El problema de las ofertas y el presupuesto

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¿Tienes planeado hacer una compra que supone un gran desembolso de dinero? ¿Estás mirando ofertas que puedan entrar en tu presupuesto? En este artículo hablaremos del problema de las ofertas y el presupuesto que calculamos en referente a ese gasto próximo. También daremos unos pequeños consejos para que no nos sorprenda ningún imprevisto o detalle de la oferta que estamos estudiando. Es clave para saber cómo ahorrar más, estudiar todo al detalle. Cualquier mínimo dato que podamos pasar por alto puede ser muy perjudicial para nuestros intereses económicos.

No importa que producto o servicio queramos comprar o contratar, cuando vamos a aceptar una oferta, hemos de estudiar todos los posibles escenarios. Las ofertas que casi regalan los productos están al día en el mercado, pero esconden detrás ciertos compromisos y gastos asegurados que recuperan al bajar el precio inicial. También hay buenas ofertas que podemos aprovechar, para ello debemos analizar.

En la contabilidad, ya sea personal o laboral, surgen muchas oportunidades constantemente. Es imprescindible saber diferenciar cuáles son las buenas y cuáles no lo son tanto. Una buena oferta acompañada de un buen presupuesto es la combinación ideal para cumplir con todos nuestros objetivos financieros anteriormente marcados. Actualmente, las campañas de marketing de la mayoría de las empresas son bastante agresivas y atractivas. Estas dos características nos pueden desviar de nuestro análisis objetivo y, finalmente, no tomar una decisión lo suficientemente meditada.

Otro factor que añaden es el tiempo, el concepto de urgencia para «empujarnos» a la decisión de consumir. Este concepto no es tan real como quieren que parezca, ya que todos los meses salen ofertas parecidas, sino mejores. Por este motivo es importante mantener la cabeza fría, armarse de paciencia y optar por la decisión correcta en referente a nuestra posible compra. Con estas premisas, todo irá bien.

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Ofertas y presupuestos

En este apartado hablaremos de los problemas que suelen surgir con alguna oferta determinada. Con el fin de tomar una buena decisión, es trascendental que antes seamos conscientes de los datos objetivos y las posibles consecuencias, tanto positivas como negativas.

Ofertas. Seguramente, en más de una ocasión, nos hayamos visto tentados por una oferta que, prácticamente, nos regalaba el producto o servicio. Con este gran descuento en el precio inicial, nos distraemos de los gastos que nos generará después esta decisión. Es una estrategia de marketing que, a fin de cuentas, recupera lo descontado con futuros pagos que se aseguran.

Cuando nos regalan un móvil, en realidad nos lo están permitiendo comprar a plazos. Si hacemos cálculos, la cantidad final pagada a lo largo de esos meses será superior que si lo hubiésemos comprado de inicio. Si es un gasto que no estábamos dispuesto a asumir de ninguna de las maneras, no nos debería tentar esta opción de pago. Ya que, ese dinero, mes a mes, nos lo descontarán de nuestra cuenta.

El presupuesto es una parte fundamental en la compra, más si es una importante económicamente hablando. Nos permite saber el dinero exacto que vamos a gastar, planificar nuestros hábitos y ahorrar en consecuencia. Se puede hacer un presupuesto semanal, mensual, anual, etc. De esta manera, llevaremos un control de nuestra economía, evitando gastos innecesarios.

Planificación e información. Un ejemplo muy útil es el de la compra de un coche. Cuando lo compramos, nos hace falta más dinero del que vamos a gastar en el coche en sí. Un error muy común y grave es que solemos calcular y ahorrar sólo esa cantidad. Por esta razón. surgen los problemas de la oferta y la necesidad de un presupuesto.

Para una correcta planificación, deberíamos añadir el seguro del año, el gasto de gasolina, el mantenimiento del coche y varios factores más a contemplar, como garaje o aparcamiento. De esta manera sabemos la cantidad que vamos a gastar en el coche y el gasto neto que nos supone al año. Es aquí cuando estaremos en pleno conocimiento para tomar la decisión acertada. De nada vale que un coche esté a muy buen precio, si es un coche de alta gama que conlleva unos gastos importantes que no podemos permitirnos. Hemos de pensar en este tipo de detalles y situaciones.

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Consejos

Como hemos podido comprobar, normalmente no podemos dejarnos guiar por las ofertas. Si bien hemos puesto ejemplos con un gran impacto en nuestra economía, son totalmente extrapolables a gastos de «menor» importancia. De hecho, son esos pequeños gastos los que nos generan, al cabo de un año, pérdidas notorias. Puede que tengamos cuatro o cinco servicios que no necesitamos. Pero como han sido baratos no nos ha importado contratar. Si sumamos el importe total que nos genera al año, lo más probable es que nos lleváramos las manos a la cabeza. Si realmente no necesitamos esos servicios, ese dinero se puede utilizar para unas vacaciones. También para ahorrar o disfrutar en alguna actividad que nos guste.

 

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