Management emerge – Definición y Significado
La constante actual en el mundo empresarial es apostar por la innovación, siendo cada vez más las empresas que ponen a disposición todos sus recursos y equipos a disposición de nuevas ideas que, tras evaluarlas, valoran para considerar si pueden ser una vía de negocio fiable y rentable.
En la actualidad es habitual asociar términos como startups, innovación, liderazgo y similares en las empresas y presentaciones llevadas a cabo por las diferentes corporaciones y empresas. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que más allá de todas estas palabras, lo realmente importante es lo que se consigue lograr gracias a ellos.
Es una realidad que el management emerge con el paso del tiempo y su importancia es máxima. Cada vez hay profesionales más preparados y competitivos que saben extraer al máximo sus posibilidades y hacer un mejor uso de los recursos que tienen a su alcance. Todo esto viene motivado por la gran competitividad presente en la práctica totalidad de sectores.
Además, cada vez son más las empresas que disponen de la capacidad suficiente para generar recursos. Esto les permite pensar no solo a corto plazo, si no también a medio o largo. También las incita a buscar la experimentación y afrontar desafíos que les permitan sobresalir con respecto a su competencia o apostar por la diversificación.
Suma de potencial
Cada vez son más las empresas que son conscientes de que es necesario abrirse a otras empresas, aunque estas sean muy pequeñas. Estas, aunque no supongan un gran aporte en lo referente a cifra de negocio, pero sí aumentando las capacidades y el potencial en el futuro.
Por este motivo es una tendencia actual que las empresas inviertan en compañías jóvenes, a las que cuidan y en las que mantienen participaciones, invirtiendo su capital para crear negocios a partir de ellas y utilizarlas como lugar de aprendizaje, pero también para sacar nuevos productos y experimentar, haciendo que las startups se lleguen a convertir en grandes empresas.
De esta manera, se antoja imprescindible para una empresa moderna que sepa cuidar su ecosistema joven e invertir en él, aunque se trate de empresas que no facturan elevadas cantidades de dinero. Estas pueden servir como aprendizaje y son una muestra de organización y talento con pocos recursos.
De hecho, estas empresas pequeñas consiguen ofrecer una agilidad en los proceso así como una creatividad que difícilmente se alcanza en las grandes compañías, más acomodadas, por lo que si a todos estos valores se les suma la confianza y el potencial de una gran empresa se pueden llegar a alcanzar resultados muy beneficiosos.
El management clásico
El management clásico convirtió a las empresas en un entorno completamente cerrado y con reticencias a abrir nuevos canales, protegiendo todo lo que tuviese que ver con la empresa y manteniendo unas relaciones con proveedores lineales y totalmente jerarquizadas.
Esto es extrapolable al funcionamiento interno de las propias compañías, con departamentos que desconocen lo que hacen sus compañeros y en ocasiones existiendo más competiviodad dentro de la empresa que compañerismo y colaboración para trabajar en el mismo camino.
El management se aplica en diferentes aspectos de la vida, sobre todo en empresas que son claras dominadoras de sus mercados. No obstante, cada vez hay menos mercados en los que existe un poder absoluto. La feroz competencia en todos los ámbitos ha acabado con esas posiciones teóricas de dominio.
Hoy en día los ciclos de vida de las empresas son más cortos. Lo mismo ocurre con los productos. Esto requiere de una mayor agilidad y por ello el management emerge transformado en una nueva forma de ver la vida y la competitividad empresarial, tratando de conectar con una red de empresas externas que ayudan a oxigenar a esa empresa principal, que ahora se ve beneficiada de la implicación de las empresas más pequeñas y su ambición.
Una nueva era
En la actualidad cualquier imperio en cualquier sector puede durar muy poco tiempo. Cada día emergen nuevas tecnologías y avanzados que cambian el panorama. Antes la situación era mucho más predecible que en la actualidad, donde las empresas están a merced de los diferentes cambios.
