Dumping – ¿Qué es el dumping?

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¿Has visto o te has dado cuenta de alguna estrategia orquestada por una empresa que te ha parecido totalmente reprobable? ¿Quieres saber cómo llevan estas prácticas y qué consecuencias podría tener, con lo que la ley establece? En este artículo hablaremos sobre qué es el dumping y los beneficios a corto plazo que generan las empresas que lo realizan.

Partiendo de la base de que, por defecto, una empresa quiere generar los máximos beneficios posibles, esto puede llevar a no actuar de la forma correcta. Una gran mayoría adopta el lema de «el fin justifica todos los medios», con lo que todo vale para llegar a la  cima. En este caso, el término dumping se refiere a la competencia desleal. Se trata de que una empresa empieza a vender por un precio menor al precio común o a una cantidad inferior al costo del producto o servicio en sí. Con esto consiguen hacerse con el mercado, o con su gran mayoría. El objetivo final es hacerse dueños del mercado y eliminar a la competencia.

La palabra, o su uso más común, hace referencia en un contexto de comercio internacional y sus leyes. El caso exacto es cuando una empresa pone un precio totalmente inferior en cuanto a lo bienes que son exportados en comparación con el costo de producción en el país de origen. De esta manera, quitan posibles clientes a la empresa local y la eliminan.

Alguna gente puede pensar que esa táctica no es viable a corto plazo, ya que están literalmente perdiendo dinero con cada venta. Es una jugada empleada a largo plazo, lo que significa que esa empresa ha de tener un colchón. Son empresas con gran potencial y recursos económicos que se pueden permitir unas pérdidas a corto plazo. Cuando se han hecho con toda la competencia, tienen más clientes y recuperan esas «rebajas» que han hecho. La peor parte es que, una vez eliminado a los rivales, vuelven a subir los precios. Incluso por encima del valor inicial.

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Más datos sobre el dumping

Todos aquellos que estén a un favor del libre mercado ven con buenos ojos esta estrategia. El motivo es que los consumidores son los que ganan, ya que obtienen el servicio o producto por un precio mucho más bajo. Aunque esta puede que no sea el punto de vista más lógico o consensuado, porque no es bueno que una empresa se haga con el monopolio de un mercado. Al ser la única opción para los consumidores, la compañía tiene el poder de hacer, entre comillas, lo que quiera.

Por otra parte, los sindicalistas, así como otros que defienden a los obreros, tienen un pensamiento contrario. Piensan que activar mecanismos para dificultar o impedir el dumping ayuda a la empresa nacional. Disminuye las consecuencias más implacables del libre comercio y también entre la economía que se da en distintas etapas del desarrollo.

Hemos de recalcar que está práctica no está prohibida. La Organización Mundial de Comercio, conocida por sus siglas OMC, deja claro que es condenable, en los casos que pueda ser una amenaza o causa algún daño importante para una rama de una producción nacional en concreto, en un país importador. El hecho de que haya más empresas nacionales, favorece al país y a la larga al consumidor. De esta manera tendrá un trabajo mejor pagado y más opciones para la compra. Si las empresas nacionales pierden poder, el dinero se va del país, por lo que tiene que haber, al menos, cierto balance entre la importación y la exportación. Otro hecho favorable para el consumidor es que cuanta más competencia, el precio de la oferta mejora.

Tipos de dumping

Existen varios tipos de dumping, que atienden a diferentes motivos o expectativas. En este apartado hablaremos de las distintas maneras que nos podemos encontrar en el comercio empresarial.

– Esporádico. Este procedimiento atiende a otras razones distintas al apoderamiento de un mercado en concreto. En este caso en concreto, se se trata de una baja de precios cuando hay más producción de la esperada o más stock del que pueden o quieren mantener. A veces se pierde menos dinero casi «regalando» un producto o servicio que hacerse cargo de los costes de mantenimiento. El destino de estás liquidaciones son el extranjero, ya que de hacerlo en el propio país enviaría un mensaje erróneo a los clientes, provocando un cierto mareo por los movimientos de precio. Una vez bajados, difícilmente se pueden volver a subir. Es por este motivo que los sitúa en el mercado internacional. Gracias a esta decisión, el país importador se ve beneficiado en su bienestar potencial.

– Predatorio. Como ya hemos mencionado anteriormente, consiste en ofertar unos precios inalcanzables para la competencia, en el mercado de un país extranjero. Asumen las pérdidas próximas, con la idea y la seguridad de recuperarse económicamente cuando la competencia esté eliminada. Una vez han copado el mercado y sólo existe esta empresa, sube el precio bastante por encima de lo que ofrecía la competencia y las empresas locales. Dejan al consumidor sin ninguna alternativa ni ninguna otra opción de consumo.

– Persistente.– Persistente. Es, sin duda, el peor tipo de dumping. Al menos, el más desleal y menos ético. Se trata en el escenario en el que una empresa tiene el monopolio de un sector y saca una ventaja reprobable de ella. Eleva los precios todo lo posible y un poco más en su propio país y baja los precios en el extranjero para hacerse un hueco en el mercado internacional. Los dueños del monopolio juegan con el precio para hacer una discriminación entre los mercados. Hecho que logran siempre que se den dos condiciones:

  1. El mercado nacional y el extranjero se encuentren separados
  2. En referencia al producto, su elasticidad ha de ser distinta en ambos mercados. De esta forma, cuando la flexibilidad de la demanda es alta el producto baja de precio. Cuando la demanda no es tan flexible, el precio sube. Es decir, el precio va en función de la necesidad de los consumidores. A mayor necesidad o menos alternativas, más pagan.

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Consejos

Seguro que nuestra atención no ha sido ajena a varias empresas que se están imponiendo en un sector. Tales como Ubber o Cabify. En estas empresas cualquier persona puede ser conductor, ya que aquí podrás trabajar de chófer. Hay muchas opiniones encontradas en referencia a este tipo de empresas. Por un lado, está el cliente que encuentra un precio mucho más asequible. Por el otro lado se encuentran los taxistas que no pueden ofrecer esos precios. Al final todo se resume a ciertos intereses. Aunque no deja de ser cierto que hay un temor. Cuando se hayan hecho con el mercado, subirán los precios demasiado.

Está bien que queramos empezar a ahorrar, pero una de nuestras «obligaciones» como consumidor es apoyar a las empresas con ética. Hoy en día, casi cualquier compañía es capaz de hacer lo que sea con tal de tener una empresa competitiva. Como clientes, hemos de rechazar estás prácticas, aunque suponga pagar un coste mayor por el mismo producto. Si no lo hacemos por una estabilidad y para apoyar a la empresa que sí lo merece, hemos de hacerlo por nosotros mismos. Cuando nos hayamos quedado con sólo una alternativa, estaremos a merced de los deseos de esa compañía. Es ahí cuando nos daremos cuenta de lo poco inteligente que fue nuestra decisión como sociedad.

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