Qué es la deuda pública – datos actuales
Hay que reconocer que estos últimos treinta años en España el estado de bienestar se ha llegado a alcanzar a través del modelo del endeudamiento con Europa. Actualmente tenemos una deuda pública prácticamente del cien por cien del PIB, lamentablemente.
Desde 1991, todos los años a venido aumentando el déficit; esto lo que indica que es el sistema estructural es deficitario y debe modificarse; pues es como si tuvieras una empresa que durante treinta años te esté dando pérdidas, ¿no crees que tienes que modificar algo de su estructura? Básicamente, el país no se ha ido a la quiebra por el modelo de endeudamiento que ha asumido con la unión europea.
Así como en la selva sobrevive el más apto, a nivel económico, el país con mayores ingresos es el predominante y más sólido. Por ese motivo, se enfrentan en una constante lucha de poderes, porque desean ser la principal potencia del mundo.
No obstante, eso no se consigue tan fácil como soplar y hacer botellas. A fin de contar con un sistema económico sólido como una piedra, es necesario contar con ciertos requisitos, muchos de los cuales están condicionados a la posición geográfica en la que se encuentra el país.
Por ejemplo, un país exportador de productos del campo, siempre obtendrá menos ingresos que uno que sea exportador de petróleo o de otros minerales. Si alguien pudiera controlar la ubicación geográfica de su país, probablemente escogería la zona más rica y fructífera de la tierra. Pero la realidad es otra.
También influye los países vecinos y la forma en que se aprovechan de sus recursos. Por esa razón, en el mundo podemos encontrar varias categorías de etiquetas, entre ellas, la de los países tercermundistas.
Estos países suelen ser pobres, con un sistema de salud y sanitario muy precario. Ofrecen condiciones de vida muy lamentables para sus ciudadanos y su producción no es mayor que su consumo. Por eso, a fin de sobrevivir y salir a flote, se ven en la obligación de contraer deudas.
Sin embargo, en realidad son muy pocos los países que no adquieren esa deuda. Siempre necesitan de un financiamiento para poder poner en marcha sus proyectos, ya sean educativos, de salud, tecnológicos, entre otros.
¿Alguna vez te has preguntado qué tan grande es la deuda pública de España? ¿Te interesa conocer esta información? ¿En qué afecta esta deuda a nuestra economía? ¿Cuáles son las consecuencias para la población? Veamos.
¿Qué es la deuda pública?
Al hablar de la deuda pública, nos referimos al medio de financiación utilizado por las distintas administraciones públicas, cuando se ven en la necesidad de liquidez suficiente para poder llevar a cabo sus metas y proyectos.
Quien tiene la responsabilidad de emitirla es el Estado y sus organismos, y puede ser a corto, mediano o largo plazo, teniendo en cuenta cuáles son sus planes. Además, dependiendo de quién sea quien la adquiera, se puede clasificar como deuda interna y externa.
La deuda interna está relacionada con las inversiones que se hacen a nivel nacional, mientras que la externa enfoca su mira hacia los particulares y los estados extranjeros. Ahora bien, ¿cuáles son las deudas públicas?
Tal como lo hemos mencionado anteriormente, pueden ser emitidas de diferentes maneras. Tomando en cuenta esto, la deuda pública a corto plazo son las letras del tesoro. Reciben ese nombre porque caducan antes de un año.
Las de mediano plazo son los bonos, los cuales tienen la finalidad de impulsar las principales actividades económicas del Estado, ya sea la agricultura, la ganadería, la minería, entre otras similares.
Finalmente, la que está prevista a largo plazo es la que se emplea en casos que están fuera de lo común o en las grandes inversiones, las cuales ofrecen un período mucho más largo para que sean saldadas.
Ahora bien, sin importar cuál sea el caso, quien decida contraer la deuda pública, tendrá la obligación de cancelar una serie de pagos como intereses de dicha deuda.
La razón por la cual se emite una deuda pública es porque el Estado gasta mucho más de lo que ingresa en él por medio de la exportación de sus productos. Es decir, cuando surge el déficit público. Por lo tanto, la única manera de remediar la situación es acrecentando el tamaño de la deuda emitida.
Sin embargo, no hay que dejar a un lado factores como las crisis bancarias, las múltiples devaluaciones del tipo de cambio y que surjan nuevas obligaciones o responsabilidades.
En los países de Latinoamérica, las devaluaciones hacen que aumente el valor de la deuda expresada en dólares. Por ejemplo, al llegar a una devaluación del 30%, se produce un aumento del orden de 10 puntos en el total de la deuda. Es decir, la acrecienta.
Ahora bien, tal como lo mencionamos anteriormente, existen diferentes tipos de deudas públicas. Por ello, a continuación, estaremos hablando sobre sus características más representativas.
Tipos de deuda pública
Este concepto admite algunas variantes. Podemos encontrar cuatro tipos de deuda pública. A continuación, veremos en qué se diferencia una de la otra:
Las letras del tesoro
suelen ser muy habituales, ya que poseen un riesgo muy bajo. En otras palabras, quienes invierten en ellas, tienen muchas posibilidades de que el dinero regrese a sus manos, sin ningún contratiempo. Se pueden adquirir para vencimientos de los múltiplos de 3. Es decir, a 3, 6, 9 o 12 meses.
Puesto que su fecha de vencimiento es de poca duración, son ideales para invertir en ellos a corto y mediano plazo. Como ya lo mencionamos anteriormente, caducan al año y, en cuanto a la cantidad a invertir admitida, debe ser múltiplo de mil, es decir, 1000 euros, 2000, etc.