Cada día surgen nuevas oportunidades para los consumidores, con nuevas empresas que exigen a las anteriores a ajustarse para poder competir. La competencia es máxima en cualquier sector y por ello la velocidad, la flexibilidad y la agilidad son fundamentales para lograr el éxito.
No lo es menos la capacidad de absorber conocimiento, el tener humildad y la anticipación a los hechos. De igual modo, la cooperación y la capacidad para adaptarse a las circunstancias se antoja vital para la subsistencia de cualquier empresa.
Toda empresa que quiera evolucionar puede recurrir a la adquisición de empresas más pequeñas o startups. Esto no es algo exclusivo de las grandes compañías como Google o Facebook. En cualquier sector que te imaginas podrás encontrar valor y aportación por parte de empresas o profesionales emergentes.
El apoyo en estas nuevas empresas es indispensable para crear un nuevo ecosistema. Por este motivo la inversión en ellas y la llegada de un nuevo management es indispensable para conseguir los mejores resultados. De esta manera, gracias a estas startups se pueden habilitar nuevos procesos. A través de ellos se pueden conseguir nuevas ideas y propuestas.
Las empresas grandes y las startups se complementan
Las empresas grandes y las startups se complementan. Esto es una realidad, ya que al igual que a las primeras les faltan aptitudes y actitudes que se pueden encontrar en las pequeñas empresas o negocios, a las segundas les falta pensar a lo grande y, a menudo, contar con los recursos necesarios para poder implementar una idea.
Por este motivo ambos tipos de negocio están «condenados» a entenderse, sobre todo teniendo en cuenta la diversificación empresarial que ello puede llegar a suponer y por el elevado grado de especialización que se puede llegar a adoptar en áreas concretas. Con el apoyo de una startup, una gran empresa puede reforzar su posición en el mercado.
Algunas claves que nos indican que un nuevo management emerge son las siguientes:
- Cuando una empresa grande invierte en una nueva compañía no lo hace analizando la rentabilidad financiera que pueda ofrecerle a largo plazo. Hoy en día se piensa con más estrategia. Se buscan crear capacidades que permitan mejorar los servicios o productos de la empresa. Al mismo tiempo se busca aportar cosas diferentes y trabajando de forma conjunta para que ambas progresen de forma conjunta.
- Se realiza una inversión en valor. Para ello se analiza el modelo de negación, los valores de la empresa joven, sus capacidades actuales y futuros, sus estructuras… Se evalúan los riesgos de cualquier inversión: tecnológico, gestión, mercado y capacidad de crecimiento.
- Se piensa en el largo plazo, adquiriendo en primer lugar pequeñas participaciones que van creciendo a medida que se va evolucionando y las pequeñas empresas vayan creciendo.
- Son decisiones interdisciplinares buscando que los acuerdos establecidos entre grandes y pequeñas empresas sean capaces de satisfacer a todas las partes.
Conclusión
En definitiva hay que tener en cuenta que una inversión en una startup implica dedicar tanto recursos como tiempo y personas. De esta manera se logra cuidar el ecosistema de la forma apropiada. Esto es fundamental para conseguior que se pueda crecer en el sector y que tanto la empresa matriz como la startup logren seguir con su crecimiento hasta lograr los máximos beneficios posibles.
Para la empresa de mayor tamaño la pequeña debe llegar a convertirse en un fiel aliado estratégico. Este debe aportar valor y recursos para permitir que la primera continúe con su crecimiento o liderazgo.
Hoy en día está claro que no hay empresas que sean absolutas dominadoras y que puedan tener seguro que lo van a ser en el futuro. Por supuesto que las grandes empresas tienen una posición privilegiada. Sin embargo, no pueden relajarse puesto que nuevas empresas están dispuestas a acompañar a otras grandes para incrementar la competencia y crear ecosistemas más sólidos.
La competencia es necesaria para el crecimiento empresarial y de un país, por lo que el fomento de este tipo de acciones es fundamental para un mundo que continúa creciendo en todos los ámbitos y en especial en el empresarial.