Imprimir dinero. La solución mágica a los problemas económicos
Hoy en día podríamos decir que nadie está exento de problemas económicos. La vida se vuelve cada vez más costosa y los problemas suelen incrementar su tamaño a medida que la familia también crece.
Para algunas parejas jóvenes resulta un verdadero reto salir adelante, económicamente hablando. Podemos imaginarnos entonces cómo sería la situación si hay niños en casa, a los que se les tienen que suplir sus necesidades básicas como, la vivienda, la alimentación, la vestimenta y los estudios seglares. Eso, sin tomar en cuenta el entretenimiento y la socialización.
Por otra parte, hay países en donde se puede trabajar para tener una buena alimentación. Sin embargo, los precios de las viviendas son muy elevados, por lo que nunca podrán aspirar a tener una.
En otros lugares, las viviendas son económicas y, muchas de ellas forman parte de la herencia familiar. No obstante, el tema relacionado con la salud es otra cosa. El precio de la atención médica puede llegar a sobrepasar los límites y hacerse totalmente inaccesible para la gran mayoría de las personas.
Tratando de buscar una solución permanente a los problemas económicos, algunas personas han hecho diferentes tipos de propuestas. Algunas de ellas pueden parecer muy descabelladas. No obstante, es importante analizarlas y ver las posibilidades de llevarlas a la práctica.
Solo de esta manera se podrá determinar si son viables o no. Para así reinventarse y crear nuevas alternativas.
Una de esas propuestas es imprimir dinero. De hecho, algunos creen que se trata de una solución mágica a los problemas económicos que afrontan las personas. Sin embargo, cabe preguntarse, ¿es esto realmente cierto? ¿Se trata solo de soplar y hacer botellas? Es decir, ¿es la solución al problema así de fácil? En este artículo lo estaremos viendo.
La verdadera solución de los problemas económicos
Algunos países han tratado de implementar esta medida desesperada para la solución de sus problemas económicos. Han impreso una gran cantidad de monedas y billetes y los han puesto a circular. Pero, no se han asegurado de contar con un respaldo económico para ese dinero.
Imprimir dinero puede llegar a generar una cierta sensación de alivio. No obstante, este alivio solo será momentáneo, ya que, a la larga, generará un problema aún mayor. Es decir, la devaluación de la moneda.
Cuando hablamos de devaluación de la moneda, nos referimos a que cada billete nuevo tendrá un valor que estará por debajo de las otras monedas. Al mismo tiempo, su valor adquisitivo también llegará a ser inferior en los mercados externos. O sea, en las relaciones comerciales con otros países.
Generar dinero nuevo no es sinónimo de riqueza. Más bien, puede acelerar el proceso que lleva a la inflación, ¿Por qué lo decimos? Porque este ofrece la alternativa de conseguir o tener acceso a bienes y servicios.
A fin de evitar que esto suceda, es apremiante que haya un verdadero equilibrio entre la economía y el dinero que está en circulación. Ahora bien, ¿cómo es posible encontrar ese equilibrio si nos hallamos en medio de una economía en crisis y una creciente impresión de dinero sin respaldo alguno?
Imprimir más dinero del que se pueda respaldar, podría darles a los ciudadanos la falsa impresión que el dinero que se encuentra en circulación es muestra de que se cuenta con una economía poderosa.
En vista de esto, llegarán a la conclusión de que pueden obtener bienes y servicios. De hecho, puede que lo hagan de forma precipitada y hasta acelerada. Lo que traería como consecuencia que se leven los precios de una manera abrupta y dar pie a una hiperinflación, cosa que sería contraproducente para todos en el país.
Si existe mayor cantidad de dinero circulante, no quiere decir que se puede comprar más. Por el contrario, cada uno de esos billetes tiene un menor poder adquisitivo. En otras palabras, se trata de un simple espejismo y nada más. La aparente prosperidad económica no es una realidad.
Muchas personas apoyan la iniciativa de imprimir dinero porque lo ven como una solución temporal a la crisis económica. Sin embargo, es importante tomar en cuenta tanto las ventajas como las desventajas que esto puede traer para la economía de todos los ciudadanos.
Por ese motivo, a continuación, en el siguiente subtítulo, estaremos hablando de lo que necesitas conocer sobre la iniciativa de imprimir dinero para solucionar los problemas económicos. ¿Es realmente una solución mágica o más bien agrava el problema?
Controla tus finanzas desde la impresión de dinero
Imprimir dinero puede aparentar ser muy ventajoso. Una de esas ventajas es que le ofrece al ciudadano la oportunidad de pagar con más facilidad en cualquier comercio o establecimiento. Ya que la mayoría de los comercios aceptan dinero en efectivo, a menos que trabajen con un tipo de moneda en específico.
Por otra parte, les da la oportunidad de tener un mayor control de sus finanzas. Al pagar en efectivo, pueden estar al tanto de cuánto están gastando y cuánto dinero les queda. De ese modo pueden dar un alto, o pensarlo dos veces, antes de hacer un nuevo gasto.
Al usar dinero en efectivo también se libran de las cuotas que tienen que pagar a los bancos por el uso de tarjetas de crédito y hasta de ahorro. Algunas personas no se dan cuenta de la gravedad del problema sino hasta que les llega un recibo con los intereses anuales que las tarjetas le han generado. Entonces ya es demasiado tarde.
Al analizar estas ventajas, podría decirse que imprimir dinero ofrece la oportunidad de consolidar la economía del país y le brinda una sensación de bienestar y prosperidad a los ciudadanos. Sin embargo, para ser objetivos hay que analizar la otra cara de la moneda, metafóricamente hablando.
Por ello, en el siguiente subtítulo estaremos analizando lo que necesitas conocer sobre la impresión de dinero como solución, aparentemente mágica, a los problemas de la economía.
Consejos para la impresión de dinero
Los que están a favor de la propuesta de imprimir dinero como una solución mágica a los problemas económicos, tienen su teoría y sus argumentos que prueban que se trata de una buena idea.
No obstante, como es de esperarse, los detractores también tienen sus argumentos, los cuales también pueden considerarse como igualmente válidos.
Ahora bien, para tomar una postura, con relación a esta iniciativa, es necesario conocer ambas partes y no solo una de ellas.
Contar con dinero en efectivo extra puede legar a ser una buena razón para gastar en cosas pequeñas. A este tipo de egresos se les conoce como gastos hormiga. Puede que no parezca significar mucho para el bolsillo. Sin embargo, cuando se ven en conjunto, puedes percibir mejor cuánto ha afectado tu economía.
Si no tenemos un control sobre este tipo de gastos, podrían llegar a afectar nuestras finanzas de forma irreversible.
Cuando la persona no es ordenada, resulta un problema contar con dinero adicional. Esto se debe a que no puede llevar un control de los gastos. Puede que, incluso, no sepa en qué gastó su dinero.
Imprimir dinero tampoco es la solución a la escasez de productos, ya que lo que en realidad se está haciendo es disimular el capital del vendedor, es decir, lo que tiene almacenado, para poder satisfacer la demanda que ha surgido a raíz del dinero que apareció de la nada.
También puede ocurrir que los trabajadores trabajen más para cobrar lo mismo o que los precios suban hasta las nubes, para que los trabajadores solo puedan comprar los bienes que han producido con su trabajo extra.
De modo que podríamos decir que imprimir dinero es una solución mágica al problema económico, porque tal como la magia, esto no es cierto.