¿Como emprendedor, te gustaría saber más sobre el concepto de empresa y todo lo que ello engloba? ¿Quieres saber los diferentes tipos de empresa que existen y la finalidad de cada uno de ellos? En este artículo hablaremos exactamente de qué es una microempresa y de todo lo que deberías saber sobre ella. Para empezar, hemos de saber qué es una empresa y que nos quede claro el concepto. Este término hace referencia a la agrupación creada para comercializar un producto o servicio, atendiendo a la demanda o necesidad del cliente. La microempresa es, como su propio nombre nos apunta, un tipo de empresa pequeña. Entre todos los tipos, es la de menor tamaño y es producida por una persona que emprende.
Dependiendo del país, la definición de esta palabra puede variar, atendiendo a cuestiones legales o puntos de vista diferentes. Generalmente, está compuesta por no más de diez empleados con una facturación baja. Lo más normal es que el propietario también sea un trabajador de la compañía, desempeñando funciones de empleado. La razón es obvia, ya que estamos hablando de una empresa con un tamaño pequeño, pocos recursos y empleados. El propietario no puede permitirse un sueldo extra para que él tenga tiempo libre.
Independientemente de nuestros planes, este es el primer paso más común a la hora de tratar de emprender. Al margen de que en un futuro se quiera desarrollar una actividad con mayor volumen, es recomendable empezar con pasos pequeños. Al formalizar esa actividad mediante la empresa, esta persona puede acceder a una cantidad económica mediante crédito. A lo largo del texto, iremos comentando las características, dificultades y ventajas que conlleva crear este tipo de empresas. No quiere decir que sea una opción mejor o peor, ya que depende enteramente de nuestras circunstancias o metas establecidas.
Microempresa
Este concepto, como ya hemos señalado anteriormente, vale para establecer ciertas diferencias entre empresas. Los datos que se tienen en cuenta son sus ingresos anuales o mensuales y el tamaño. Su creación atiende a varias razones. Por ejemplo, un deseo de generar ingresos extra que nos ayuden a llegar a final de mes. Otro objetivo puede ser que queramos sacar rendimiento económico a una afición o habilidad. Sea cual sea nuestro plan, es un paso importante para poder ir creciendo a medio y largo plazo.
El empresario no suele tener grandes recursos y su impacto en la sociedad está reducido a la zona de acción directa. En cuanto al local, es posible que cuente con un pequeño espacio o trabaje desde su hogar con el objetivo de ahorrar gastos. Si bien tiene un máximo de empleados, la mayoría de los casos no cuenta con trabajadores a su cargo. Lo más importante para dar el paso es tener una idea concreta para desarrollar y un plan de acción que sea factible. Dentro de las opciones disponibles, podemos encontrar ciertas limitaciones en base a los recursos de los que disponemos. En este caso, se reducen considerablemente los caminos a tomar. Esto no quiere decir que no podamos alcanzar el éxito, ya que un primer paso, por pequeño que sea, siempre nos ayuda a avanzar.
Existen varios factores que ha de tener toda empresa, pero mas aún las que pertenecen a esta categoría. Una microempresa ha de dar un valor añadido para destacar sobre la competencia. No llega simplemente con tener un precio competitivo y calidad en el producto. Hoy en día, es muy factible conseguir estas condiciones. Lo que de verdad es un característica determinante es la atención que damos al cliente. Hacerle sentir especial y como en casa es una sensación predominante a la hora de elegir en qué negocio consumir.
Microempresa y características
Una microempresa tiene como límite seis trabajadores a su cuenta, con excepción de poder llegar hasta los diez. En la mayoría de este tipo de empresas, el propietario es un trabajador más. Además, se diferencia por tener una limitada facturación que no facilita un rápido crecimiento. Su incidencia en la comunidad es prácticamente inexistente, teniendo cierto impacto en su barrio, como mucho. Otra característica a destacar es la sencillez de su creación, aunque puede tener distintos niveles de facilidad en otros países. La razón es que podemos dedicarnos a hacer pasteles en nuestro hogar y comercializarlos, por ejemplo. Solamente necesitaremos registrar nuestra actividad de manera correcta y la cocina.
En su funcionamiento, se pueden distinguir una serie de actividades que son:
– Ofrecen un servicio. Es cuando se encarga de cubrir una necesidad o demanda de clientes en un sector determinado. Por conocimientos o formación adquirida, puede dar comercializar este servicio. Tenemos como ejemplo un gestor, que pone a nuestra disposición sus conocimientos para sacar un rendimiento económico.
