Ampliación de capital – ¿Qué es una ampliación de capital?

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Con toda seguridad, habremos escuchado decir que cierta empresa ha efectuado o quiere ampliar su capital. Inconscientemente, relacionamos este tipo de operaciones con compañías de un gran impacto nacional e internacional. Sin embargo, es una operación más común de lo que se piensa, por eso en este artículo hablaremos de qué es una ampliación de capital. Es realmente importante que sepamos también su significado, cómo se realiza y el motivo de iniciar este movimiento. Para ello, el primer paso es entender el impacto y el significado de ese aumento. Al hablar de este movimiento económico, estamos refiriéndonos a el aumento total de un capital social correspondiente a la compañía. Como hemos aclarado anteriormente, no solamente puede hacerlo una empresa de gran tamaño. Cualquier sociedad anónima y con una responsabilidad limitada cuenta con su mínimo en capital social. Esto nos permite, entre otras cosas, cumplir con nuestra responsabilidad financiera.

Cualquier compañía posee algún bien por el cual tiene cierto valor. Su capital social está formado por el dinero y bienes que esa empresa tiene y suelen estar representado en acciones. Estas acciones son títulos para propiedad mediante un título nominativo. Un capital social nos señala el valor en economía de cualquier empresa para ponerla en marcha. En España, en lo que respecta a una sociedad unipersonal y limitada, son 3.0005,06 euros mientras que para una sociedad anónima se necesita 60.101,20 euros repartido en las acciones individuales.

Una gran cantidad de las empresas cuentan con este mínimo que se necesita para arrancar con la empresa, pero no experimenta ningún movimiento. Aun así, existe de modificar a baja o a alza el valor que tenía en un inicio. Cada persona que tiene un título o acción recibe el nombre de socio o accionista, representando a la empresa y sus propiedades. En resumen, un capital social no es más que la deuda con socios.

ampliación de capital

Ampliación de capital

Un accionista o socio es posible que esté calificado en dos tipos:

  • Socios preferentes. Aportan el capital y tienen como resultado pérdidas o beneficios sin participar en decisiones que toma la empresa.
  • Socios generales. Toman o tienen un papel importante cuando se han de tomar decisiones en la compañía y su capital tiene cierto riesgo para tener pérdidas o ganancias correspondientes a esa empresa.

Aunque la empresa tenga como resultado pérdidas, no afecta al capital social. Como veremos a lo largo del texto, se va a poder aumentar y también disminuir.  Ya que hemos aclarado y explicado el significado de capital social, vamos a captar mejor el concepto de qué significa aumentar este capital. Se basa en prever mayores bienes y valor respecto a nuestra empresa. Para esto, existen diferentes formas de conseguirlo y ciertas ventajas al tomar esta decisión. Las dos vías para tener un valor mayor en la empresa son:

  • Emisión de acciones nuevas a socios, también a nuevos socios o subiendo el valor de acciones que ya han sido emitidas. Esto depende de la empresa y los objetivos establecidos para que se decidan qué es mejor para sus intereses. No en todas las ocasiones están interesados en socios nuevos.
  • Un mayor valor nominativo correspondiente a las acciones. Con este proceso, la empresa cuenta con un aumento en su valor, sin que los accionistas tengan que desembolsar el capital.

También puede que nos interese saber cómo puede un emprendedor llevar su contabilidadqué es Administración de Empresas. Son conocimientos básicos de conceptos de contabilidad y gestión empresarial que nos ayuda a tomar mejores decisiones. Dependiendo de nuestra empresa, puede que estos conocimientos sean más necesarios o no, pero en cualquier caso, no está de más saberlo.

Necesidad para ampliación de capital

Al margen del tamaño de la empresa, existe un movimiento de salidas y entradas respecto al capital en continuo crecimiento. Esto se da cuando, obviamente, cuando entra más dinero del que sale. Conseguimos que la empresa salga adelante con personal, equipo, materias primas y mobiliario. La mayoría de las empresas ha de contar con estos bienes y para conseguirlos, es posible que necesite socios o accionistas.

Por ejemplo, una empresa con éxito ve la oportunidad de tener otra sucursal y ampliar su mercado, ganando competitividad y teniendo un mayor margen de ganancias. Esa sucursal nueva acarrea una serie de gastos como equipamiento, local, empleados, etc. Para llevar a cabo este plan, normalmente se necesita una gran cantidad de dinero. Es en este momento en el que se toma una decisión entre las dos siguientes:

  1. Negociar con su banco el préstamo a pedir. De esta manera, la cantidad que necesitamos la conseguimos a través de una entidad financiera. Al ser una compañía respaldada por unos ingresos concretos, hay una capacidad de negociación muy buena.
  2. Ampliación de capital. En esta posibilidad, estamos dando la oportunidad a los socios existentes o nuevos socios para que aporten un dinero. Es otra manera de conseguir ese dinero, pero en este caso convertimos a esas personas en accionistas o socios. Igualmente es una manera de pedir préstamo, ya que de manera contable se trata de deuda para con los accionistas o socios.

