Inflación – ¿Qué es la inflación?
¿Estás interesado en adquirir conocimientos de economía y saber más de términos que afectan a un país? ¿Quieres tener una noción básica y saber cómo funcionan la subida y bajada de precios? En este artículo hablaremos exactamente de qué es la inflación y de todo lo que deberías saber sobre ella. También explicaremos cómo hacer el cálculo y los tipos que existen. Una inflación hace referencia al aumento, de manera general, en precios correspondientes a servicios y bienes, dentro de una economía por un tiempo concreto. Al escuchar este término, podemos determinar que los precios han experimentado una subida. Dicho de otra manera y por el motivo que conocemos así este concepto; están inflados.
Se da esta situación al aumentar de manera sostenida el precio de servicios y bienes en la economía. En otras palabras, el precio medio de todo servicio o bien incrementa. Esta subida desemboca, lógicamente, en un menor poder de adquisición del ciudadano. Al haber esta inflación, básicamente, gastamos el mismo dinero que antes pero compramos menos mercancías o contratamos menos servicios. Para poner un ejemplo ilustrativo, si el pan tiene un valor de 1€ y nuestro presupuesto mensual es de 30€, podremos comprar treinta barras al mes. Si, por la subida de precios, el pan alcanza un valor de 2€, únicamente podremos comprar quince unidades de pan por mes. Puede que nos interese, ya que está relacionado, saber qué es la ley de la oferta y la demanda y por qué las monedas estatales pierden valor.
La importancia de la inflación
Este fenómeno se da en la mayoría de los países. No en vano, el banco central de cada país intenta provocar una leve inflación que se mueve entre un 2% y un 3%. Es una medida para prevenir la deflación, que es justamente lo contrario, cuando los precios bajan. Este sería el peor escenario para un responsable de la economía en el país, ya que ralentizaría el crecimiento económico y el consumo. Por si fuera poco, podría llevar a un círculo de deflación con consecuencias nefastas para esa economía.
Cuando se estudia macroeconomía, y en política monetaria de un banco central, la inflación es de los conceptos más importantes. No en vano, el objetivo principal de BCE (Banco Central Europeo) es que los precios sean estables, con la oportuna inflación de un 2% al año.
El precio permite tanto al comprador saber el total del producto que se desea comprar, como al empresario que determine esa cantidad de dicho producto que quiere vender a un precio concreto. Además, garantiza que los recursos existentes se compartan de una manera eficaz que permita tener un equilibrio en el mercado. Aunque el escenario más común es que nos encontremos con la subida de los precios y su inevitable inflación.
Ventajas a considerar
Cuando se habla de la parte positiva de la inflación, mucha gente se pregunta que hay de bueno en pagar más por un producto. En realidad no es que sea una ventaja propiamente dicha en su origen, pero sí suele venir acompañada de una subida de sueldos. Para mantener ese poder de adquisición del ciudadano y que la economía no decaiga, el sueldo se suele equiparar con esa subida de los precios. El problema es cuando no hay proporcionalidad entre esos dos hechos y el sueldo no es suficiente para hacer frente a dicha inflación. En este apartado hablaremos de la parte positiva, siempre y cuando se mantenga estable y esté entre ese porcentaje que hemos comentado antes.
Cuando los precios se alzan, es más fácil que las deudas en un hogar, Gobierno o empresas y su valor se reduzcan. Es posible gracias a que si la economía pasa por un momento de inflación, el salario sube de manera equiparada. La deuda, en cambio, se mantiene como antes, lo que significa que su valor real es menor que antes de dicha subida.
Al experimentar una subida ligera de precios, incrementa el consumo. El motivo es que el consumidor aprovecha o se adelanta antes de que la inflación siga creciendo y los productos o servicios cuesten más. Es muy importante, ya que hace al dinero circular y la economía no se estanque. Se puede decir que dentro del capitalismo, este es su engranaje.
Inconvenientes a enfrentar
Poder de adquisición deteriorado. Como hemos señalado anteriormente, si esta subida de precios es mayor, en proporción, que la subida del salario, traer consecuencias negativas. Por mucho que cobremos un 5% más al año en nuestro trabajo, no va a llegar si estamos sufriendo una inflación del 10%. En este caso, gastando el mismo dinero, estaríamos adquiriendo menos mercancías o servicios. O lo que es lo mismo, no podríamos conservar la misma cantidad de nuestro salario a final de mes.
