¿Cómo tener una empresa competitiva?
Si quieres emprender un negocio nuevo lo primero que debes estudiar es el mercado en el que te desenvolverás. Tener una empresa no solo se trata de contar con el apoyo financiero, legal y la infraestructura para poder emprender. Tener una empresa competitiva es la verdadera razón de ser de toda organización.
Mucho se habla sobre ¿cómo hacerle la competencia a una empresa? Sin embargo, la verdad es que este enfoque tradicional no te da muchos beneficios como emprendedor para hacerte líder del mercado en el que te desempeñas.
En este post te cambiaremos la perspectiva respecto a la “competitividad” de una empresa; te daremos la luces necesarias para que te des cuenta que el desarrollo organizacional es la base y el fundamento del éxito empresarial.
Una estructura exitosa
La eficacia en la competitividad de las empresas se desarrolla en función de estructuras organizacionales creadas para cumplir objetivos empresariales generales y metas en específico. Por esta razón, tienes que interesarte por analizar los nuevos modelos de organización para que actualices tu negocio.
Estar a l día con los modelos de negocio, te ofrece la oportunidad de seleccionar y aplicar el modelo más adecuado para el desarrollo de una empresa. Recuerda, dicho modelo influirá en el comportamiento organizacional, sin importar si tienes una pequeña, mediana o gran empresa.
Idalberto Chiavenato, en su obra llamada Comportamiento Organizacional: la dinámica en el éxito de las organizaciones; indica que existen actualmente tres modelos de negocios principales: la estructura de equipo, la organización virtual y la organización sin fronteras:
Equipos de trabajo
La estructura en equipo es la tendencia actual en los modelos de negocios. Esta propone actividades compartidas por cada miembro, así como comparten responsabilidades. Este modelo va eliminando las barreras entre departamentos, y extendiéndose a lo largo de toda la empresa. Además, es común que se establezcan unidades específicas que trabajan con autonomía; pero siempre teniendo un líder por cada unidad.
Estructura virtual
En segundo lugar, encontramos la estructura virtual, en red o por Internet. Sabemos que la tecnología impera hoy por hoy en las estructuras organizacionales; por lo cual, a través de ella se operan diversas funciones, descentralizando operaciones. Este modelo es propio para los servicios internacionales; ya que se caracterizan por tener mayor flexibilidad con un bajo costo de inversión, pues a través de la red puedes tener acceso más rápido y más económicos a servicios que te ayuden a hacerte un nombre competitivo en el medio, como la publicidad y el marketing.
Estructura horizontal sin frontera
Por último, encontramos el modelo sin fronteras. Este modelo de negocio enfrenta a los cambios del entorno y se enfoca en la adaptación al proceso de globalización. Generalmente, su jerarquía organizacional es horizontal y no vertical; enfocándose en la participación, el trabajo en equipo y el empoderamiento.
En síntesis, el modelo de negocios que elijas depende de tus intereses en cuanto a desarrollo y crecimiento empresarias; también tiene que ver con el hecho de trabajar con comercialización o promoción, servicios o productos. Las necesidades son diferentes, es menester de la directiva evaluar y elegir el modelo adecuado para adaptarlo a los requerimientos de la marca u organización.
Aunque no lo parezca, elegir la estructura del modelo organizacional de tu empresa es el fundamento para dirigir el comportamiento organizacional de tu personal. Recuerda que tener el control te asegura el mejor desempeño competitivo.
Diferenciación y competencia
La clave para alcanzar el éxito en materia de competitividad empresarial es marcar la diferencia. Diferenciarse como marca es un proceso que depende de varios factores; además de una gestión estratégica específica para poder lograrlo con éxito.
Si buscas solo diferenciarte por el precio de tus productos no serás una marca realmente competitiva; pues el estatus del producto es lo que realmente consigue consumidores fieles y potenciales clientes interesados. Por esta razón, no es una buena estrategia enfocarse solo en el precio de venta; aunque se puede jugar con los descuentos y las ofertas como parte de una estrategia integral.
Para que puedas ser competitivo tienes que entrar en la psicología del consumidor. Estudiar tus nichos o segmentos te ofrece la oportunidad de conocer mejor los gustos y necesidades de tus clientes y potenciales cliente. Esto te ayudará a diseñar estrategias que ayuden a hacer de tu marca algo significativo para el consumidor, y no solo un producto más en la estantería.
Segmenta tu público
Tienes que estar consciente de que los clientes siempre están dispuestos a pagar más por mejores servicios o por productos que más personalizados. No caigas en la tentación de pensar que más es menos; realmente, lo que importa es conseguir un estatus en la conciencia del consumidor y luego lo demás es pan comido.
