Cómo emprender un negocio
Es probable que estés estancado en una profesión que ha perdido todo el interés para ti y en la que ya no puedes seguir ascendiendo. Puede que seas uno de los afectados por la crisis que estalló en 2008 y que hayas perdido tu puesto de trabajo sin conseguir uno nuevo. Quizá eres un joven que acaba de finalizar sus estudios y tienes grandes inquietudes profesionales que no parecen poderse cubrir en el mercado laboral actual. O puede que tengas una gran idea y conozcas al dedillo el nicho de mercado en el que quieres entrar.
Sea cual sea tu caso es probable que estés pensando en emprender un negocio. Sin embargo puede que no tengas claro cómo hacerlo. En Dinero y Trabajo vamos a ayudarte para que aprendas a dar los primeros pasos en esta aventura sin igual.
No te podemos asegurar que vaya a funcionar, pero sí que podremos asesorarte para que puedas sentar unas bases sólidas sobre las que desarrollar tus inquietudes profesionales. ¿Te gustaría saber más al respecto? En ese caso, sigue leyendo.
Paso a paso para saber cómo emprender un negocio
Para ayudarte en tu nuevo proyecto laboral hemos querido crear una guía sencilla y muy didáctica con la podrás ir conociendo los pasos a seguir en esta aventura. Esperamos que te sirva de ayuda. También puedes encontrar inspiración en el artículo Cómo iniciar un negocio sin dinero
La idea de negocio
Sin duda el primer paso para poder montar un negocio es partir de una idea que pueda resultar óptima para crear una nueva empresa o un método alternativo con el que ganarte el sueldo. Puede que lleves muchos años trabajando para otros y conozcas tu nicho de mercado al dedillo. Quizá no tengas claro en qué emprender. Sea como fuere puedes conseguir ideas interesantes del siguiente modo:
- Busca algo que conozcas y que te guste. Piensa que le fin de crear este negocio es convertirlo en tu modo de vida. Puede que vendiéndolo a una gran compañía o cuidando de él hasta los restos. Sea como fuere, si quieres obtener buenos resultados tienes que conocer el mercado en el que te vas a mover y amarlo. Cuanta más pasión tengas por tu trabajo más fácil será obtener buenos resultados.
- Los consumidores son la clave. Detectar las necesidades que no están siendo satisfechas por los consumidores es la base para crear una buena idea de negocio.
- Busca productos y servicios ya existentes y mejóralos. Esta opción es bastante adecuada si has pasado muchos años trabajando para una empresa que ofrece unos productos o servicios. Es probable que en el desarrollo de tu trabajo te hayas dado cuenta de que hay una manera de mejorar este producto y conseguir atraer a más clientela.
- Genera la necesidad. Otra opción es crear una necesidad en los consumidores para poder añadir un nuevo producto en el mercado. Quizá esta es la opción más compleja y necesitarás conocer al dedillo tu nicho de mercado.
- Fíjate en otros emprendedores. A través de internet puedes consultar directorios de emprendedores y ver qué se cuece en el mercado. Estar a la última sobre las novedades en cuanto a creación de negocios será vital para que sepas qué funciona y qué no. Y también para sacar nuevas ideas.
Puedes encontrar información sobre Cómo abrir un bar o Cómo abrir una frutería o tienda de verduras y frutas en los siguientes enlaces.
Valorar si se trata de una idea prometedora
Por desgracia es bastante frecuente tener muchas ideas pero pocas que puedan funcionar adecuadamente. A veces lo más sencillo suele ser lo más complicado de encontrar. De ahí que una vez tengas claro qué quieres vender valores si se trata de un producto o servicio que verdaderamente va a tener demanda.
Una manera sencilla de valorarlo es hacer una investigación extensa sobre el mercado en el que vas a desenvolverte. Revisar si tu producto verdaderamente cubre una necesidad que no está satisfecha o si ofrece más que otros. Y sobre todo, comprender cómo funciona la competencia y si de verdad hay suficiente hueco como para añadir otra empresa.
El público objetivo
Sin duda uno de los errores más frecuentes que se cometen a la hora de montar un negocio es olvidar el público objetivo. Cualquier empresa que se precie ha de tener claro a quién va dirigido su producto o servicio. De otro modo será imposible determinar si habrá suficiente demanda y si de verdad cubre una necesidad real.
