El Método YNAB – La Mejor Manera de Llevar Un Presupuesto
¿Has pensado lo útil que sería un administrador para tus gastos personales? ¿Te gusta la idea, pero no lo ves viable económicamente? En este artículo hablaremos del método YNAB, ya que es la mejor manera de llevar un presupuesto. En cantidad de ocasiones se nos viene a la cabeza la gran ayuda que sería un sistema. Con este servicio podríamos calcular a la perfección los gastos futuros y nos evitaríamos numerosos contratiempos. Puede que no busquemos o no estemos decididos a contratar el servicio por su posible precio. Esto ya no es un obstáculo, al tenerla en una aplicación web que será de gran utilidad en nuestras finanzas personales. Un presupuesto mal hecho es bastante más caro, independientemente de los gastos extra. Todo tiene que ver con el tiempo, ya que si tomamos una mala decisión, el tiempo sigue corriendo y la necesidad no desaparece.
Para evitar este tipo de situaciones, es indispensable realizar un buen presupuesto. Para ello puede que nos interese saber qué son los gastos de capital y cómo reducir el presupuesto mensual. Estos dos conceptos son importantes a la hora de realizar un presupuesto adaptado. Al margen de estos factores, hay varios tipos de presupuestos. Según ante el que nos encontremos, deberemos de hacer un análisis u otro, para conseguir un resultado más beneficioso. Para saber cómo ahorrar más, es vital saber manejarse con un presupuesto. Con el método YNAB, sin tener esos conocimientos avanzados en economía, podremos realizar un buen presupuesto. Ya nada te parecerá que está escrito en otro idioma, pues su navegación por la aplicación es muy intuitiva. Al margen de tus nociones en economía y presupuestos, serás totalmente capaz para realizar esta tarea, sin la más mínima complicación. Cabe destacar que no es necesario estar en posesión de esta aplicación, pues copiando sólo el sistema lo podremos realizar en Excel.
Método YNAB
El método YNAB consiste en una serie de premisas a cumplir, en busca de un correcto prepuesto. Para ello, deberemos de:
No dejar ninguna cantidad de dinero sin destino. Esto quiere decir que todo el dinero que entre en casa debe de tener una función. Ya sea para gastos, ahorros, etc. De esta manera conseguiremos un presupuesto igualado, cuyo resultado suma cero.
Ahorrar. No todos los meses van a tener un balance monetario positivo. Por ello, en esos meses buenos debemos de ahorrar, para cuando vengan los malos, si vienen. En el peor de los casos, estaremos preparados para hacerles frente. En el mejor de los casos, tendremos un dinero extra que habremos ahorrado para cualquier imprevisto que pueda llegar a surgir,
Saber adaptarse a los contratiempos. Por muy bien hecho que este un presupuesto, no quiere decir que todo lo que hay en él se cumpla. Los imprevistos pueden desnivelar un poco nuestros cálculos. La solución es hacer de nuevo un cálculo y un presupuesto en base a esas situaciones que nos han generado un gasto extra.
No tener como objetivo sobrevivir quince días con el dinero. Hemos de ponernos metas más ambiciosas, con el fin de exigirnos más en la tarea de ahorrar. Aguantar hasta el próximo día de pago nos permitirá vivir más relajados. Aun así, también deberemos de ser capaces de sobrevivir más allá del día que cobremos, ya que puede pasar cualquier cosa y tendremos que estar preparados.
Todas estas premisas serán nuestros ‘Diez mandamientos’ para cumplir a raja tabla. Puede que, al principio, nos cueste un poco adaptarnos a estas costumbres. Seguir practicando y con la determinación del inicio es la clave para conseguir introducir estos cambios a nuestra vida.
Consejos
Para hacer un presupuesto como es debido, existen ciertos trucos que nos podrán servir de gran utilidad. A la hora de calcular, no hay que tener la cantidad de gastos justa. En este apartado, debemos escribir un apartado que llamaremos gastos extra. A ella se destina, de nuestro sueldo, una quinta parte. Este gasto extra es un apartado diferente a los gastos que ya podemos prever. Con ello conseguimos que si hay un gasto que no teníamos pensado, podemos hacerle frente gracias a este dinero. Si, por suerte, no hay más gastos de los que habíamos calculado, significa que ese dinero lo habremos ahorrado. También, en el apartado de gastos siempre es mejor poner una cantidad ligeramente superior en cada gasto. De esta manera, si actuamos en base a esa planificación y no a la realidad. Ese margen de euros que hay entre la realidad y nuestra planificación, a lo largo del año será un gran ahorro.
De la misma forma que abultamos los gastos en nuestro presupuesto, haremos lo contrario con los ingresos. El efecto y el fin es el mismo; contar con un dinero que no esperábamos. Con estos dos trucos, es muy improbable que un presupuesto salga mal y perdamos dinero. Porque en ambos casos estaremos preparados para que haya muchos gastos o pocos ingresos. Es una manera de evitar los contratiempos que puedan surgir en cualquier mes.