Otra consecuencia negativa es que no permite a la gente ahorrar tanto como antes. Al experimentar un período de inflación, nuestra moneda pierde valor. Esto motiva a mucha gente al consumo y gasto de ese dinero, al valer menos en un futuro. Para los inversores es la opción menos mala.
Inflación y su cálculo
Es una tarea muy complicada calcular la variación de los precios dentro de la economía. Para ello, contamos con dos indicadores principales que nos permiten saber cuánto suben esos precios:
El IPC (Índice del Precio de los Consumidores) se compone por distintos grupos como servicios y bienes, ropa, medicina, alimentos, transporte, ocio, vivienda, medicinas, etc.
El PIB (Producto Interior Bruto) es la otra vía para hacer dicho cálculo. Sabiendo la variación que han tenido los precios de los servicios y bienes que un país ha producido, podemos saber la inflación.
Causas que provocan la inflación
La subida de los precios puede atender a cuatro causas que detallaremos en este apartado.
– Inflación provocada por los costes. Se da este escenario al aumentar el precio de cualquier materia prima como puede ser petróleo, energía, cobre, etc. Esto disminuye el margen de beneficio de las empresas que lo producen y termina en un incremento del precio. La razón es que las compañías no asumen ese coste y lo «pasan» a intermediarios y/o consumidor final. Es todo una cadena, ya que si aumenta el coste de producción, aumenta el coste de intermediación y su precio final. Lo que nunca suele cambiar es que es el cliente final quien carga con la mayor parte de las consecuencias.
– Inflación por la demanda o consumo. Este tipo de subida responde a la famosa ley de demanda y oferta. Si una demanda de los bienes es mayor a la capacidad de la importación o producción de bienes, los precios suelen experimentar un aumento.
– Inflación preventiva. Es una reacción cuando se calcula que en un futuro vamos a sufrir una fuerte subida en los precios. El remedio es ajustar esos precios de manera gradual para que no se note de golpe ese cambio. Si, por ejemplo, la barra de pan cuesta 1€ y se determina que en cinco años alcanzará un valor de 3€, en ese lapso de tiempo se irá incrementando el precio paulatinamente.
– Inflación provocada por una expectativa de posible inflación. Es un circulo vicioso y es normal en un país que tiene una inflación alta. El trabajador pide, como es normal, que le suban el sueldo para poder hacer frente a esa subida de precios. Cuando una empresa sube el sueldo a los trabajadores, no asume finalmente ese coste. La solución que encuentran es subir los precios para generar ese beneficio extra y pagar a los trabajadores. En resumen, se empieza pagando un precio mayor, se continúa cobrando un poco más para finalmente pagar todavía más que antes.
Inflación y tipos
- Inflación subyacente. Es cuando el precio de productos energéticos se mantiene.
- Deflación. Es todo lo contrario a la inflación en sí, ya que los precios bajan.
- Estanflación. Es cuando hay inflación y al mismo tiempo decrece nuestro PIB.
Teniendo en cuenta el porcentaje del aumento, se puede establecer varios niveles de inflación que se pueden dar:
- Inflación moderada. Este primer nivel son las inflaciones que no pasan del 10% al año.
- Inflación galopante. En este nivel, hablamos de inflaciones totalmente desmedidas, pudiendo llegar hasta los tres dígitos.
- Hiperinflación. Este tipo de inflación es la causante de graves e importantes crisis económicas de un país, continente o mundial. Los precios llegan a subir un 1000% solamente en el año.
Para combatir cualquier cambio en la economía y precios de nuestro país, hemos de saber también las reglas básicas de finanzas personales. Es imposible que no nos afecte la economía mundial o la de nuestro país, pero sí tenemos la capacidad de amortiguar el golpe. No es fácil, ya que hace falta ser previsor, contar con información contrastada y saber interpretarla. Estas características son más necesarias aún si invertimos en bolsa, ya que tendremos en cuenta los precios de las materias primas, monedas y su tendencia. Saber interpretar un mercado no solamente nos permite ganar dinero con los posibles cambios que se puedan dar, sino gestionar el que ya tenemos de la manera correcta. Es por este motivo que existe gente que haya inflación o deflación, sigue manteniendo su poder adquisitivo o aumentándolo.