¿Sabes cómo averiguar cuál es tu público objetivo? Pues de menos a más. Te explicamos:
- Comienza segmentando el mercado que existe para tu producto. Debes de dividir este mercado en grupos de consumidores que compartan una serie de características. Por ejemplo edad, sexo, ubicación, rangos económicos, ingresos mensuales, estudios, cantidad de población dentro de ese mercado, etcétera.
- Busca el submercado más interesante. Una vez lo hayas hecho es el momento de buscar el submercado o submercados que pueden resultar más atractivos para introducir tu producto o servicio.
- El mercado de negocio ideal es aquel que no resulta excesivamente grande como para que tu producto se pierda. Ni excesivamente pequeño como para que no resulte rentable.
Análisis exhaustivo de tu público objetivo
Cuando ya tengas claro a qué público objetivo te vas dirigir será el momento de estudiarlo detenidamente. Este paso es vital para comprender de verdad qué necesidades tiene este grupo y afinar tu producto o servicio al máximo para que resulte atractivo a sus ojos.
Para comprender cómo funciona este público objetivo tendrás que analizar sus costumbres y gustos. Por ejemplo sus hábitos de consumo, sus preferencias, sus gustos, su forma de comprar (cada cuánto, importe que se gastan, lugares que visitan…), sus costumbres, etcétera.
Los métodos más interesantes para estudiar a tu público objetivo son:
- Observar a la competencia y las acciones de los clientes. Empresas como el Cliente Indiscreto sirven para este cometido. Te permitirán estudiar a la competencia y saber cómo funciona su negocio, dónde falla, etcétera. También sirve para valorar nuestra propia empresa.
- Las encuestas. Aplicaciones como Google Rewards te pueden dar la oportunidad de conocer los gustos de tu público objetivo a un módico precio.
- Entrevistas. Al igual que en el caso de las encuestas puedes realizar entrevistas cortas o de larga duración. Y hay que aprovechar este momento para hacer las preguntas adecuadas que nos ayuden a perfilar nuestro producto.
Conoce a tu competencia
No hay mejor manera de afinar un producto que conocer al dedillo a la competencia. De esta manera sabrás qué estrategias seguir para poder competir con ellos y resultar ganador.
El único modo de estudiar a tu competencia correctamente es realizar un análisis exhaustivo y tener claro qué es lo que nos interesa conocer. Por ejemplo sus estrategias de negocios, sus principales debilidades y fortalezas, etcétera.
Define tu nombre y la ubicación de tu negocio
Tan importante como conocer a la competencia es tener claro cómo vas a diferenciarte del resto con tu nombre. Y cuál va a ser la ubicación seleccionada para comenzar tu andadura empresarial.
Cómo elegir el nombre de tu negocio
Cuanto más sencillo y más fácil de recordar, mejor será. Piensa que ha de destacar entre el resto de los competidores y ha de quedarse en la memoria de los consumidores. Un método para seleccionar un nombre es estudiar a la competencia. Puedes acudir a internet y buscar directorios de empresas que entren en tu mercado objetivo y en el tipo de producto que vas a ofrecer. Esta puede ser una excelente fuente de inspiración para saber por dónde ir.
Busca nombres sencillos de recordar y de pronunciar. Y no olvides que han de quedar bien en campañas de marketing y a la hora de desarrollar la marca. Cuanto más fácil le resulte al consumidor acordarse de ti más opciones tienes de que se decante por tu negocio.
Y para la ubicación…
Una mala ubicación puede ser el final de una buena idea de negocio. Sobre todo si buscamos colocar un producto en el mercado. Selecciona la ubicación teniendo en cuenta tu público objetivo, la presencia de este en la zona, las vías de acceso que permiten llegar hasta él, si tiene buena visibilidad y bastante afluencia. No olvides pensar en los costes y en la competencia.
El plan de negocio
Sin duda una de las bases que permitirá que tu empresa prospere es crear un plan de negocio. Este es vital para todos los aspectos de tu nueva marca. Desde buscar posibles inversores hasta tener claro el organigrama de la empresa. En un plan de negocio no pueden faltar los siguientes elementos.
- Descripción detallada de tu empresa y sus objetivos. Es decir qué es lo que ofreces, cómo ha surgido, tu nicho de mercado, etcétera.
- Organigrama. Debe de quedar perfectamente reflejado el organigrama de tu empresa. Desde los puestos más altos a los más básicos. Es como una brújula para recursos humanos en la que podrás consultar los expertos y la cantidad de trabajadores requerida para que tu negocio funcione.
