Hipoteca – ¿Qué es una hipoteca?
¿Estás pensando en comprar un piso o una casa a corto plazo y necesitas financiación bancaria para hacer el pago? ¿Ya tienes un hogar en propiedad que estás pagando todos los meses y te gustaría saber más de tu contrato? Si es así, seguramente te interesará este artículo, ya que hablaremos de qué es una hipoteca y de sus características. Es posible que, de manera directa o indirecta, hayamos escuchado y sufrido las terribles consecuencias de la última burbuja inmobiliaria. Si no es una experiencia propia, puede que algún familiar, amigo o conocido nos haya contado las dificultades para pagar. Es un problema que ha afectado a todo el país y a todos los sectores, al disminuir el poder adquisitivo. Si los ciudadanos no podían pagar la casa, menos aún gastar dinero en otras necesidades básicas, descartando inicialmente el ocio. Esta situación es la que ha generado la actual crisis.
La calidad de una hipoteca y sus condiciones pueden empeorar notablemente la situación de un país en unos pocos años. Si esos contratos ofrecidos a los clientes de manera irresponsable no pueden ser cumplidos, es una cadena de infortunios económicos. Al no poder hacer frente a los gastos básicos, baja considerablemente el consumo y los negocios pasan a facturar menos. Esto implica que tengan que prescindir o disminuir las horas de los empleados, afectando así a los sueldos que tenían. Por un lado, pagan la hipoteca con dificultades y, por otro lado, sus ingresos se ven reducidos, como sus posibilidades. Si la mayoría de los ciudadanos que tenían problemas con la hipoteca tienen un sueldo menor, el consumo prácticamente desaparece. Cada situación lleva a la siguiente y empeora el panorama, convirtiéndose en un círculo vicioso del que es imposible salir. Por eso, hemos de tener una hipoteca buena y responsable.
Qué es una hipoteca
La hipoteca se trata de nuestro derecho real en cuanto a la garantía, constituida para afianzar un cumplimiento de la obligación correspondiente al titular. Lo más común es que esa obligación sea un pago por préstamo o crédito por un bien, que suele ser el inmueble. Este es propriedad de dicho titular, mientras la deuda contraída se esté pagando y satisfaciendo según lo establecido. En el caso negativo, el que ha prestado ese dinero puede provocar una venta forzosa con su hipoteca, al margen de quién sea el titular.
España, de una manera muy injusta, perdías la casa y seguías con la deuda. Cuando las personas llegaban a una situación insostenible, no podían hacer frente al pago de la hipoteca. Tras meses o años de impagos, perdían la casa. Por si esto fuera poco, ya que perdían el dinero también previamente pagado, seguían en deuda con el banco. La legislación y las leyes aprobadas protegían y protegen a los bancos. Mucha gente con un alto nivel de vida se ha visto viviendo en la calle y con deudas de cantidades importantes. Esto es impensable en otros países, que cuando pierdes la casa, la deuda deja de existir. De esta manera se entendía que el banco ya, de una manera u otra, tenía el dinero.
En este punto, para los bancos tampoco era un negocio rentable, a corto plazo. Es cierto que la responsabilidad y la culpa recae, en gran medida, en ellos y su reprobable ética de trabajo. Su problema fue que se vieron con demasiadas casas, pocas hipotecas activas y satisfechas. No nos será desconocido un caso concreto de un banco importante en este país que tuve que ser rescatado. Cuando los bancos generaban beneficios eran privados. A diferencia de las deudas, que las convirtieron en públicas.
Tipos de hipoteca
Existen distintos tipos respecto a las hipotecas que existen en el mercado. Su clasificación puede ser en base a ciertos criterios, como por ejemplo las hipotecas de tipo variable, tipo mixto o de tipo fijo.
Hipotecas con un tipo variable. Sus cuotas mensuales, a lo largo del periodo de la revisión, son constantes. Cambian dependiendo del tipo de la referencia hipotecaria al revisar ese interés. En este país, una gran mayoría de los préstamos pertenecen a este grupo. Tienen un sistema para amortizar con una cuota tipo variable, francés o constante.
Hipotecas con un tipo fijo. En esta categoría, el tipo referente al interés no cambia en el plazo que se ha pactado para la hipoteca. Dichas cuotas tienen constancia en la duración del préstamo. Dependiendo las características, es una interesante alternativa si pactamos un tipo fijo muy atractivo para comprometernos con la entidad bancaria por varias décadas. Tiene un coste en cuanto a su subrogación muy alto, por eso se ha de analizar todas las condiciones detenidamente antes de la firma.
Hipotecas con un tipo mixto. Estas pueden ser las más flexibles, ya que juntan las hipotecas que tienen un tipo variable con otro fijo. El porcentaje de su interés varía dependiendo del referencial (lo normal es que sea el euribor) y otro interés fijo que se ha pactado previamente.
Para cumplir con nuestra responsabilidad financiera, es aconsejable tener un colchón de dinero que nos garantice poder hacer frente a imprevistos o momentos difíciles. Para ello, es importante empezar a ahorrar siendo joven y saber qué es un impuesto, sobre todo los relacionados con la compra o venta de inmuebles. Estas nociones son básicas para llevar el control de las finanzas y disminuir los riesgos. La previsión es clave a la hora de hacer frente a un pago tan importante.
Consejos
Si estamos pensando en pedir una hipoteca, hemos de saber cuál es nuestra situación en el presente y en un futuro. De nada sirve que nos esté yendo muy bien, si no tenemos la seguridad de que vaya a tener una cierta continuidad. Hemos de ser conscientes de que puede ser el pago más importante de nuestras vidas. Aunque el piso o la casa sea perfecta y tenga un buen precio, hemos de preguntarnos si podemos afrontarlo. Para ello, algunas entidades bancarias ofrecen un estudio gratuito y consejos para tomar esta decisión tan importante.
Al pedir la hipoteca en tu entidad bancaria, dependiendo del perfil de cada uno, el banco seguramente accederá a los archivos de morosidad. En España únicamente existen cuatro ficheros, más otro que es para evaluar el riesgo de impago de un cliente. Si tenemos la más mínima duda de que podamos estar en alguno de esos cuatro ficheros, podemos solicitar esa información. De manera gratuita y por correo electrónica, tendremos acceso a nuestro informe completo. Aquí aparecen las deudas, en el caso de que haya, el importe y el número de contacto de la empresa. Es aconsejable llegar a un acuerdo, ya que podría poner en peligro la concesión del préstamo.
Hemos de poner especial atención para no llamar a ningún número de pago, ya que podríamos ser víctimas de una estafa. Es cierto que algunas empresas con este número son éticas y nos dan el servicio que hemos pedido. Pero no tiene mucho sentido hacerlo, si tenemos una vía más rápida y gratuita. Solamente con ir a la página oficial del fichero a solicitar, podremos pedir ese informe. Es importante cerciorarse de que estamos en la página oficial y no en otra parecida. De esta forma, podremos saber qué deudas tenemos. Al solucionarlas, ya nos quedaría pedir la cancelación de nuestros datos, adjuntando el justificando de pago.