Los bonos del Estado
Se diferencia de las letras del tesoro en que su fecha de vencimiento suele ser mayor, lo cual la convierte en una deuda perfecta para obtener rendimientos a mediano y largo plazo. Son valores que son emitidos para que abarquen 2, 3 y hasta 5 años. En cuanto a los intereses que se reciben, estos se pagarán cada año.
Por otra parte, el pago de la deuda se realiza mediante cupones. Sus intereses se prefijan al adquirir el bono. De manera que la persona que lo recibe, tendrá la oportunidad de conocer con anticipación la cantidad del importe aproximado que va a recibir.
Anteriormente, estos cupones llegaron a ser utilizados como moneda o letra de cambio, y eran separados del título de deuda para poder ser cobrados. Hoy día, aunque ya no se usen en físico, mantienen su nombre y cumplen la misma función.
Las obligaciones del Estado
Tienen prácticamente las mismas funciones de los bonos del Estado, con la diferencia de que cuentan con un plazo de 10, 15 y hasta 30 años. Lo que quiere decir que se trata de inversiones que se realizan a plazos muy largos.
Con relación a su rendimiento, están relacionados al cobro del cupón, al cual se refiere a los intereses anuales que se han generado gracias a la inversión hecha y por la diferencia que existe entre el valor de la compra y el de su amortización.
Las emisiones en monedas extranjeras
esta deuda es muy difícil de adquirir, en vista de que van destinadas a inversiones institucionales. Son emitidas en otras monedas, como yenes, dólares, libras esterlinas, entre otras, lo cual aumenta en gran manera el riesgo de cambio y no son recomendadas por las instituciones para los pequeños y medianos inversionistas.
Ahora que tenemos un conocimiento general de lo que es la deuda pública, porqué se adquiere y cuántos tipos existen, es importante conocer cuál es la deuda pública que existe en España. Veámoslo ahora mismo.
España y la deuda pública
Con respecto al caso específico de España, para el mes de mayo hubo un incremento considerable en la deuda pública. De hecho, está casi 24 millones de euros por encima a las cifras que se manejaron para el mes de abril.
En un abrir y cerrar de ojos pasó de 1.234.694 millones a 1.257.818 millones. Por lo cual, podemos decir que, para mayo, la deuda llegó al 99,76% del PIB. Al hacer una comparación con mayo de 2019, nos encontramos con un crecimiento de la deuda de 947€ por cada habitante. Estas cifras posicionan a España en los primeros lugares de la lista mundial de países con mayor deuda pública.
La deuda pública de España es el resultado de la suma de todas sus deudas, las cuales pueden ser expresadas como cuantías, es decir, mediante millones de dólares o como porcentaje sobre el PIB o Producto Interno Bruto.
Ahora bien, en vista de las repercusiones negativas que tiene esta deuda para el país, y para todos sus habitantes, surge la pregunta ¿es posible aminorar esta deuda? ¿Qué estrategias puede implementar el Estado para conseguirlo?
¿Cómo reducir la deuda pública?
Con relación a este tema, muchos emiten su opinión sobre lo que parece ser mejor para el país. Sin embargo, lo cierto es que, mientras no se haga algo al respecto, esta deuda irá en aumento, y más al tomar en consideración la crisis sanitaria mundial, ocasionada por el Covid-19, en la que nos encontramos en la actualidad, lo que ha generado una mayor inversión en materia de salud.
Entre las posibles soluciones se encuentran: la generación de un superávit fiscal primario. Gracias a esta medida, se lograría frenar el incremento de la deuda, así como reducir su tamaño. Sin embargo, el gran contratiempo es que, para lograrlo, se deben seguir realizando ajustes y recortes significativos del gasto público.
Por otra parte, también se puede aplicar una quita sobre el patrimonio neto de todas las familias. En otras palabras, se debe crear un impuesto especial, el cual tendría un efecto negativo en sus finanzas personales.
Este dinero recaudado, tendría la finalidad de amortizar la deuda que tiene en Estado. Sin embargo, esta no es considerada como una solución viable. Por ello, ha dejado de ser considerada por el Fondo Monetario Internacional en su último informe.
También está la posibilidad de declarar un default. Lo que quiere decir que se suspenderían los pagos. Esta, si se quiere, es la solución más simple para reducir el tamaño de la deuda.
Por otra parte, la posibilidad de que haya una devaluación monetaria está descartada por completo, ya que solo traería más problemas económicos para el país. Si bien es cierto que todas estas medidas son drásticas y, por tanto, dolorosas para todos, tarde o temprano se tendrá que aplicar alguna de ellas, pues las estadísticas muestran que la tendencia es a que la deuda pública vaya en aumento.
Es cierto que la responsabilidad de pagar esta deuda recae sobre los hombros del Estado. No obstante, ¿habrá algo que podamos hacer como ciudadanos responsables? ¡Por supuesto que sí! Algo que podemos hacer es no evadir el pago de los impuestos, ya que estos van destinados para financiar una serie de proyectos.
Si no se cuenta con los fonos suficientes, lo más probable es que se vean obligados a pedir otro financiamiento, lo que haría que la deuda pública crezca y crezca descontroladamente. Al poner nuestro granito de arena, contribuimos a un bienestar común. Además, tenemos la satisfacción de saber que estamos haciendo lo correcto, lo que nos corresponde hacer a cada uno.