La importancia de un buen agente de seguros
¿Has tenido algún accidente y ahora tienes que hacer los trámites? ¿Tu caso se está atascando entre burocracia y papeleo debido a tu aseguradora? En estos casos, la importancia de tener a una persona que vele por tus intereses es esencial. Dicha persona se encarga de agilizar los trámites y dar un servicio eficaz. En este artículo hablaremos de la importancia de un buen agente de seguros a nuestro lado, por lo que pueda llegar a surgir.
Las compañías de seguros, normalmente, para resolver a tu favor el caso no suelen ser muy ágiles. Estudian demasiado los casos, se retrasan en proporcionarte lo que necesitas que está pactado, etc. Puede llegar a ser una situación en la que sientas mucha frustración debido a la impotencia de no poder hacer nada al respecto. Es posible que nos interese saber cómo hacer un contrato de seguro para ahorrar más y tenerlo controlado.
A lo largo de este texto hablaremos de las ventajas que tenemos al contar con un agente de seguros que vela por nuestros intereses. Es una persona con la que podremos resolver todas nuestras dudas de una manera directa. Seguramente, en algún momento de tu vida, habrás intentado ponerte en contacto con una compañía. A no ser que el motivo sea para procesar un alta, la comunicación no es nada fluida. Se entretienen en pasarte de lado a lado, sin darte ninguna solución. Esa es la estrategia de algunas compañías, desesperarte hasta que cuelgues el teléfono y no avances en tu queja o solicitud. Mucho más difícil es tramitar una baja o solucionar un problema en el servicio. Para estos inconvenientes, pocas empresas actúan rápido y de una manera satisfactoria para el cliente. Todos estos problemas, con un agente de seguros, no existen. Es una persona dedicada a tus problemas.
Agente de seguros
En este apartado podrás encontrar en que situaciones un agente de seguros te hace la vida más fácil. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de lo que necesitamos un servicio, hasta que es tarde. Haciendo un seguro directamente con la compañía puede salir más barato, pero también es menos en cuanto a servicios. Al final, pagar por un seguro que no asegura todo no tiene mucho sentido. Para hacerlo bien, es preciso que una persona se encargue de nuestros problemas cuando nosotros no podamos.
En caso de algún tipo de accidente o inconveniente personal en la que el seguro ha de prestar el servicio contratado, el agente de seguros es trascendental. Es un contacto directo con la compañía y los profesionales de la compañía. Podrá conseguir, de manera inmediata, que tengas el servicio.
Si, por algún fallo en concreto de la compañía, te pasan dos veces el recibo en el mismo mes, es un problema que te resolverá en el día. Al no tener un agente de seguros, tendríamos que llamar al número de atención al cliente o ponernos en contacto por las distintas vías disponibles. En este punto, ya estamos perdiendo parte de nuestro valioso tiempo. Conseguido este primer paso, hemos de explicar nuestro problema y que, a su vez, ellos informen al departamento oportuno. Más tarde, pasarán a darte una resolución, que podrá tardar unos días o una semana, depende en que día se haya abierto la reclamación.
Y, por último, suponiendo que todo este proceso se haya cumplido, queda que el dinero vuelva a tu cuenta bancaria. Puede que lo tengas a principios del mes siguiente o, si la reclamación está hecha a principios de ese mes, para la próxima facturación. Con la ayuda de un agente de seguros, este problema está solucionado en cuestión de horas y, como mucho, para el día siguiente. Todo esto, sin tener que tratar directamente con la compañía. Con el estrés que eso conlleva.
Consejos
A la hora de buscar una compañía de seguros, es normal comparar los precios. Si te encuentras con dos precios sensatos, aunque haya una pequeña diferencia entre ambos, hay que analizar otro tipo de aspectos. La cobertura de ambos seguros, el servicio al cliente o el tiempo de reacción ante cualquier problema. En todos estos factores, un agente de seguros resulta determinante. Entonces, es comprensible pagar un pequeño extra para ganarlo en tranquilidad y cobertura. A la larga, puede salir caro no tener un agente de seguros y «arreglarse» con la compañía directamente. Puede desembocar en otras situaciones que te generen más gastos y, por lo tanto, realmente acaba saliendo más caro.
En el caso de que quieras dar de baja el seguro, tendrás todas las facilidades por parte del profesional que lleva tus servicios. Este no querrá que abandones la compañía, pero en caso de que estés decidido, te facilitará todo el procedimiento. Se encargará de cerrar tu historial con la máxima rapidez posible y te podrá aconsejar sobre otros productos, en el caso de que estés interesado o los necesites.