Enseñanzas «Behavioral» a las Finanzas

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Cada vez hay un mayor número de instituciones y empresas que apuestan por experimentar y por la enseñanza en temas económicos vinculados al comportamiento para tratar de optimizar la toma de decisiones, lo cual se antoja imprescindible en el competido mercado que existe actualmente en prácticamente todos los sectores y ámbitos.

No obstante, en algunos de ellos se aplica en mayor medida que en otros, siendo el sector financiero en el cual  más se está apostando por esta tendencia. La gran mayoría de los bancos a nivel internacional, así como otros del propio territorio español han optado por crear pequeñas unidades «Behavioral», las cuales trabajan en conjunto con otras áreas para determinar qué productos financieros deben crear, la manera en la que deben proceder a su venta o bien cómo aconsejar a los clientes de las inversiones a realizar de acuerdo a sus perfiles de riesgo.

Para hacerlo recurren a un estudio de carácter psicológico apoyado en la intuición. Con ello se busca saber qué es aquello que motiva a las personas. Para ello se recurre a una metodología que se basa en experimentar con la prueba y el error antes de tomar decisiones definitivas.

La economía del comportamiento en el sector financiero

La economía «Behavioral» o del comportamiento, ha logrado integrarse por completo en el mundo de las finanzas por diferentes motivos. Es la preferencia ante el riesgo y las preferencias intertemporales de las personas. Se pueden apreciar en decisiones relacionadas con la inversión o el ahorro. Y por ello muchas personas se plantean dejar de tener recursos en la actualidad para tener más en un futuro.

Para este tipo de enseñanzas «Behavioral» a las finanzas se tienen en cuenta todas las evidencias empíricas que han llegado a través de los diferentes experimentos y estudios realizados por los expertos. Ellas demuestran que una elevada parte de las decisiones tomadas por el ser humano en términos financieros carecen de racionalidad. En gran parte debido a que el futuro es inestable y existe siempre cierta incertidumbre acerca de lo que pueda ocurrir.

Las personas no reaccionan de la misma manera las pérdidas económicas que las ganancias. Es una tendencia habitual la de consumir en mayor medida en la actualidad que la de ahorrar ahora para consumir más en un futuro. Esto puede dar origen a que muchas personas lleguen arrepentirse de este tipo de situaciones y comportamientos.

Asimismo hay otros factores que tienen su influencia en la toma de decisiones y, por lo tanto, en la enseñanza del comportamiento. Este es el caso de los sesgos emocionales y cognitivos, propios del ser humano. Los segos hacen que se pueda denotar un comportamiento denotado por el seguimiento a otros individuos, un exceso de confianza, decisiones irracionales, etcétera.

Todos estos parámetros y situaciones tienen una influencia directa en algunos sectores como el mercado financiero. En él se pueden medir las consecuencias de las decisiones con tan solo cuantificar los resultados. No obstante, hay que tener en cuenta que esta atracción hacia el conocimiento en el sector financiero también tiene riesgos.

Estas enseñanzas psicológicas , a juicio de algunos expertos, no sirven para nada más que saber que existen la existencia de estos sesgos y que estos hacen que se tomen decisiones que no son las adecuadas desde el punto de vista racional.

Las dudas de la enseñanza Behavioral

Un gran inconveniente para la aplicación de los sesgos del comportamiento es que cada uno de ellos tiene un igual contrario. Este es intuitivo e igual de importante y razonable. Además, el informar a una persona de sus propios sesgos está demostrado que no afecta a su comportamiento. De esta manera, aunque sepa que algo es mejorable o no es lo adecuado, en pocos casos esas personas modifican su comportamiento.

De esta forma, aunque pueda recogerse información importante a través de las enseñanzas «Behavioral» a las finanzas, estas  deben formar parte de un programa que realmente pueda medir los diferentes trucos psicológicos y los incentivos. Todo ello basado en una con una metodología de prueba y error.

En todo caso es importante partir de la base que una de las principales enseñanzas de este enfoque del comportamiento humano viene determinado por el propio contexto. Esto hace que medir la reticencia de una persona al riesgo ante unas determinadas situaciones financieras, no quiere decir que a esa persona le ocurra lo mismo en otras áreas, sino que es algo que le afecta en ese caso en particular, por lo que es complicado poder sacar una conclusión general si no es situado en el contexto adecuado.

En cualquier caso, existen dificultades para poder integrar un enfoque económico en el comportamiento de las instituciones financieras. Y estas no provienen tan solo de las propias instituciones y las restricciones que puedan tener. También se ven afectadas por los académicos y su falta de adaptación a las prácticas de las entidades.

De esta forma es necesario tener en cuenta el «Behvioral» en todos los ámbitos, pero debe formar parte de un nuevo enfoque y aplicaciones en las que se tengan en cuenta las herramientas de la psicología para conocer un comportamiento que afecta al proceso integral de decisiones en el sector financiero.

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