En el mundo entero se ha incrementado la pobreza de manera dramática. Son muchas las familias que tienen que sobrevivir con el equivalente de un dólar al día. Eso, sin tener en cuenta la cantidad de miembros que integren dicha familia. Es indiferente si se trata de solo dos personas como de 5 o más.
Este problema hace que se incrementen las cifras de deserción escolar, ya que los niños se ven obligados a trabajar, desde muy temprana edad, para poder sobrevivir. La falta de educación reduce de manera significativa las oportunidades que se tienen de conseguir un empleo bien remunerado.
De manera que una cosa lleva a la otra y, cuando menos nos damos cuenta, nos encontramos en un círculo vicioso sin fin.
Sin embargo, no todo está perdido. La verdad es que hay quienes pueden contribuir a que la situación mejore. Por ejemplo, las empresas. Estas generan numeroso puestos de trabajo que ayudan a disminuir la tasa de desempleo del país.
Además, aportan otros beneficios para la sociedad en general. Claro, llevar una empresa no es una tarea fácil. Al menor descuido, esta podría venirse abajo, afectando a cientos de familias, como un gran efecto dominó.
Pero, ¿Qué pueden hacer las empresas para prevenir estas situaciones nefastas? Algo que pueden hacer es acumular capital social. ¿Habías escuchado hablar de este término? Si no estás relacionado con la materia, posiblemente no.
Ahora bien, este tema puede serte de mucho interés si estas próximo a iniciar algún proyecto ambicioso. Es importante que estés al tanto de lo que implica. Por ello, te será de mucha utilidad leer este breve artículo.
En unas cuantas líneas podrás estar enterado de todo lo que has de saber sobre el capital social y mucho más. Veamos…
Cuando hablamos de capital social nos referimos al valor que tiene la empresa, reflejado en sus bienes y en el aporte que realizan sus socios. Estos aportes podrían ser monetarios o no. Este capital social se encuentra en el pasivo del balance y forma parte de los fondos propios.
Según la ley de sociedades de capital, para describir el capital social es necesario informar sobre cuál es su participación social o sobre las acciones en las que se divide. Además de sus series y la numeración correlativa.
El capital social se encuentra representado por títulos que dan constancia de las aportaciones que se han hecho por parte de los socios, sean estas presentes o futuras. Estos títulos pueden llamarse de las siguientes maneras:
- Acciones: Es importante que se informe sobre que clases de acciones se tiene, su valor nominal pendientes de desembolso, así como las formas y los plazos que hay para dichos desembolsos.
Por otra parte, las acciones podrían ser nominativas o al portador. Y debe decidirse si se preverá la emisión de títulos múltiples.
- Participaciones en las sociedades de responsabilidad limitada. Es importante que, de igual manera, se informe sobre el número de participaciones. También, de su numeración nominal y de su numeración correlativa.
En caso de que las participaciones sean diferentes, tendrán que explicarse según las diferentes clases que haya.
Ahora bien, puesto que los socios son los que brindan el aporte para que se genere el capital social, es de esperarse que ellos tengan algunos derechos. Entre ellos podemos mencionar:
- Los derechos económicos: podrán gozar de los beneficios que se repartan de la sociedad, pero también cuando se liquide su patrimonio neto.
- Los derechos políticos: en proporción a su capital social, tendrán el derecho de asistir y votar en las juntas generales que se realicen, así como también impugnar algunos de los acuerdos sociales a los que se llegue.
- Los derechos de acceso y de información. Deben tener libertad de conocer el estatus en que se encuentra la empresa, en el momento que lo deseen. No se les puede privar de información.
Aunque como dijimos anteriormente, todos los socios tienen los mismos derechos, dependiendo de su participación en el capital, puede que, según la ley, haya participaciones privilegiadas. Esto también trae como ventaja disponer de beneficios económicos preferentes así como de acciones sin voto.
Ahora bien, ¿sabías que el capital se puede aumentar pero también reducir? En cuanto al aumento del capital social, este se puede llevar a cabo mediante la emisión de nuevas acciones o participaciones y a través del incremento del valor nominal de las acciones o participaciones ya existentes.
Este aumento puede llevarse a cabo por medio de nuevos aportes de dinero o de otros bienes al patrimonio social. Sin embargo, para poder realizarlo, las acciones anteriores deben estar en calidad de desembolsadas.
En caso de que el aporte sea no monetario, es importante que se entregue un informe y también las garantías de los aportes realizados.
Cabe destacar que quien toma la decisión de realizar el incremento del capital social es la junta general, la cual seguirá el procedimiento que se llevara a cabo para poder modificar los estatutos sociales. A fin de realizar un aumento del valor nominal, es necesario que la junta haya llegado a un acuerdo unánime.
En el caso de las sociedades anónimas, las juntas generales pueden delegar la responsabilidad de aumentar el capital social en los administradores. Por supuesto, esta autorización tiene sus límites, ya que no se podrá afectar a más de la mitad del capital social y las aportaciones que se realizaran no deben exceder los cinco años.