Como hemos podido comprobar, siempre hay más de una solución a la hora de conseguir dinero para nuestro negocio. La clave es analizar nuestra situación y circunstancias, así como los recursos que tenemos a disposición. Tras este estudio detallado, vamos a poder discernir entre los posibles caminos que podemos tomar para conseguir la financiación necesaria y seguir creciendo como empresarios.

Ventajas

Conseguir esa cantidad de dinero sin ningún interés. Cuando se procede a ampliar el capital, la compañía evita que tenga que hacer frente a los intereses o hipotecar los bienes. Esta entrada de capital no tiene ningún coste extra, ya que es un dinero que se cambia por acciones. No siempre es para la ampliación del negocio, ya que se puede destinar a elevar el nivel del personal, invertirlo en marketing o para desarrollar servicios o productos nuevos y mejorar los existentes.

Mayor valor de empresa. No solamente se consigue que una empresa cuente con un capital mayor para realizar cualquier inversión, también el valor de la compañía es mayor. El impacto no es solamente positivo en el aspecto moral, ya que en el campo financiero se puede tener acceso a condiciones en créditos mucho más favorables. Cuanto mejor esté nuestro negocio en lo que a contabilidad se refiere, más poder y posibilidad tendremos de conseguir buenas financiaciones de la entidad bancaria. Lógicamente, si nuestro capital social es de 200.000 euros, conseguiremos mejores acuerdos que con un capital de 60.000 euros.

Mejorar la reputación. No importa el tamaño de la empresa, si es pequeña, mediana o grande. Al conseguir aumentar su capital, su imagen se ve afectada de manera muy positiva. Como marca, adquiere más valor y esa es la sensación que tienen los proveedores y clientes. Siempre da más confianza tratar con una empresa que tiene éxito e, irónicamente, pagan menos o en mejores condiciones que una empresa de futuro incierto. Al conseguir todas estas negociaciones en buenos términos, se consigue un ahorro mayor y se entra en una dinámica positiva. Ahorramos más, tenemos más dinero para mejorar nuestra compañía, subimos los ingresos y tenemos más poder para volver a negociar en términos aún mejores. Esto se da con el paso del tiempo.

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Riesgos y conclusiones

Como todo movimiento económico, cualquier operación tiene un riesgo, por mínimo que sea. Una ampliación de capital no es la excepción y el temor al realizar este paso es la dilución del capital. Este resultado se trata de las pérdidas en propiedad de, mínimo, un socio en comparación a los demás. Es la consecuencia de que no se pueda comprar acciones sobre las que posee el derecho y no puede adquirir o no es posible su suscripción. Para entender mejor esta explicación, nos ayudaremos del siguiente ejemplo:

Una compañía cuenta con cinco socios y 200.000 euros repartidos entre ellos. Cada socio cuenta con 50.000 euros en las acciones y el valor de cada una de ellas es de 1 euro. Toman la decisión de ampliar a los 400.000 euros, pero sin abrir las puertas a socios nuevos, solamente ellos. Para esta mejora, cada socio ha de invertir otros 50.000 euros. Lamentablemente, dos de los socios no disponen de los recursos suficientes, quedándose con la participación de los 50.000 euros y los otros socios que sí han podido con participación de 100.000 euros.

El resultado de esta situación es que la mitad de los socios reducen sus participaciones a la mitad, pasando del 25% al 12,5%. Se diluye así el poder en beneficios y a la hora de tomar decisiones empresariales.

Por tanto, una compañía sí puede conseguir ingresos ampliando el capital social, sin tener que vender las acciones en Bolsa. De esta manera, van a tener la opción de invertir en nuevas adquisiciones, equipo o personal. Al margen de que sea una buena decisión, la clave es saber elegir el momento perfecto. Con ello conseguimos que nuestra empresa no quede estancada, aunque hemos de actuar habiendo analizado nuestra situación antes. Ante todo, debemos evitar entrar en situaciones de dilución respecto al capital. También, a la hora de empezar una ampliación de capital, hemos de consensuar bien la decisión de permitir entrar a socios nuevos.

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