Parece mentira, pero es una realidad latente, la pobreza en España persiste a pesar de haber salido de la terrible crisis económica en la que estaba sumergida en el 2010. Luego de ser uno de los destinos más cotizados para el inmigrante, España se ha convertido en uno de los países con menor seguridad laboral y estabilidad salarial de toda Europa.
Y es que a pesar de que, posterior a la reforma de la ley del trabajo de hace unos años atrás, las mejoras se han dado muy paulatinamente. La esperanza sindical y la lucha de las organizaciones más pequeñas; de la mano con ciertas ayudas a nivel gubernamental, han alcanzado despertar a muchos empleados aterrorizados por el hambre.
El título de este post es una interrogante que resuena por las calles españolas cada día con más fuerza. No se trata de buscar culpables, porque el daño ya está hecho, se podría decir. El caso está en que señalando las causas podremos esclarecer mejores soluciones para resolver nuestro problema social y económico en cuanto a la pobreza persistente.
¿Es un problema social la pobreza persistente en España?, pues sí. Ya se ha salido el tema del marco puramente económico y se ha entrado en una especie de nebulosa social que está produciendo un fenómeno estadísticamente evidente; el cual revela un cambio en la psicología de la contratación y el comportamiento laboral español.
Cuando hablamos del comportamiento laboral de los empleados y empleadores hacemos referencia al miedo a la pobreza. Y es que para nadie es un secreto que el aumento acelerado de los trabajos con contratos temporales ha extinguido casi por completo a las contrataciones fijas en España. ¿Y qué está produciendo esto?, más desempleo, más pobreza y más miedo: actualmente en España puedes tener trabajo y ser pobre.
Ahora bien, se han discutido mucho las causas de la pobreza en España a nivel gubernamental, a nivel sindical e incluso a nivel social; pero, ¿qué sucede desde la psicología del más afectado: el obrero?
Si es que no se ha podido solucionar institucionalmente o legalmente el problema ¿qué opciones tiene el obrero para salir de su pobreza?; ¿será que el empleado común conoce las verdaderas causas de su pobreza? Discutamos un poco el tema a continuación y déjanos tu valioso comentario.
¿Cuáles son las verdaderas causas de la pobreza persistente?
La mayor población desempleada en España son los jóvenes; por ello la FOESSA habla de “juvenilización de la pobreza”; afectando en un 20% más a las mujeres y los niños. Un niño de cada tres españoles está en riesgo de pobreza. Por lo tanto, son las mujeres y los niños los más vulnerables a ser pobres a pesar de que sus madres o representantes mantengan una contratación laboral.
Esto es impresionante, porque se podría pensar que para ser pobre sería necesario estar en paro; pero resulta que no. Así que, hoy en día, si eres madre soltera estás en mucho más riesgo de ser pobre que cualquier hombre en España, así cuentes con un trabajo temporal, trabajes horas extras y recibas alguna ayuda económica del gobierno; todo porque simplemente el dinero no te va a alcanzar hasta fin de mes.
La precariedad laboral, los trabajos sin garantía, la pérdida de muchos beneficios sociales para el trabajador en cuanto a contrataciones justas y la desesperanza sindical, se han convertido en rasgos característicos del sistema económico laboral en España.
A pesar de que este año se ha alcanzado estadísticamente un repunte laboral en el país, todavía no aumenta lo suficiente la fuerza económica para garantizar mayor estabilidad a los más vulnerables en cuanto a la desigualdad y la pobreza.
¿Cómo enfrenta el ciudadano común este fenómeno?
Primeramente, tomando en cuenta el terrible antecedente de la crisis de hace unos años, se presentan dos manifestaciones sociales bastante complejas respecto a la problemática actual:
- El español tiene la opción de buscar un empleo que considere remunerado justamente; lo cual se le va a dificultar bastante; pero tiene la opción:
Es decir, no es que no existan las contrataciones fijas y justas en España, porque si las hay; no es que las organizaciones y sindicatos no estén haciendo nada, porque si lo hacen. El problema está en que nos encontramos en un período de transición socioeconómica donde el fenómeno se complejiza al enmarcarse en una crisis global que toca la tecla de la política inevitablemente.
De lleno se sabe que la reforma de las leyes concernientes al trabajo desde lo formal e informal y las contrataciones laborales se hicieron corriendo; esto por razones que se vinculan a intenciones y beneficios que apuntan a lo político indudablemente.
Por lo cual, la falta de seguimiento en las inspecciones y la evaluación de la eficacia de la reforma laboral; por parte del gobierno de turno, para poder confirmar que tenemos un sistema políticamente y legalmente eficaz, aún no produce suficientes frutos.
Entonces, si es que el ciudadano común decide buscar un trabajo digno, puede buscarlo, el caso es cuánto tardará en encontrarlo. Y ni hablar del inmigrante, ya eso es harina de otro costal, es una pesadilla de la que hablaremos en otro post. ¿Qué hará mientras sus opciones se reducen y el tiempo pasa?
Hipoteticemos las dos caras de la moneda
Ahora bien, consideremos a dos tipos de ciudadano en este apartado, los jóvenes con grado académico (hablamos de 19 a 27 años de edad con titulación media por lo menos); y los no tan jóvenes que no poseen grado académico (hablamos de 27 a 40 años de edad en su mayoría hombres).
Al joven titulado le va a costar más conseguir un empleo digno y remunerado justamente. ¿Por qué? Las causas de que un joven español, con alguna titilación o grado académico, pase mucho tiempo buscando un empleo son las siguientes:
- A las empresas les conviene contratar de manera temporal a sus empleados y no de manera fija; por lo cual, si deciden aceptar a personal calificado, por ley, al pasar cierto tiempo tienen que hacerlo fijo. Para evitar esto, los empresarios prefieren contratar a personal no calificado y luego despedirlos a tiempo; como para que no proceda la contratación fija, alegando dicha condición.