– De producción. Su labor es transformar una materia prima en producto.
– En comercio. Se puede definir como un intermediario. Compra una serie de productos al proveedor y los comercializa con un margen de beneficio. Es el caso de los bares, cualquier tipo de tiendas, etc.
La forma en la que consiguen financiación es muy variada, aunque siempre con límites. Ya sea disponiendo de sus ahorros, préstamos de la familia o amigos y otras opciones similares. Este es uno de los primeros y más importantes obstáculos a los que se enfrentan. No solamente han de calcular la inversión inicial, sino el gasto de los primeros meses y cuánto han de facturar para que sea viable la operación.
Desventajas y ventajas
– Desventajas. Como cualquier otra opción, existen dos partes; negativa y positiva. Como puntos en contra, podemos encontrar los siguientes problemas:
- Producción limitada. Al disponer de unos recursos normalmente insuficientes y un tamaño pequeño, no da mucha opción de aumentar la producción.
- Financiación. Al ser un proyecto con un futuro incierto e inseguridad financiera, se encuentra con muchos obstáculos a la hora de pedir un crédito. Ha de ser una idea muy buena, respaldada por un plan de negocio completo. Solamente de esta manera, una compañía estaría dispuesta a invertir en nuestro proyecto.
- Herramientas. Todo aspecto de la microempresa está afectado por la economía. Al no disponer de grandes recursos, las herramientas de trabajo no van a ser las mejores. Esto perjudica la imagen de cara al cliente y el funcionamiento de nuestro negocio. Al no disponer de los mejores medios para desarrollar una tarea, el empleado encuentra dificultades o necesita más tiempo para la labor. Ese tiempo es traducido en dinero que perdemos nosotros. Si un trabajador, que cobra 8 euros la hora, tarda una hora más por esta razón, cada día perdemos esos 8 euros.
- Empleados. Se trata de personas sin experiencia, formación o conocimientos avanzados. Normalmente, se les da la primera oportunidad laboral en este tipo de empresas y van adquiriendo habilidades.
– Ventajas. No todo va a ser negativo, pero sí hemos de tener en cuenta los posibles problemas a los que nos podemos enfrentar. En esa balanza, para poder combatirlos y superarlos, hemos de saber qué beneficios podemos obtener:
- Ingresos. Una de las mayores ventajas, si se cumplen nuestros pronósticos, es que tenemos unos ingresos determinados. No dependemos de un jefe para ello, sino que lo estamos generando nosotros.
- Cambios. Debido a su tamaño, si detectamos algún fallo o aspecto que necesita una modificación, es más fácil si se trata de una microempresa. Al no tener un sistema elaborado y complejo, son cambios directos y que tienen un impacto inmediato.
- Bonificaciones. Puede que tengamos la posibilidad de acceder a algún concurso o ayuda ofrecida por el Gobierno. Para incentivar a que la gente emprenda y sea su propio jefe, reduciendo así el paro, suelen publicarse diferentes ayudas. Es necesario reunir ciertos requisitos y cumplir con el procedimiento establecido.
Consejos
Si siempre has querido ser tu propio jefe y saber cómo emprender un negocio, pero no dispones de los recursos necesarios, puede que esta sea una solución. Los comienzos suelen ser complicados y difíciles, pero no quiere decir que sean imposibles. Para ello, vamos a necesitar una visión de futuro, fuerza de voluntad y sacrificio. Puede que nuestro primer año no sea el esperado o estemos muy lejos de la meta que tenemos pensada. Esto no importa mientras sigamos en movimiento y avanzando. La clave es un crecimiento gradual para poder mantener esa posición. De nada sirve tener un éxito temporal y que no podamos responder a las expectativas generadas. Todo ha de ir rodado y proporcional a nuestra capacidad. Para ello, es conveniente tener siempre un pla nde acción y actualizarlo.
Otro factor determinante es conseguir desarrollar una marca. No importa que actividad profesional o económica desarrollemos. El cliente se siente más cercano a una serie de valores o impresiones que tiene de manera inconsciente. Si nuestra imagen es buena, seria y cercana tendremos mucho terreno ganado. Nuestra marca es la manera que tienen de relacionarnos y verse reflejados en cierta manera. En este sentido, las redes sociales juegan un papel muy importante. Nos permiten llegar a un mercado y tener un impacto sin límites. Aunque se ha de tener cuidado, ya que un mal uso puede acabar por enterrar nuestro negocio.