Ser diferente siempre es rentable para tu empresa; porque no solo te hace el foco de atención para los potenciales clientes, sino que además te ofrece la oportunidad de generar más impacto social, lo que se traduce en ventas. Para no caer en repeticiones, te recomendamos que inicies haciendo una investigación de mercado. Evalúa los antecedentes de tu negocio y analiza las empresas que ofrecen productos o servicios similares.
Tradicionalmente, se ha dicho que una empresa le hace la competencia a la otra cuando ofrece el mismo producto pero con mejor calidad o a un más bajo precio. Sin embargo, actualmente, esa noción de competitividad ha quedado en el pasado.
El ser competitivo ya no depende de mirar a las otras empresas (aunque no dejan de estudiarse); ahora ser competitivo tiene mucho más que ver con la psicología del consumidor en cuanto a ideas innovadoras que satisfagan necesidades que otros no las satisfacen. O mejor aún, la idea actual es crear nuevas necesidades para ofrecer nuevos productos.
¿Qué necesita tu empresa para ser competitiva?
Tener definidos sus lineamientos de gestión estratégica de manera sólida. Sin un objetivo, una misión y una visión establecida no se puede alcanzar el éxito. Así que si tienes fallas en estos puntos como organización, lo primero que tienes que hacer es enfocarte en pulir estos detalles.
Contar con la disposición a la adaptación a cambios radicales
A veces es importante dar un giro en la gestión empresarial para poder entrar en competencia. Desechar los métodos tradicionales no siempre es sencillo; sobre todo si se trata de empresas con muchos años establecidas o que manejan una cultura reservada y conservadora.
Enfocar tus estrategias de marketing y publicidad
Enfocar tus estrategias de marketing y publicidad en las ideas innovadoras y no en la contraparte de otras marcas. Diferenciarse es la mejor estrategia que puedes utilizar para hacerte una marca competitiva. Olvídate de enfocarte en el costo de los productos, que eso ya es obsoleto; busca impactar con ideas innovadoras y emprende una gestión creativa desde el interior de tu organización para proyectarla al exterior. Claro está, siempre a partir de la investigación de mercadeo y el análisis de la psicología de tu público objetivo. Teniendo en cuenta esto, nunca decaerás en popularidad.
Haz asociaciones con otras empresas
Olvídate de pensar que las demás marcas son tus enemigas; esto no es verdad. Si enfocas la gestión empresarial desde el punto de vista del impacto social, muchas veces las asociaciones resultan mucho más fructíferas de lo que esperabas. No se trata de dejarte absorber por otra marca o de aprovecharte de su nombre para relucir; se trata de implantar estrategias que te coloquen en un estatus nuevo frente al consumidor y las demás empresas. Demuestra que puedes ser lo suficientemente original y creativo como para trabajar en asociación sin desdibujar tu perfil empresarial. Con esto estarás posicionándote en el mercado con más solidez que nunca.
Capacitar tus recursos humanos
Por último, pero no menos importante, tienes que capacitar tus recursos humanos. Los recursos humanos de una empresa son el motor de impulso para alcanzar la competitividad en el mercado. Si de verdad quieres causar un impacto social y crearte un estatus en la conciencia del consumidor tienes que enfocarte en potenciar tus recursos humanos. El talento humano no se compara con nada. Esto es vital que lo comprendas; tienes que hacerle entender a tu personal cuáles son los objetivos empresariales que se buscan. Además, necesitarás mantenerlos lo suficientemente motivados para que se desempeñen en función de la organización y no de sus intereses propios. Esto no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero con la implementación de estrategias en desarrollo organizacional, y de la mano con un buen consultor puedes llegar a lograrlo.
Atrévete al cambio
Déjate el temor y desecha las medidas tradicionales. Las estrategias comerciales en cuanto a bajar el precio para “atraer” clientes están en obsolescencia. Súmate a los miles de empresarios que se han subido a la ola del modelo de negocio organizacional interno; donde toda idea o estrategia de gestión surge desde el corazón de los valores de tu empresa y no desde la mirada externa hacia las otras.
Ya basta de querer parecerte a otros; ahora, que se quieran parecer a ti. Innovar es la opción al cambio más rentable para toda empresa que quiere llegar a ser competitiva. No se trata de un sombrero de magos, es fruto de la investigación de mercadeo, la reflexión sobre los lineamientos empresariales y el trabajo en equipo.
¿Quieres tener una empresa competitiva? Entonces, compite destacando tus virtudes, no busques dejar en mal a otros. Que tu luz impacte tanto, que simplemente no puedan ver al resto de las marcas.