo el procedimiento.
Como es natural, independientemente del tipo de Expediente de Regulación Temporal de Empleo que se aplique, tiene un impacto en los trabajadores de la empresa. Pero, ¿hasta qué punto se ven afectados?
El efecto en los trabajadores
Cuando se suspende un contrato, significa que el trabajador ya no está obligado a prestar sus servicios, pero tampoco tiene derecho al abono de salarios por parte del empresario. Lo que quiere decir que, desde el mismo momento que se ponga en marcha, dejará de cobrar su nómina.
Claro, si cumple con las condiciones de acceso para disfrutar de las prestaciones, entonces podrá comenzar a cobrar el paro, y así no se queda sin ninguna fuente de ingresos.
Ahora bien, en el caso de que el ERTE que se aplique sea de reducción de jornada, cuando se haga efectivo, el trabajador comenzará a cobrar su nómina de acuerdo con las horas que trabaje y, siempre que cumpla con los requisitos, recibirá una prestación por desempleo por las horas que no trabaja.
Puesto que se trata de una medida temporal, la relación laboral entre las partes implicadas no finaliza, así que, en este caso, la empresa no tiene la obligación de darle alguna indemnización a los empleados.
Por otra parte, si la empresa decide que sus trabajadores continúen con sus actividades desde la casa, ni el salario ni ningún derecho de los trabajadores serán modificado en lo absoluto. Todo será igual, como si solo se hubiese cambiado la sede de trabajo.
En el caso de que la crisis se prolongue más de lo pensado, el empresario puede disponer de un tiempo determinado de duración del ERTE. Pero, si es el caso de que se soluciona antes de lo previsto, entonces puede pedir a los empleados que se reincorporen antes de lo acordado, para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.
Si bien es cierto que se trata de una medida drástica, su finalidad es proteger ambas partes involucradas en el ejercicio de trabajo, ya que una crisis, como el Coronavirus, por ejemplo, afecta no solo a la clase obrera, sino también a quienes presiden las empresas. De manera que podemos decir que es equilibrada e imparcial, ya que ambas partes tienen mucho que perder.