Prejuicios de alquilar o comprar una casa
¿Te estás planteando comprar o alquilar una casa? ¿Tienes ciertas ideas preconcebidas sobre estas acciones y de los procesos? En este artículo hablaremos de los prejuicios de alquilar o comprar una casa. Hay muchos pensamientos que surgen de manera automática a la hora de comprar o alquilar una casa. Ya sea como futuro inquilino o propietario, hay ciertos miedos e inseguridades que son fácilmente aclarables. En cuanto a la decisión de comprar una casa o estar de alquiler, todo depende de nuestro momento y el ritmo del mercado inmobiliario. Hay fases en las que es un buen momento para comprar y otros que es mejor alquilar, hasta que los precios se estabilicen.
Actualmente, en España, un gran porcentaje de la población empieza alquilando un piso, hasta ahorrar y poder comprarse una casa. Si bien es cierto que hay una pequeña subida en la compra, esta no es suficiente como para resultar reseñable. La tendencia sí que está en una dinámica positiva, por lo que ahora es una buena oportunidad de inversión. Las propiedades están a buen precio y la gente quiere alquilar. Estos dos factores hacen que consigas un buen precio por la casa y no tengas problemas en encontrar inquilinos.
Otros factores determinantes en cualquiera de estas dos acciones son la ubicación, el estado del inmueble y los costes adicionales. Por ello, antes de lanzarse, hay que analizar estas características y meditar. Las prisas no son un factor positivo en esta ecuación, ya que la clave es en saber buscar y tener paciencia hasta encontrar la vivienda adecuada. Para saber cómo ahorrar en casa, ya sea mediante compra o alquiler, hay que saber interpretar el mercado. Así como los gastos fijos de dicha vivienda y los posibles gastos que esta podría generar. Con toda esta información, estamos en una buena posición para decidirnos por una opción o por otra.
Prejuicios al alquilar o comprar
A continuación, hablaremos de los prejuicios socialmente abrazados en lo que a venta y compra de inmuebles se refiere. Algunos infundados y otros sacados de contexto, pueden ser decisivos para alejarnos de una buena decisión. Algunos de los prejuicios son:
Para alquilar. En España, tenemos la mentalidad de comprar nuestra propia casa, para dejarla a nuestros hijos y tener algo en propiedad. En muchos países de Europa, la costumbre es alquilar, ya que no estás atado a un sitio y puedes cambiar de vivienda si así lo prefieres. El punto negativo es que el alquiler que estás pagando podría ir destinado a una hipoteca y finalmente sería tu casa. Una idea muy extendida es que pagando un alquiler es tirar el dinero. Puede ser cierto, o no. Si estamos ante un mal momento para comprar, porque los precios están muy altos, puede que sea más conveniente alquilar y esperar a la estabilización de mercado. Es importante saber cómo ahorrar más, según la época en la que vivimos. Si es más rentable comprar o alquilar.
Para comprar. Uno de los grandes prejuicios que la gente tiene es las hipotecas para toda la vida. Son hipotecas difíciles de pagar, sumado a los intereses. Al final, acabas pagando el importe de dos casas, por el precio de una. Cuando la gente piensa en comprar, le viene a la mente los desahucios, las hipotecas con intereses desmesurados y la poca seguridad laboral. Estas condiciones hacen que el comprar una casa sea casi una misión imposible.
En lo que alquiler se refiere, hay otros prejuicios establecidos por parte del propietario para con el posible inquilino. Aunque parezca mentira, en pleno siglo XXI, muchos propietarios ponen como condición que la persona sea nacional. Es un filtro ilógico, ya que nuestra sociedad es, históricamente, un pueblo que se ha buscado la vida en otros países.
Otro prejuicio que nos encontramos es el tema de perros o niños pequeños. Los propietarios creen que estropean el piso con el paso de los meses, pero nada más lejos de la realidad. Todo depende de la mascota en sí. Por eso, antes de establecer algún tipo de prejuicio, es importante conocer a todos los inquilinos y comprobar su comportamiento.
Consejos
Para obtener más información de este tipo de movimientos, podemos consultar con un profesional cualificado que nos orientará hacia lo que estamos buscando. En cuanto a la relación propietario-inquilino, existen compañí as aseguradoras que cubren un posible impago en el alquiler. Lo normal es que pidan nómina a la persona que quiere alquiler el piso o ingresos demostrables. En determinados casos, pueden exigir un aval. Con estos seguros solucionamos el mayor miedo que pueda tener un propietario, destrozos en el piso o impago de las mensualidades.
Como hemos podido comprobar, los prejuicios son ideas que nos hacemos de algunos hechos sobre los que no conocemos toda la verdad. Es normal tenerlos, ya que es así cómo nuestro cerebro funciona. Pero es importante no dar nada por hecho y mantener la mente abierta a posibles cambios de nuestra percepción de la realidad en determinados asuntos.