Ganancia neta- ¿Qué es la ganancia neta?
¿Estás buscando adquirir conocimientos básicos de contabilidad empresarial? ¿Quieres saber los diferentes tipos de beneficios que existen? En este artículo hablaremos de qué es la ganancia neta y de todo lo que has de saber. Esta ganancia se da cuando una empresa consigue beneficios al finalizar su ejercicio económico. En todos estos ejercicios contables, la compañía hace el computo de diferentes operaciones, las cuales tienen:
El ingreso que, en una condición normal, proviene de una venta del servicio o bien al que nos dedicamos. También se puede dar por cualquier motivo no ordinario, como puede ser un aumento del valor de nuestro patrimonio.
El gasto que es posible que sea ordinario (el pago a proveedores, impuestos o a los trabajadores) o extraordinarios (disminución del valor en los activos)
Ambos apartados son integrados en un mismo documento de contabilidad. Este es obligatorio cuando confeccionamos la cuenta anual que recibe el nombre de cuenta de las ganancias y las pérdidas. El objetivo de dicha cuenta es establecer esa diferencia entre gastos e ingresos como resultado contable perteneciente al ejercicio. Al tener más ingresos que gastos, arrojamos un resultado positivo. En caso contrario, al haber más gastos que ingresos, estaríamos obteniendo pérdidas, en vez de ganancias.
Obviamente, para obtener ganancias, no depende de este resultado, sino que es consecuencia de una realidad concreta. Decisiones empresariales que hemos tomado, estrategia para desarrollar nuestra idea o cualquier otro criterio de funcionamiento. No deja de ser cierto que, en la justa medida, depende de qué gestión se esté llevando en la contabilidad, así como el criterio aplicable a su confección. Es ahí donde tomamos ciertas decisiones como el cómputo de deterioros concretos, la valoración o periodificación de gastos o ingresos. Estas opciones están disponibles siempre que respetemos la legislación vigente y actuemos dentro del marco legal.
Ganancia neta
Es importante no confundir ciertos tipos de ganancia, ya que puede ser peligroso y llevarnos a una situación desfavorable o imprevista. Por este motivo, en este apartado hablaremos de la diferencia entre una ganancia neta y bruta. Al margen de la ganancia neta dentro de un negocio, siendo el resultado de contabilidad, hay otro significado a tener en cuenta. En el contexto fiscal, no ha de haber una coincidencia entre el impuesto sobre sociedad que se declara con ese resultado en nuestra contabilidad.
Contra toda suposición, lo más frecuente es que sea diferente. Todo criterio al imputar gastos e ingresos, como la naturaleza de la computación temporal, cambia en nuestra normativa fiscal previo al impuesto de las sociedades. En este sentido, se debe cumplir con su ley y reglamento. Además de las otras normas en fiscalidad como cualquier resolución aprobadas por los diferentes organismos administrativos y judiciales.
Un consejos que damos desde aquí es saber en profundidad qué es el activo y el pasivo en contabilidad y la contabilidad financiera. Todos estos aspectos son importantes, no solamente generar ingresos y tener una facturación concreta. En consecuencia, debemos cumplir con nuestra responsabilidad financiera.
Características ganancia bruta
Ganancia bruta. Se refiere a esa diferencia entre ingresos de una empresa totales o la venta de servicios y productos y el costo directo relacionado con la venta y producción de esos servicios y productos. Es definido como el coste de bienes o coste de ventas. Este concepto también es conocido como renta bruta o margen bruto.
Es necesario entender el significado, ya que nos facilita poder ver una imagen completa sobre el funcionamiento de la directiva. En concreto, si gestiona de una manera efectiva y eficaz todo recurso y costo proveniente de la creación o fabricación de un servicio o producto. Una ganancia bruta se establece con el ingreso de una empresa o su total de venta y se resta todo el coste de esos artículos vendidos (coste de venta). Esta operación corresponde a un determinado espacio de tiempo. En e coste de los productos que se han vendido, o coste de las ventas, está el gasto del material, transporte, sueldo, flete y combustible necesario para esa creación o fabricación del servicio o producto. Estos ingresos los localizaremos generalmente en nuestra declaración de las ganancias, en su primer apartado.
Características ganancia neta
Ganancia neta. También conocida como renta neta, hace referencia a un total de los ingresos correspondientes a la compañía, al haber ya restado todos los gastos de venta y diferentes ganancias en un tiempo concreto. Es habitual que se calcule respecto a una base anual o trimestral. Al comparar esa ganancia neta con varios períodos, obtenemos una conclusión sobre la rentabilidad de nuestro negocio pasado un tiempo. Esto también nos permite saber si la dirección o gestión ha sido buena en ese transcurso de tiempo.