Ahora bien, el aumento del capital social también puede darse de manera incompleta, ¿a qué nos referimos con eso?… Esto se da cuando no se desembolse por completo el aumento del capital. Sí se llevara a cabo en las cuantías que hayan sido desembolsadas, a no ser que la junta general prevea que este queda sin efecto.
Dijimos que el capital social podía aumentarse pero que también podía ser reducido, ¿bajo qué circunstancias? ¿Qué más debes saber sobre el capital social? A continuación hablaremos de ello en el próximo subtitulo. Sigue leyendo.
Tal como en el caso del incremento del capital, su reducción puede llevarse a cabo por medio de la disminución del valor de las acciones o por la formulación de otras nuevas.
Claro, para que pueda llevase a cabo deben haber razones o causas justificadas. Por ejemplo:
- Para que haya un equilibrio entre el capital y patrimonio neto, en el caso de que este se haya visto disminuido por pérdidas.
- También con el propósito de constituir o aumentar la reserva legal existente u otras reservas.
- Para devolver, cuando corresponda, el valor de los aportes que hicieron los socios.
- Y, en el caso específico de las sociedades anónimas, para perdonar la obligación o el deber de hacer las aportaciones pendientes.
Por otra parte, tal como en el incremento del capital social, la reducción solo puede realizarse por medio de una junta general, a través del procedimiento de modificación de estatus.
Ahora bien, aunque hemos hablado bastante sobre el capital social, no se ha determinado cuál es su importancia o para que sirve. En este caso tenemos que decir que básicamente sirve para tres cosas:
- Para establecer cómo estarán organizados los socios. Recordemos que los socios se convierten en propietarios dependiendo de cuáles sean sus aportes al capital social. Además, también dará la oportunidad de distribuir los beneficios y cuántos votos le corresponden a cada socio que integra la junta general, etc.
- Por otra parte, financieramente hablando, el capital social constituye el primer fondo o aporte para que la empresa o sociedad anónima comience su propia actividad económica.
- Además, también da la oportunidad de funcionar como una garantía para los acreedores. En otras palabras, el capital social puede ser utilizado en el remoto caso de que la empresa quiebre y se liquide.
Por otra parte, es necesario que conozcas cuál es la cantidad mínima de capital social que se exige para los diferentes tipos de entidades. Podemos señalar que, en el caso de la sociedad limitada, se requiere un capital social de unos 3.005,06 Euros. Todos los socios tienen la misma participación. En cuanto a su responsabilidad, esta irá de acuerdo con su participación.
En cuanto a las sociedades anónimas, estas exigen un capital social de 60.101,21 Euros. En el caso de este tipo de entidades, el capital se divide entre los socios teniendo en consideración lo que ellos mismos han aportado. A su vez, estas reparticiones son las que van a determinar la repartición de los beneficios, entre otras cosas.
Ahora bien, puede que hasta este punto te parezca que ya sabes todo lo que necesitas saber sobre el capital social. Sin embargo, sin darte cuenta, estás pasando por alto un aspecto fundamental. Nos referimos a la manera correcta de determinar cuál es el capital social que corresponde a tu empresa.
En vista de eso, en el próximo subtitulo te estaremos dando algunos consejos para realizar este cálculo. De hecho, lo haremos paso a paso para que no pierdas detalles.
Para poder realizar este cálculo con exactitud, lo primero que debes hacer es conocer bien la diferencia que hay entre los activos y los pasivos de una empresa.
- Al hablar de los activos, nos referimos al dinero en efectivo que existe, pero también a las deudas y las facturas pendientes por cobrar que existen. Además de ello tenemos que contar los equipos y edificios que posea la empresa. Sin embargo, a esto se le debe restar una depreciación si esta se produjo.
- En cuanto a los pasivos, abarcan no solo los gastos que tienen la entidad sino también sus deudas por saldar. Teniendo estos datos, entonces ya se puede calcular el capital social. Solo tenemos que restar los activos menos los pasivos. Lo que nos dé la resta será el patrimonio neto de la empresa.
- Luego, deberás tener en cuenta la reserva legal. Es decir, el ahorro que la empresa produce para poder financiarse o para responder a cualquier pérdida que se presente. También, el producto de anteriores ejercicios, en otras palabras, los beneficios.
- Ya lo que queda es hacer una resta sencilla: el patrimonio neto menos la reserva legal, menos el resultado que se haya tenido de ejercicios anteriores. El resultado de dicha operación será el capital social que se dispone. Es decir, los fondos, sean monetarios o no, que han sido aportados por los socios que integran la entidad.
- Como podemos deducir por todo lo dicho anteriormente, el capital social es algo que no puede faltar en una empresa, sobretodo si esta va comenzando.
- Las aportaciones de los socios son piezas fundamentales ya que puedan realizarse las funciones que deben llevarse a cabo para poder alcanzar su objetivo social así como su operatividad. Además, se convierte en una garantía a la hora de establecer relaciones con terceros, porque se puede emplear para realizar el pago puntal de las obligaciones sociales que se han adquirido.
En pocas palabras podría decirse que la importancia del capital social es indiscutible, ya que de él dependerán muchas de las operaciones de la empresa.
Si leíste este artículo, estas capacitado para trabajar con un capital social porque conoces todo lo relacionado con él.