- Además, psicológicamente hablando, el ciudadano profesional y joven, está más dispuesto a defender sus derechos y tiene una actitud mucho más “agresiva” frente a los jefes y sindicatos para señalar las injusticias; esto por el hecho de no poseer una memoria histórica tan marcada por pasada la crisis.
- Es decir, si bien todos tenemos miedo a que nos despidan si exigimos derechos que nos pertenecen, porque necesitamos el dinero; pero los más adultos, los que vivieron más consientes la precariedad de la crisis hace 7 años atrás, se han mostrado mucho más sumisos ante la explotación laboral actualmente; por ello, las empresas los prefieren.
- A consecuencia de lo antes dicho, el trabajo negro ha aumentado una barbaridad, y aunque jóvenes y no tan jóvenes han caído en ello como solución rápida; la verdad es que no es una opción digna para un profesional.
- El español tiene la opción de aceptar un empleo no digno, pero que resuelva:
Esta es la realidad actual del ciudadano español. La mayoría acepta empleos mal remunerado, con alto riesgo laboral y sin casi ningún beneficio más que un sueldo mal pagado por el temor a no conseguir otra mejor opción y quedar en pobreza.
Frente a este panorama surgen las siguientes interrogantes:
- ¿Cómo te vas a enfrentar a la empresa exigiendo tus derechos si te va a despedir y te quedarás sin ingresos? ¿Cómo pagaras tu piso, cómo te vestirás?
- ¿Por qué no consigues un empleo de calidad si te has formado profesionalmente? ‘Por qué tantos contratos temporales si estás calificado académicamente?
- ¿El trabajo negro es la mejor solución para no caer en la pobreza?
- ¿Produce algún efecto real la huelga de los trabajadores y la organización sindical?
De estas interrogantes se puede escribir un post infinito; pero nos agradaría más ampliarlas con tus comentarios, porque tus experiencias de vida frente a esta problemática son las que nos pueden ayudar a reflexionar sobre las verdaderas causas de la pobreza persistente en España.
La secuela de la recesión económica de los últimos seis años
Actualmente, los españoles tienen opciones a contratos de trabajo más precarios y más temporales; con muchos más lapsos de tiempo desempleados que en el 2008. Esta secuela económica coloca a España muy por debajo en tema de calidad laboral frente al resto de los países europeos.
En la reforma laboral, cuando se bajaron las indemnizaciones fue con la intención de que muchas más personas fueran a paro y las empresas generaran más empleos; pero qué sucedió: al no generarse un empleo de calidad se ha complejizado el problema en vez de solucionarlo; porque el 90% de los contratos firmados en España son temporales.
El hecho de que la media laboral haya bajado desde la reforma, junto a dichos contratos temporales tan penosos, e incluso tipos de trabajo no declarados, obliga desde el terror a la pobreza a que los trabajadores acepten ser explotados haciendo horas extras que no son remuneradas. Y por qué el ciudadano español acepta tal injusticia… Porque lo necesita.
¿Ser autónomo es una solución viable para evitar la pobreza?
Analizando todo lo antes dicho, quizás puedes estar pensando que ser empleado en situaciones tan precarias es lo que causa la pobreza persistente. Sin embargo, ser autónomo tampoco te aleja de la posibilidad de ser pobre.
Primeramente, ser autónomo en España en cuanto a deberes y obligaciones con el estado es muy costoso. Incluso, se ha generado una figura denominada “los falsos autónomos” la cual adoptan ciertas organizaciones de tipo cooperativa para evadir obligaciones legales con sus empleados.
Un autónomo tiene que pagarse su propia seguridad social; por ello, para estar a un nivel de salario líquido más o menos igual que el empleado cuesta un esfuerzo muy grande, ya que las cotizaciones no irán acordes con sus ingresos nunca.
Por esta razón, muchas empresas te ofrecen una contratación bajo la figura de autónomo, para evadir la obligación de la seguridad social. Ya dependerá del empleado si cotiza o no. Estadísticamente hablando hay más de 22.000 empresas con la figura de falsos autónomos en España.
Consejos finales
- Conociendo que el nivel de riesgo laboral en España es muy alto, incitamos a los ciudadanos a tomar conciencia. Semanalmente mueren entre 10 y 15 personal en todo el país por causa de accidentes laborales. La ley que sanciona a las empresas respecto a ello no es lo suficientemente dura como para detener estas cifras.
- Toma conciencia, no aceptes trabajos donde tu vida esté en riesgo. Inspección de trabajo solo se acerca a las empresas si hay un muerto para aplicar la ley, y después de muerto no puedes hacer ya nada. Pero, ¿qué sucede si pierdes un ojo, o una pierna…? el inspector tardará en visitar esa empresa, pero si tu contrato es como autónomo ya te fregaste.
- El incorporarte a un trabajo sin tener los conocimientos para poder realizarlo; solo por la desesperación de no caer en pobreza, puede aumentar el riesgo laboral en gran medida. Recuerda que muchas empresas por el tema de no pagar un personal calificado contratarán a cualquiera; ahora depende es de cada ciudadano si se arriesga.
- Dejarte explotar te cansa, te agota, te pone en riesgo. Si la solución no se ha podido alcanzar desde lo alto; valórate tú, valora tu vida, que a la medida que cada español haga presión individualmente, las empresas tendrán que ceder y ajustarse a cumplir la ley.