- Plan de operaciones. ¿Qué necesitas para poder poner en marcha tu negocio? ¿Cuáles son los requerimientos físicos? Por ejemplo, si fabricas un producto deberás explicarlo a conciencia en el plan de operaciones.
- Plan de marketing. Hoy en día le marketing es vital para poder poner en marcha tu negocio. No escatimes a la hora de estructurarlo pues gran parte de tu éxito será gracias a él.
- Estudio financiero. En un buen plan de negocio has de tener claro qué inversión necesitas en cada parte del proceso para poder seguir avanzando hasta el siguiente nivel. También deberás de tener claro cuáles van a ser tus beneficios aproximados. Este apartado puede ir actualizándose conforme tu empresa avance para ver si se cumplen los objetivos o si hay que ajustar en algo.
Aunque puede parecer que hay mucha información relevante lo importante es que se trate de un estudio al que se pueda acudir con facilidad y utilizar de guía. No es necesario que ocupe 300 páginas, sino que sea claro y fácil de entender. De esta manera llamará más la atención de los posibles inversores.
En busca de la financiación
Es muy probable que en tu nueva aventura empresarial no cuentes con el suficiente capital ahorrado como para poder comenzar a escalar posiciones y hacer tu negocio funcione. Cubrir la inversión inicial puede ser muy caro dependiendo de la empresa que quieras montar. De ahí que sea necesario buscar financiación para poder hacer realidad nuestro sueño empresarial. Las opciones que te ayudarán a escalar posiciones son:
Auto financiación
Es la fuente principal con la que daremos vida a nuestro negocio. Se trata de utilizar nuestros propios recursos económicos. Esta estrategia, además de proveernos de capital en las fases iniciales, demuestra a posibles inversores que estamos comprometidos con nuestra empresa.
FFF
Siglas en inglés que se refieren a Friends, Family and Fools. Es decir, amigos, familiares e incautos. Normalmente, además de nuestros propios ahorros, esta es la siguiente fuente de financiación a la que se acude para emprender un negocio.
Ayudas y subvenciones
Normalmente existen líneas de crédito alternativas por medio de las cuales podemos obtener financiación. Incluso para las primeras etapas de desarrollo de una empresa. También puede tratarse de ciertas bonificaciones que ofrece el Estado o incluso de asesoramiento. Entre las opciones para buscar financiación puedes acudir a los préstamos ICO. Echa un vistazo al artículo Cómo pedir un ICO para saber más. Pero las ayudas y subvenciones no siempre son a nivel económico. También puedes acudir al Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE) orientado a nuevos autónomos y emprendedores.
Las entidades financieras tradicionales (los bancos)
Desde que comenzara la crisis los bancos han cerrado el grifo de los créditos. Sobre todo para empresas de nueva generación. Por norma general solo ofrecen capital a aquellos negocios que ya están bien asentados y que no se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo.
Por medio de inversores
Hoy en día existen gran variedad de inversores que se interesan por la creación de nuevos negocios. Sin embargo las dos modalidades que más han prosperado dentro y fuera de nuestro país son:
- Business Angels. Este tipo de empresarios es capaz de invertir cantidades verdaderamente elevadas (hasta 200.000 €) en nuevos proyectos en los que confíen. Pero su gran ventaja no es solo el dinero, sino que además aportan sus contactos y experiencia al conjunto. Normalmente para apostar por un nuevo negocio buscan empresas con un buen plan de negocios que les permita recuperar su capital y obtener beneficios en una media de cinco años.
- Venture Capital o Capital Riesgo. En este caso la inversión se lleva a cabo por empresas de capital riesgo. Normalmente suelen sentir predilección hacia las startups. Sobre todo si se trata de empresas con alto potencial de crecimiento en muy poco tiempo. A cambio de su colaboración suelen quedarse con una parte importante de la empresa. Esta suele rondar entre el 30 % y el 30 % en forma de participaciones.
Constitución legal
Una vez tengas sentadas estas bases será el momento de constituir tu empresa legalmente. Para ello deberás de tomar ciertas determinaciones muy importantes:
- Saber si te vas a constituir como persona física o jurídica.
- Determinar el tipo de sociedad que vas a crear (S.A., S.L, S.L.U, etcétera)
- Registrar el nombre de tu negocio
- Redactar y elevar a escritura pública los datos de constitución de la empresa. Además deberás de inscribirte en los registros públicos.
- Seleccionar el tipo de régimen tributario en función de tus actividades.
- Obtener tu código de contribuyente.
La licencia de funcionamiento y el registro de la marca serán los últimos pasos para dar vida a tu nueva empresa.