Al restar el coste de nuestras ventas, administrativos y generales, costo en cuanto a depreciación y tasas de ingresos más otra ganancia, obtenemos la ganancia neta. El gasto general, de venta y administrativo son comisiones de venta, marketing, gastos de desarrollo e investigación, publicidad, honorarios contables y legales, otros gastos generales administrativo, egresos y salarios de los empleados que no están involucrados de manera directa en esa fabricación del servicio o producto propio de la empresa. Estos pueden ser directores financieros, ejecutivos, empleados de desarrollo e investigación y administrativos.
Por depreciación entendemos una gradual disminución respecto al valor de activos como puede ser muebles, oficina, edicicios, etc. En la mitad de nuestra declaración de las ganancias, podemos ver este apartado. Mientras que una ganancia neta suele estar al término de esa declaración de las ganancias.
Ganancia neta y retenida
Ganancia neta y retenida. Estos dos conceptos están muy relacionados entre sí. La ganancia de utilidad o retenida es esa ganancia neta destinada a reinvertir en mejoras como equipo u obligaciones financieras, por ejemplo. Por tanto, no se procede al reparto correspondiente de este tipo de ganancias a los accionistas. Es decir, una ganancia retenida forma parte de nuestro patrimonio empresarial y está recogida en nuestro balance de la situación. En cambio, una ganancia neta, la podemos encontrar en nuestra cuenta de los resultados.
Si utilizamos un buen programa de contabilidad y facturación, podemos comprobar de una manera sencilla cualquier dato de nuestra actividad económica. En concreto, nuestra ganancia neta, ya que se calcula de manera automática. Para ello, hemos de introducir la información correcta en gastos e ingresos día a día, en un ejercicio económico. Esta es una de las ventajas en actualizar nuestro sistema contable y financiero. Hoy en día, tenemos diversas opciones muy económicas y asequibles que nos van a facilitar todas estas acciones. Cada vez, el uso del papel es menos frecuente, ya que tenemos la comodidad de usar los diferentes dispositivos móviles. Sumado a la ayuda de nuestro asesor, no tendremos que preocuparnos más de la gestión o la información a la que acceder en momentos determinados.
No basta con tener un coche y usar una gasolina de calidad, hay que saber conducirlo y elegir el camino más fácil de transitar. De eso se trata el control de nuestra empresa. No quiere decir que controlemos todo al mínimo detalle, si no que sepamos delegar y tengamos profesionales en nuestro entorno capaces de responder. Colocar a determinadas personas con determinadas responsabilidades es una de las decisiones más inteligentes y eficaces que se puede tomar al cargo de una compañía.
Aplicar el resultado contable
El primer paso a respetar en la aplicación de los resultados es el cumplimiento de la prevista reserva legal. Cuando haya beneficios en un ejercicio, ese 10% de nuestros beneficios van para nuestra reserva legal, hasta que esta alcance un 20% de nuestro capital social. Accederemos a dicha reserva únicamente para la compensación de las perdidas en ejercicios futuros, al no existir otro tipo de reservas destinadas a este fin.
Otra prestación que podemos encontrar en estas ganancias de un ejercicio es el equilibrio, compensando ejercicios anteriores negativos. Dependiendo de nuestras circunstancias y números, será una acción a realizar obligatoria. Está prohibido, si un patrimonio neto correspondiente a esa sociedad es inferior a su capital, cualquier reparto de dividendos obtenidos. En esta situación, esos beneficios irán a parar a regular esas pérdidas.
Una de las mejores opciones, en el caso de que esté disponible, es utilizar el beneficio para crear una reserva voluntaria. La famosa compensación en cuanto a pérdidas en anteriores ejercicios estará cubierta por esta reserva que hemos hecho voluntariamente. En ocasiones, no son tal voluntarias. Puede que un estatuto social ordene la creación de esta reserva. Es poder de la correspondiente Junta General considerar viable la creación de dichas reservas de manera voluntaria y decidir el uso que se le puede dar.
Teniendo en cuenta los tres puntos anteriores, nuestra Junta General podrá establecer un reparto de los beneficios para socios. Lo hará en forma de dividendos, guardando una proporcionalidad a cada socio y su participación, número de participación social o acciones. En este paso, se ha de respetar cualquier privilegio o beneficio intrínseco a cada acción que pudiera tener. Es viable hacer esta distribución con un cargo a reserva de la libre disposición. En cualquier caso, se ha de tener en cuenta el marco legal sobre el que se debe actuar y no salirse de él.